De cómo se presente Melissa Vargas sobre el mondoflex dependen las opciones de éxito de la selección de Turquía en el torneo de voleibol de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Que la cubana nacionalizada haya rematado 71 balones este martes para rendir a las chinas en cinco peleados sets (23-25, 25-21, 26-24, 21-25 y 15-12), muestra -entre otras cosas- que el equipo otomano apuesta su suerte a la potencia de su opuesta titular, y ella corresponde como casi siempre, ahora firmando la descomunal cifra de 42 puntos.
4️⃣2️⃣ POINTS BY MELISSA VARGAS !
She is now the #2 player to have scored the most points in a single Olympic match. The record holder is Barbara Jelic with 44.
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— Volleyball World (@volleyballworld) August 6, 2024
Haciendo lo que mejor sabe hacer, Melissa ha lanzado hasta la semifinales al vigente campeón de Europa, después de otro electrizante partido en el que coló 38 cañonazos en suelo enemigo, y redondeó sus totales con par de bloqueos y otros tantos aces.
No hay en las filas de las Sultanas otra jugadora capaz de un aporte parecido. Hande Baladin lo intentó en 26 ocasiones y concretó 11 de sus 13 cartones con ataques; Ebrart Karakurt tuvo 23 oportunidades y apenas puso nombre a siete rayas.
Por eso resulta mucho más llamativo el despliegue de la cubana, cuando todo el equipo contrario sabe con un alto grado de certeza por dónde vendría el grueso de la ofensiva.
Aún así, las chinas fueron incapaces de frenar a la destacada Melissa, al punto de quedar a solo dos unidades del récord de tantos en un partido olímpico, en poder de la serbia Bárbara Jelic.
La atacante cubana llega a la antesala de la final instalada en la cima del listado de máximas anotadoras del torneo con 116 puntos, cifra a la que no podrá llegar la china Li Yingying, quien quedó en 93 con los 25 sumados en el cruce contra las turcas.
Habría que añadir como nota al margen que ninguna jugadora en el torneo ha conseguido sumar tres partidos con más de 30 puntos, lo que apuntala el criterio de que ahora mismo no existe una voleibolista más determinante para su equipo que la opuesta turca.
Y visto lo sucedido en la capital francesa cada vez puede ser menos discutible la distinción como mejor voleibolista del planeta que mereció el pasado año.