Lo había visto por primera vez en persona un día de agosto de 1987, en una acera contigua al Centro de Prensa de los Juegos Panamericanos en Indianápolis, mientras promocionaba unas nuevas galletas: “The Champ”. Nueve años después, libreta de apuntes en mano, le seguí sus pasos cansinos en La Habana, adonde llegó con una ayuda humanitaria de equipos médicos y medicamentos.
Le costaba hablar. El Parkinson lo derrotaba. “El combate hubiera terminado tablas” me respondió muy débilmente, con sus tropiezos para articular palabras. Fue una respuesta caballerosa en torno al “combate del siglo”, el que nunca se efectuó con el campeón cubano de los superpesados, Teófilo Stevenson.
En su discurso público del 22 de marzo de 2016 en La Habana, el presidente Barack Obama habló de los dos grandes pugilistas: “Se dice que nuestro mejor boxeador, Muhammad Ali, rindió tributo una vez a un cubano con quien nunca podría luchar, diciendo que solo podría empatar contra el gran cubano Teófilo Stevenson”.
Lonnie Williams, la cuarta esposa de Alí y su portavoz, hablaba por él. Ella y Howard Bingham, siempre con la cámara colgada al cuello, lo acompañaban en La Habana. Bingham, fotógrafo profesional, no se cansó de apretar el obturador aquí: el paseo por la ciudad, las visitas a un gimnasio y al Instituto de Neurología. Se decía entonces que Alí y su entorno estaban interesados en los tratamientos que se realizaban en la Isla sobre la enfermedad. Pero no parecían tener en su agenda la probabilidad de una intervención quirúrgica.
Aquella tarde, cuando se disponían a visitar al presidente Fidel Castro, quien les ofrecería una recepción al cabo de sus cuatro días en Cuba, Bingham llevaba un obsequio al mandatario: un retrato que él mismo había hecho de Alí en compañía de Malcolm X en Harlem, en 1963, dedicado con la firma del “Más grande” a su ilustre anfitrión.
Caminaban por el pasillo del Hotel Nacional, hacia la puerta principal rumbo al microbús que los llevaría al Palacio de la Revolución, cuando saludé a Alí. Y este, súbitamente, me dio un empujoncito por la espalda y lanzó un gancho cariñoso de derecha a mi mandíbula. Nunca había visto manos tan enormes. Gracias al fotógrafo Raúl López, la escena es una de mis preferidas en este álbum de la vida.
Waldo Santiago, presidente de la Federación Cubana de Boxeo en los años 70 y 80, estuvo estrechamente vinculado a las negociaciones de la posible pelea.
Asegura que Fidel Castro estaba entusiasmado con este combate y que daría luz verde, siempre y cuando Stevenson no perdiera su condición de amateur. Ahora, años después revela a OnCuba que luego de los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, fue enviado a Moscú para precisar detalles con el entonces presidente de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado, el soviético Nikolai Nikiforov-Denisov, quien rechazó la celebración de ese pleito.
Dos años después se le encargó que, durante el campeonato mundial en Belgrado-1978, volviera a hablar con Nikiforov. Entonces sí accedió. Alguien comentó que hasta Leonid Brezhnev había intercedido. El presidente de la AIBA dejaba la decisión en el Buró América de la organización boxística. El camino parecía allanarse, pues Santiago y el estadounidense Donald Hull eran los vicepresidentes por esta región. La cúpula en pleno de la AIBA apoyaría la confrontación.
Todos votaron a favor de tres peleas entre Alí y Stevenson, en tres ciudades de EE. UU., a tres asaltos, bajo las reglas amateurs. “Después de terminado el Mundial de Belgrado, vinieron a La Habana los promotores norteamericanos para firmar los contratos, y yo los firmé en representación de la federación cubana”, continúa revelando hoy Santiago.
“Al cabo de los seis meses, Alí llamó al presidente del INDER, Jorge García Bango, y le pidió hablar con Stevenson. Yo estaba presente cuando, vía telefónica, le dijo al cubano que él era un campeón mundial profesional, que tenía más que perder de lo que podía ganar ante un aficionado. Le preguntó si quería la pelea porque necesitaba dinero, él se lo podía facilitar. Stevenson le contestó, muy amable, que el dinero que hubiera ganado lo quería para donarlo a la federación cubana. Así se puso punto final a los intentos del ‘combate del siglo‘”, sentencia Santiago, quien tras dirigir los destinos de este deporte, colaboró en México y Venezuela como entrenador, fue adiestrador en la selección juvenil cubana.
Así, se abría también una larga amistad entre dos héroes del deporte. Antes de sus dos viajes a La Habana, Alí había recibido a Stevenson en Michigan, donde vivía.
Cuando el 25 de febrero de 1964 Cassius Clay, nacido en Louisville, Kentucky, ganó la faja mundial profesional al derrotar a Sonny Liston, el cubano estaba a punto de cumplir 12 años en su Puerto Padre natal. Clay defendió su título nueve veces en los siguientes tres años. Entonces se convirtió al Islam y anunció que Cassius Clay era un nombre esclavo y lo cambió a Muhammad Alí. Rechazó reclutarse para la guerra en Viet Nam, por lo que fue despojado de su título y no pudo pelear en tres años y medio.
Retornó al ring y derrotó por nocao a George Foreman en Zaire, el 30 de octubre de 1974. Defendió su corona diez veces más antes de perder con León Spinks, el 15 de febrero de 1978. Siete meses más tarde recuperaría el título ante el mismo rival.
Se le vio también por la pequeña pantalla, antes de su viaje a la Isla, cuando encendió con su mano temblorosa el fuego olímpico en el estadio de Atlanta. Días después, el Comité Olímpico Internacional le dio una medalla de oro similar a la que había ganado en los Juegos Olímpicos de Roma en la división semipesada, y la que, afirmó, había lanzado a las aguas del río Ohio en protesta por la discriminación racial.
Cuando Stevenson murió, el 11 de junio de 2012, Alí envió un mensaje de condolencia:
Me entristeció profundamente esta mañana la noticia de la muerte de uno de los grandes campeones del boxeo, Teófilo Stevenson. Aunque nunca peleó profesionalmente, haber ganado tres medallas de oro en tres Juegos Olímpicos diferentes, garantiza que él habría sido un enemigo formidable para cualquier otro campeón de peso pesado reinante o cualquier retador en su mejor momento. Siempre recordaré el encuentro con el gran Teófilo en su Cuba natal. Él fue uno de los grandes de este mundo, y a la vez fue un hombre cálido y abrazable. Mis condolencias para su familia y amigos. Que descanse en paz.
Justo cuatro años después, se anuncia la muerte de Muhammad Alí, a los 74 años, este 3 de junio, un día después de ingresar en un hospital de Phoenix por problemas respiratorios.
Y vuelvo a recordarlo con sus movimientos lentos, su silencio, su manaza en mi mentón, y su histórica carrera dentro y fuera del ring. Cuarenta años después por fin veo sus peleas de antaño por primera vez en la televisión cubana. Era el más grande.
Hermosa y merecida crónica en homenaje a Alí. Sin dudas, el más grande de todos los tiempos en la arena profesional.
muy bien chachi. recuerdas que a ali lo vimos juntos en indianapolis?. puntos para nuestras carreras. un abrazo.
Mis felicitaciones Miguel, muchos recuerdos en esta hermosa crónica
Fueron grandes figuras del box descansen en paz. Campiones
Hoy vi la pelea de el con foremam y me parece q stevenson solo podia haberle ganandole noqueandolo,y sepase q considero a steveson mi idolo y uno d los mejores boxeadores del mundo,aunq siempre quedara como una especulacion todo lo q se diga sobre esa pelea q nunca se celebro
Magnifico reportage, Muhammad y Teofilo,EPD.
Muy bueno, Chachi. Sin embargo, esquivaste el tema de la fianza que Ali pago por el punetazo que Stevenson, intoxicado, propino a un individuo en Estados Unidos. Alguna vez habrá que hablar en Cuba del lado oscuro de los hombres.
Electra ,saludos,todos tenemos un lado oscuro q no es agradable recordar,de stevenson no se sabe mucho d todo lo noble q fue,mejor lo recordamos por sus virtudes.saludos
Perdona quice decir electro ,el original es electra………
Gran articulo. En estos dias he visto las peliculas sobre Ali. La informacion que aparece aqui ofrece el angulo Cubano de la historia que se omite en los films. Disfrute esta lectura y las fotos. Gracias!
Es una lástima que nunca hubieran podido combatir.
La “pelea del siglo” fue, en cambio, la de Ali vs. Fraisier, que llamaron “The Thrilla in Manila”, donde Ali confesó que por un poquito no perdió, porque ya estaba cayéndose.
mira que la gente habla cáscara… intoxicado!!! bueno cuantos de nosotros no hemos estado “intoxicados” por unos traguitos que nos demos cuando además no estamos en funciones oficiales y de vacaciones… “intoxicado” mira que los americanos comen kk y nosotros tambien pal banquete!!!
No fue un puñetazo… fue un cabezazo que le propinó “sin querer – queriendo”, como el mismo dijera una vez aqui en Cuba, a un sujeto que hace rato le venia increpando por ser “cubano comunista”, “amigo del dictador”, “sicario de fidel”, etc… y Stevenson estaba advertido de no hacer nada… hasta que el sujeto se le encimó cuando el gigante de ébano se inclinó a coger las maletas… y ahí… pum!!! pal piso noqueao… hay que tener aplomo para con ese cuerpazo soportar lo que estaba soportando del gordito aquel… como hay que ser anormal o un sicario asalariado para meterse con el salvaje de esa manera… de cualquier forma obtuvo lo que fue a buscar.
Muy hipocrita todo. Por muchos años Ali fue catalogado por la prensa deportiva cubana como payaso, arrogante, alardoso y cuanto calificativo habia para denigrarlo. Luego, vendria a Cuba y demostraria la calidad de ser humano que llevaba por dentro. Una vez mas quedamos en ridiculo. pero el colmo es que este mismo periodista, publico un articulo a finales de los 80 en ocasion de una inminente operacion de Ali con un cirujano de Mexico. Despues de las acostumbradas e inhumanas ofensas termino diciendo…..en la esquina roja esta Ali, en la azul esta en medico mexicano, veremos a quien el Parquinson le levanta la mano…..articulo muy asqueroso que recorte y guarde por años para enseñarselo a la gente. Asqueroso……y el pobre Ali le tendio su mano inocentemente.
Rectifico. Decia…esquina roja Ali, esquina azul el Parkinson. Veremos a quien le levanta la mano el medico mexicano.
Ali el mas.grande.d3 verdad hubiera siempre.ganado Ali contra Stevenson.Ali era mas inteligente Stevenson vivio siempre con la mente penetrada por esos dictadores de los Castros.