Tanitoluwa Adewumi, un niño nigeriano de 8 años que vivía hasta hace poco en un refugio para personas sin casa se ha convertido en una celebrity desde que los medios de comunicación han dado a conocer el brillo de una carrera en ascenso y el apoyo de la comunidad para este prodigio.
Hace solo un año aprendió a jugar ajedrez y hoy muchos creen que es una gran promesa no solo en Estados Unidos.
“Quiero ser el gran maestro más joven”, dijo el niño a The New York Times en abril pasado.
“Tani”, como se le llama cariñosamente, es considerado uno de los más talentosos jugadores de su edad en todo el país.
Junto a su familia, emigró desde el norte de Nigeria en 2017 y ha sido un homeless junto a ellos hasta hace poco.
Todo lo que ocurre a su alrededor ahora parece salido de una película de Hollywood.
Cuando el entrenador, Shawn Martínez, vio el potencial de Tanitoluwa, se acercó a la familia para unirlo al programa de ajedrez de la escuela y supo que no podían pagar los costos de la membresía.
Martínez decidió que Tanitoluwa no pagara los honorarios. Debido a ello enfrenta acusaciones de parcialidad y podría ser penalizado con una prohibición de por vida.
Un estudiante le regaló a Tanitoluwa un reloj de ajedrez y su madre lo lleva a sesiones de práctica regulares de tres horas en Harlem. Con una computadora portátil de su padre el niño juega ajedrez en Internet.
Luego de haber obtenido siete trofeos, nadie duda que podría traer muchas sorpresas en el futuro.
“Se esfuerza mucho en su juego”, dijo Martínez quien también cree que en un año o dos podría llegar a ser Gran Maestro, el más joven.
“Hace 10 veces más rompecabezas de ajedrez que un niño promedio. Él sólo quiere ser mejor”, le relató Martínez a The New York Times.
Esta historia ha comenzado a difundirse a través de varios medios de comunicación y en las redes sociales desde donde el niño ha sido apoyado por miles de personas.
Fue creada una Fundación que lleva su nombre para recaudar fondos a través de una campaña de recaudación en GoFundMe donde se ha obtenido ya –hasta el momento de redactar estas líneas– 254,465 dólares de una meta inicial de 50,000.
El columnista de The New York Times Nicholas Kristof quien escribió esta historia en marzo pasado ha sido muy importante también en este “alumbramiento”.
En su cuenta de Instagram ha explicado que “gracias a la generosidad de los lectores, Tani está en su nuevo hogar y gracias a la generosidad de la familia de Tani, muchos otros también recibirán ayuda.”
“¿Recuerdas a Tani, el campeón de ajedrez sin hogar? –escribió Kristof en otro mensaje en Instagram–. Su familia celebró una fiesta en el nuevo hogar provisto por un donante, con excelente comida nigeriana. Su familia está utilizando el cuarto de millón donado por los padres para ayudar a otros inmigrantes. ¡Una familia impresionante! ¡Buena suerte en los nacionales, Tani!”
Esta es el tipo de historia que más ilusionan al público. Incluso el expresidente Bill Clinton hace pocas semanas escribió en Twitter que Tanitoluwa, “ejemplifica un espíritu ganador: en el ajedrez y en la vida. Y felicitaciones a tus padres trabajadores. Deberían detenerse en mi oficina en Harlem; Me encantaría conocerte.”
“Refugees enrich our nation and talent is universal, even if opportunity is not.”
This story made me smile. Tanitoluwa, you exemplify a winning spirit – in chess and in life. And kudos to your hardworking parents. You all should stop by my office in Harlem; I'd love to meet you. https://t.co/zKuQg6zJkg
— Bill Clinton (@BillClinton) March 19, 2019