Es cierto que no faltan figuras representativas en el deporte cubano, hombres y mujeres que no les queda gloria por conquistar, pero encontrar uno con la constancia y estabilidad de Erick Hernández resulta bastante complicado, sobre todo porque da la impresión de no tener límites. A los 43 años alcanzó tres récords en una misma temporada, opción que había descartado hace algún tiempo.
En su última aventura destrozó su propia marca dominando el balón desde la posición de sentado solo con los pies en el Hotel Copacabana, al detener los relojes en tres horas, diez minutos y tres segundos, superior a su registro previo de tres horas, ocho minutos y dos segundos.
En una de las modalidades más complejas del dominio del balón por el enorme esfuerzo físico, Erick se ha consagrado al punto de subir la parada hasta en cuatro ocasiones, una de ellas en Bilbao España, justo donde comenzó a gestarse la modalidad, pues fue el ibérico Luis, “El Bufalito” Sánchez quien estableció la primacía por primera vez.
Solo que Erick, en el 2010 lo desbancó y ya lo ha elevado hasta cuatro minutos desde que lograra 3:06.03 horas en el hotel Parque Central tres años atrás. Ahora el intento tuvo otras peculiaridades, pues no solo tenía que pensar en el control del balón, sino también en mantener la concentración en los constantes pases en vivo de la televisión.
“Fue una experiencia nueva, había más luces de lo normal y se anunciaba el tiempo con frecuencia, un detalle que no me gusta saber. Varias veces perdí la concentración y recuperarla después implicó un desgaste físico mayor”, confesó el plusmarquista, extenuado por el esfuerzo físico.
Su entrenador Jorge Velázquez explicó que Erick se sometió a fuertes exámenes para romper el récord, pues en cada entrenamiento buscaba la fatiga muscular para soportar entonces la exigencia en el intento.
“Es mucho el desgaste de la cadera, los cuadriceps, la espalda baja y sobre todo las piernas por la constante flexión. Por ejemplo, en la primera hora y media cambia el balón de pie cada un minuto más o menos, lo que implica un cansancio significativo por repetición. Ya después el peso recae en la pierna derecha, con la que realiza 140 toques por minuto, en comparación con los 130 que hace con la izquierda, para un cómputo general de casi 30 mil golpeos”, explicó el entrenador, satisfecho por lo que representa este esfuerzo.
“Es cierto que termina muerto, pero esta modalidad y la de dominar solo con los muslos sirve de preparación para intentar el récord de más de 24 horas dominando el balón con todo el cuerpo. Es un objetivo que tenemos en mente desde hace unos tres años y queremos completarlo en el 2014, aunque sabemos que para lograrlo debe aumentar un poco el volumen corporal para soportar el desgaste, ya que puede bajar en el intento de siete a ocho kilos”, aseguró el preparador.
Erick no muestra temor y considera que es una deuda con todos sus seguidores conseguir esa marca, para la cual debe tener un equilibrio extraordinario entre el componente físico y psicológico.
“Este es el récord más exigente de todos, sin dudas. Para lograrlo se deben realizar exámenes de hasta 18 horas dominando el balón y más de una vez. Después, a la hora de la verdad, uno de los principales escollos sería el controlar el sueño”, develó el ex futbolista, siempre decidido a más, para no perder la costumbre.