La nadadora británico-australiana Penny Palfrey será la protagonista, este fin de semana, de un nuevo intento por cruzar a nado, los alrededor de 150 kilómetros que separan a La Habana de Estados Unidos, a través del Estrecho de La Florida, en un intento por acercar a los dos países.
Palfrey, de 49 años, piensa lanzarse al agua en la tarde de este viernes, para intentar ser la primera persona en cumplir con la distancia, sin acudir a jaulas de buzos que la protejan de los dientes de los tiburones, abundantes en las aguas del estrecho.
“Yo disfruto mucho del nado de maratón, de ese gran reto, y estoy aquí con mi equipo para festejar el 20 aniversario del Club Náutico Internacional Hemingway de Cuba.", dijo Palfrey este jueves en una conferencia de prensa en el centro, al oeste de la capital cubana.
La nadadora, integrante del “Salón Internacional de la Fama” en la modalidad de aguas abiertas, pretende hacer un llamado a favor de las relaciones de amistad entre los pueblos de EE.UU. y Cuba.
“Mi deseo es mandar un mensaje de solidaridad a todas las personas del mundo, porque la amistad no tiene límites”, expresó Palfrey.
Hasta ahora nadie ha logrado cruzar el Estrecho de Florida sin jaula antitiburones, la que más cerca estuvo de conseguirlo fue la estadounidense Diana Nyad, de 62 años, quien en septiembre del año pasado fracasó en su tercer intento, después de cubrir las dos terceras partes del trayecto, debido a las “carabelas portuguesas”, unos organismos marinos similares a medusas, cuyas picaduras son muy dolorosas.
“Habrá muchos retos: la distancia, el sol, la deshidratación podrían ser un problema, pero tengo una larga experiencia, tengo fuerzas, espero lograrlo. Esto servirá también para inspirar a muchas mujeres y podrá ayudar a que muchas féminas se sientan fuertes y saludables”, dijo la nadadora.
Palfrey, que nació en Gran Bretaña y se mudó a Australia a los 19 años, es una de las mejores nadadoras en mar abierto del mundo y ha cruzado anteriormente islas del Caribe y el Pacífico sin protección contra tiburones.
Junto a ella navega un yate de apoyo con 15 tripulantes, entre ellos su marido Chris Palfrey, y la protección especial de un sistema electrónico que le permitirá evadir a los tiburones.
También la acompañan médicos, canoístas, entrenadores, meteorólogos y observadores oficiales.
“Intento no preocuparme mucho (de los tiburones) y concentrarme en mi nado. Nadé encima de un gran tiburón en la isla de Santa Bárbara (California) el año pasado, lo que sentí fue más sobrecogedor que el miedo, aunque no me asusté. También me ayudó el tener una unidad de protección de tiburones junto a mí”, declaró Palfrey en una reciente entrevista.
La idea para este desafío surgió cuando tomaba un vuelo entre Islas Caimán y Miami, subrayó la nadadora.
Hace dos años Palfrey cruzó el Estrecho de Gibraltar en tres horas y tres minutos, con lo que redujo en 21 minutos el récord mundial femenino, entre España y Marruecos.
Además posee el récord de 108 kilómetros de natación en solitario, establecido el pasado año en Islas Caimán, donde cruzó aguas infestadas de tiburones, sin jaula protectora; en total ha cruzado 31 estrechos en varias partes del mundo, como Hawai, Japón y Nueva Zelanda.
Palfrey comenzó a nadar a los nueve años, inicialmente en piscinas, pero desde hace dos décadas comenzó a nadar en un río de Australia y luego en mar abierto.
Nacida en Scarborough (North Yorkshire, noreste de Inglaterra), y ahora residente en Twonsville, un pueblo de la costa de Queensland (noreste de Australia), Penny es madre de tres hijos y abuela de dos nietos.
La atleta británico-australiana espera que la travesía ocupe entre 40 y 50 horas y tanto ella como su equipo de apoyo esperan se mantengan favorables las condiciones del tiempo para cumplir su objetivo.
El clima podría alterar los planes de Palfrey, puesto que este jueves una lluvia torrencial cayó sobre La Habana y el Instituto de Meteorología pronosticó que estas condiciones se mantendrían al menos hasta el lunes.