Cuba, país situado en el mapa geográfico del atletismo casi desde que el Barón Pierre de Coubertin instauró los Juegos Olímpicos de la era moderna, concurrirá con apenas tres de sus efectivos al Campeonato Mundial Indoor, en Portland, Estados Unidos.
Cuando los integrantes de la comitiva aborden el avión rumbo a la mayor urbe del estado de Oregón, hablaremos sobre la delegación más reducida de siempre a una cita ecuménica bajo techo. Un grupo minimizado desde lo cuantitativo, y, lo que es aún peor, desde el punto de vista cualitativo.
Sin Yarisley Silva y sin Pedro Pablo Pichardo entre sus concursantes, el llamado “deporte rey” cubano se quedó sin batería, sin aliento para la lid. No hay plus. No hay esperanzas serias. No hay ilusiones. Las razones para esperar algo digno se esfumaron a la velocidad de un chasquido de dedos; aún más rápido que una carrera de 60 metros planos.
La pertiguista Silva, vigente monarca del orbe en estadio techado, no se presentará al programa debido al grave accidente sufrido por su novio, el saltador de altura Sergio Mestre. Aunque también dejó claro en su página de Facebook que el inicio de su preparación estuvo abrupta por las condiciones climáticas. Mientras que el triplista santiaguero Pichardo, bronce hace dos años en igual competencia en Sopot, Polonia, está aquejado de una microfractura en el tobillo derecho.
Bajo este panorama, un ambiente lleno de dudas e incertidumbres, Cuba acudirá al Mundial bajo techo, a realizarse del 17 al 20 de marzo, con los vallistas cortos Yordan O´Farrill y Johanis Portilla, y la ochocentista Rose Mary Almanza. Figuras jóvenes, en ascenso, pero que están alejados de los primeros lugares de sus respectivas modalidades.
Ramiro Álvarez, entrenador de los especialistas en cruzar obstáculos, señaló a OnCuba que ambos corredores tienen objetivos individuales. “O´Farrill buscará superar la barrera de los 7.60 segundos y clasificar a la final. Esa es su meta y los parciales que está realizando en los entrenamientos dicen que puede superarse a sí mismo”, refirió el adiestrador, que posee más de una década dentro del equipo nacional.
“En el caso de Portilla, continuó, la aspiración es que se ubique dentro de los 12 mejores, es decir, llegue a la semifinal. Además, correr cercano a los 7.70 o 7.65”. Sobre la experiencia de ambos en la gira invernal, Álvarez, actual coach de Dayron Robles, indicó que está complacido porque consiguieron, primero, calificar al mundial, y, segundo, disminuir sus cotas. Sin embargo, enfatizó en que esperaba mejores resultados de O´Farrill. “Debió bajar más los tiempos, pero ahora tiene una buena posibilidad para demostrar su real nivel”, dijo.
O´Farrill rebajó en la temporada bajo techo su récord personal de 7,65 segundos a 7,61 en Mondeuville, Francia. Fue precisamente esa marca la que lo clasificó al mundial, al cumplir con la mínima exigida por la IAAF (7,71 segundos). Logró además vencer en una ocasión al francés Dimitri Bascou, quinto del ranking de 110 metros con obstáculos el pasado año, pero número uno en los 60 en este inicio del 2016. La carta de presentación de Bascou, 7.41, se avizora, con distancia, como un documento demasiado significativo para el antillano, quien se ubica en el escaño número 15 del planeta.
Algo similar le sucede a su compañero de equipo y amigo Johanis Portilla, quien también mejoró en Europa, pero sus 7.70 lo tienen en el puesto 50 del listado del orbe. Imagine que el jamaicano Omar Mcleod (7.46), el francés Pascal Martinot-Lagarde (7.47), los norteamericanos Jarret Eaton (7.54), Jeff Porter (7.57) y Aries Merrit (7.58), el húngaro Balázs Baji (7.55) y el barbadense Greggmar Switf (7.58), por solo mencionar a algunos, estarán por delante de los caribeños en la línea de salida en busca de una final pactada para solo seis elegidos (las pistas bajo techo son de seis carriles).
Almanza, por su lado, suma varios eventos sin poder destacar. Sus actuaciones en los Juegos Panamericanos de Toronto y en el Mundial de Beijing, se quedaron bien por debajo de lo esperado. Máxime si tomamos en cuenta que en el último mes de julio había cronometrado 1.57.70 minutos, para ubicarse como la tercera cubana de todos los tiempos en la doble vuelta al óvalo.
Como para no perder su lento ritmo, su acción más reciente tampoco dejó aires renovadores. Hace apenas dos semanas, Rose Mary cerró tercera con más de dos minutos y cuatro segundos en la Copa Rafael Fortún, que tuvo como sede a la provincia de Camagüey.
La buena nota de esa carrera la dejó Sahily Diago al coronarse, aunque lo más importante resultó su regreso, después de desaparecerse de la palestra pública. Una matancera que supo ser subtitular planetaria juvenil, y tiene un personal de 1.57.74.
El comienzo del año olímpico para el atletismo nacional ha sido poco menos que alarmante, cabría decir tormentoso. Las competencias no han sobrado; las principales figuras, al menos dos de ellas, Silva y Pichardo, porque las discóbolas están que “cortan”, no pasan por un estado de gracia; el Estadio Panamericano tuvo en su interior un incidente más que lamentable –el de Mestre-; y los Juegos Olímpicos están, como dicen, al doblar la esquina.
El atletismo, junto al boxeo, la lucha y el judo, será en la “Ciudad Maravillosa” parte integrante del escudo antibalas del deporte cubano para esquivar otro infortunado desenlace, uno a la altura del cuarto lugar ocupado en Toronto.
Cinco notas sobre atletismo en Cuba
1-Cuba ocupa el sexto escaño histórico por países en Campeonatos Mundiales bajo techo, con 16 medallas de oro, 15 de plata y 12 de bronce. Estados Unidos es el líder con foja de 89-59-58, seguido por Rusia (69-60-50) y Alemania (24-23-28), por ese orden.
2-Cuba quedó ubicada en el séptimo lugar por naciones con una presea de cada color en la última lid mundial indoor en la urbe polaca de Sopot (2014).
3-Iván Pedroso y Javier Sotomayor son los máximos ganadores de premios en este tipo de lides para la Isla. El saltador de longitud sumó cinco preseas de oro, y el de altura, actual recordista del orbe, se retiró con cuatro títulos, un subliderazgo y una tercera posición.
4-Anier García (1997, 7.45) y Dayron Robles (2010, 7.34, récord para el evento) son los únicos ganadores de las vallas cortas (60 metros) en mundiales bajo techo.
5-El pequeño guantanamero Andrés Simón (1.61 centímetros) tiene en su aval el único reinado cubano en 60 metros planos. El sprinter se tituló en Budapest, Hungría (1989), gracias a sus 6.52 segundos.
Hola. Jhonah.- Un saludo. Y debo comentarle que el artículo suyo sobre atletismo está bien documentado y además tiene el soporte de colocar debajo el recuadro con datos que apoyan su nota. Una sugerencia: El título de su historia no se corresponde con el texto, a pesar de que está bien documentado. Lo cierto es que hay un divorcio entre título y el nudo de su comentario. Pues si usted empieza con una pregunta para atraer lectores es de suponer que exponga los argumentos debajo y no sólo mencionar que Yarisley y Pichardo estarán ausentes por cuestiones personales o lesiones. “No hay esperanzas serias. No hay ilusiones. Las razones para esperar algo digno se esfumaron a la velocidad de un chasquido de dedos; aún más rápido que una carrera de 60 metros planos” No son suficientes estos argumentos que son opiniones suyas. Lo ideal sería que un técnico lo expusiera y no se enfocaran en las mínimas esperanzas de mejorar marcas personales en un evento de elevado nivel cualitativo. Mejor sería un título así: Competirán solo tres … abrazos.