La garrochista Yarisley Silva se robó las miradas de propios y ajenos al deporte de esta isla. No hubo excepción. Todos voltearon la vista el jueves para vislumbrar a la “gigante” pinareña. Por algunos instantes –unos pocos- olvidamos el maldito cuarto lugar, que el subtítulo panamericano ya no es opción, que muchos han fallado y que precisamos de un final descomunal para entrar en el podio.
Ella se volvió a vestir de oro, como hace cuatro años. No le temblaron las manos, sostuvo fuerte su pértiga, voló por los aires y triunfó. Varios meses pasaron y la cubana no se encontraba a sí misma. Decían que el entrenamiento, cuando la verdad es que psicológicamente se encontraba inestable, no apta para competir en las lides que por historia le tocaba. Claro, cuando la mente no está en su “sitio”, la concentración se desvanece, se va como un chasquido de dedos. Así de súbito.
Aunque el planeta se detuvo unos breves segundos, luego todo continuó igual. La comitiva cubana sigue tras la sombra de Brasil, a la espera de una reacción más contundente. Estados Unidos y Canadá extendieron su paso estable. Y nosotros a miles de kilómetros soñamos con no caer más profundo.
Al fin… llegó un oro del atletismo
Demasiado tiempo había pasado. El reloj sufría, pero todo tiene su final. Cuba alcanzó su primer título en el llamado deporte rey. Llegó de manera estupenda, especial. Tal vez en el evento de más alto nivel cualitativo de este deporte en Toronto.
Lidiaron dos campeonas mundiales y una titular olímpica. Estaba una cubana, Yarisley Silva, también la brasileña Fabiana Murer y la estadounidense Jennifer Suhr. Un trío de armas tomar.
Bajo este panorama la antillana tuvo una frecuencia de 4,50 – 4,60 – 4,70 – 4,75 – 4,80 y 4,85, con solo tres fallas: una en la cuarta y dos en la sexta altura. Fue así como repitió su dosis de Guadalajara. Reina y recordista, al parecer un torneo multideportivo que le viene como anillo al dedo.
La del gigante sudamericano vendió bien cara su derrota. Le exigió como toda una consagrada al cruzar los 4,80, pero no pudo con cinco centímetros más. Antes, lejos de su verdad, la norteña Suhr (4.60) se había dado por vencida.
La pinareña, incluso, anheló más. Intentó romper su marca personal (4.90) y la varilla fue ubicada en 4.91 metros, pero el roce en el único salto la hizo caer al colchón. Fue así cuando los congregados en el estadio de la Universidad de York aplaudieron. Agasajaron a la ganadora. Desde el 2013 Yarisley no conocía estas alturas. Al parecer, ya le perdió el miedo.
Segundos después, el periodista Raúl Rodríguez dialogó con la triunfadora, quien confesó que es lo mejor que le ha pasado en el año, pues no había podido acercarse a esta altura, pero tenía mucha confianza en que podía y lo logró.
Sin embargo, muy a pesar de que no llegaron más medallas, existieron otras notas destacadas. Aplausos para el velocista Roberto Skyers, segundo en la semifinal de los 200 metros con 20.09 segundos. Desde la década del setenta, momento cuando dominaba nuestro Silvio Leonard, un cubano no cronometraba semejante tiempo. Además se quedó a tres centésimas de la primacía nacional.
En esa propia modalidad, Reinier Mena, doble medallista mundial en la categoría cadetes, mejoró su marca y estuvo a un pasito de incluirse en la final. El capitalino de solo 18 años devoró el doble hectómetro en 20.32, y no dudó en dejar sus impresiones a Oncuba. “Me siento bien, aunque insatisfecho, aun cuando me superé. Sentí un poco de cansancio. Creo que pude haberlo hecho mejor”.
Uno que regresó fue el decatlonista bronce olímpico Leonel Suárez. Alejado de toda lid desde el 2013, el holguinero no pudo culminar las diez disciplinas, pero el solo competir ya fue agradable noticia.
El también premiado en citas ecuménicas manifestó a nuestra revista que “lo positivo de todo es haber logrado la marca para participar en los juegos. La pértiga y la falta de preparación me jugaron una mala pasada. Realmente falta adiestrarme mejor y eso es lo que haré en el tiempo que resta de la temporada”.
En tanto, Daysiurami Bonne y Lisneidy Veitía fueron séptimas y octavas en la vuelta al óvalo, mientras que muy lejos de sus últimos resultados estuvo el discóbolo Jorge Fernández, quinto en el lanzamiento del disco con 62, 04 metros.
El boxeo irá por todas
El denominado como buque insignia del movimiento deportivo cubano no encuentra freno. Anda desbocado. Tal y como lo pronosticaron, los diez boxeadores cubanos discutirán las preseas doradas en TO2015. A los ya clasificados, se unieron ahora Yosvany Veitía, Lázaro Álvarez, Roniel Iglesias, Julio César La Cruz y Leinier Peró. Una actuación que mejora muchísimo el panorama para la delegación caribeña.
Este jueves, el mosca Veitía pasó por encima del colombiano Ceiber Ávila; en los 56 kilogramos Álvarez derrotó desde todo punto de vista al guatemalteco Kevin Luna, y el número uno en Londres 2012, Roniel Iglesias (69), no tuvo problemas para doblegar al argentino Alberto Palmeta.
Durante la velada el semicompleto La Cruz triunfó sobre el cafetero Juan Carlos Carrillo y el camagüeyano Peró la tuvo difícil, pero solventó la resistencia propuesta por el estadounidense Cam Awesome, en votación dividida.
El bimonarca universal, el vueltabajero Lázaro “El Príncipe” Álvarez, comentó a Oncuba: “Tuve un gran combate. Para mí es importante porque ya tengo el pase a la final. Supe ganar la pelea para que no existiera duda y espero presentarme próximamente al ciento por ciento y luchar para darle ese regalo al pueblo cubano, y a mi familia”.
Rápidas de Toronto
–El equipo femenino de sable cerró en la cuarta posición de la esgrima, tras ceder 38-45 frente a Venezuela. Yaritza Goulet, Jennifer Morales y Darlin Robert no pudieron ante el empuje de las morochas Milagros Pastran, Alejandra Benítez y Shia Rodríguez. Antes habían dejado en el camino a Canadá (45-39), para luego en el pase a la discusión del título caer ante el poderoso grupo de Estados Unidos (33-45).
-Las féminas del voleibol finalmente culminaron en el quinto puesto. Las chicas de Roberto García alcanzaron una victoria de tres sets por uno frente a Argentina. Así, las gauchas no lograron repetir su éxito de la ronda clasificatoria y debieron conformarse con el sexto escaño.
Como ya se hace habitual, Melissa Vargas hizo de las suyas a la ofensiva con 32 puntos. El duelo cerró con tanteadores de 25-21, 21-25, 25-17 y 25-21.
-El béisbol femenino alcanzó su cuarto revés consecutivo. Venezuela derrotó a las nuestras con marcador de 13 carreras por dos en el complejo deportivo de Ajax. La triunfadora fue Giddelys Cumana, quien tiró toda la ruta, mientras que la perdedora fue Yanet Cruz, con faena destacada hasta la quinta entrada cuando el equipo se desmoronó.
Las cifras
Cuba (26 oro, 20 plata y 30 bronce) no logró acercarse a Brasil en la tabla general de medallas. Pasada una fecha más y quedando una menos, la diferencia es de ocho preseas doradas, a falta de tres jornadas competitivas. El reinado de Yarisley fue insuficiente, porque los del gigante sudamericano tributaron en el karate, por intermedio de Valeria Kumizaki, en los 55 kilogramos.
El sueño de un remate llega a través del boxeo y, por supuesto, de nombres en el atletismo como el triplista Pedro Pablo Pichardo y las discóbolas Denia Caballero y Yaimé Pérez, que hoy saldrán a sus respectivas pugnas. Al menos, este viernes es propicio para zafarnos de Colombia (26-11-30), pegada como estampilla postal, y que sumó la víspera un reinado en los bolos.
Estados Unidos (83-69-72) y Canadá (69-62-56) están destinados a no cambiar su presente y se mantienen tranquilos en los escaños cimeros. El top ten lo completan las delegaciones de México, Argentina, la sorprendente Guatemala, Venezuela y Chile.