El voleibolista cubano Luis Tomás Sosa, encarcelado en Finlandia en 2016 acusado de delito de violación, ha demandado por daños y perjuicios al Estado finlandés.
Sosa, quien fue absuelto a fines de junio por un tribunal de apelación luego de ser condenado el año anterior, pide una indemnización de 381 mil euros (unos 448 mil dólares), según informó la agencia STT.
Marko Virta, abogado del cubano, exige al Estado finlandés el pago de mil euros (unos 1,175 dólares) por cada uno de los 362 días que el jugador pasó en prisión antes de ser exonerado y puesto en libertad.
Además, la demanda incluye una indemnización por la pérdida de un contrato valorado en 20 mil dólares para jugar en un equipo de voleibol argentino, que fue rescindido debido a la condena en Finlandia.
Tomás Sosa, de 22 años, fue detenido en julio de 2016 en la ciudad de Tampere junto a otros cinco miembros del equipo nacional cubano de voleibol, por haber violado presuntamente a una mujer finlandesa. De acuerdo con lo divulgado entonces, el hecho se produjo en el hotel donde los cubanos se alojaban durante su estancia en el país nórdico como parte de la Liga Mundial.
Pocos días después, un juez finlandés decretó prisión preventiva para los seis deportistas hasta la celebración del juicio, debido a la gravedad del delito –violación múltiple– y al supuesto riesgo de fuga de los acusados.
Además de Sosa, fueron encarcelados Rolando Cepeda, Dariel Albo, Abraham Alfonso, Ricardo Calvo y Osmany Uriarte. Otros dos miembros del equipo, detenidos inicialmente, fueron liberados inmediatamente.
En septiembre de 2016, cinco de los seis jugadores fueron condenados a distintas penas de prisión por un delito agravado de violación, en un juicio celebrado en el tribunal de primera instancia de Tampere. En esa ocasión, Sosa fue condenado a tres años y medio de cárcel.
El sexto voleibolista, Dariel Albo Miranda, fue puesto en libertad sin cargos durante el juicio y regresó a Cuba.
Los cinco deportistas condenados ingresaron en prisión, pero todos apelaron sus sentencias al no estar de acuerdo con el fallo judicial. El juicio de apelación comenzó en mayo de este año y en él un tribunal de apelación de la ciudad finlandesa de Turku absolvió a Sosa y ordenó su inmediata puesta en libertad.
Las condenas de los otros cuatro jugadores fueron rebajadas: la pena de Abraham Alfonso Gavilán fue reducida a un año y tres meses; la de Rolando Cepeda Abreu, a dos años y medio; la del pasador Ricardo Calvo Manzano, a tres años y medio; y la de Osmany Uriarte, a cuatro años.
Como Alfonso ya había cumplido más de la mitad de su sanción al momento de ser rebajada su condena, el joven atacador fue liberado de la cárcel junto a Sosa.
Desde la sentencia inicial, Cepeda, Calvo y Alfonso habían cumplido su pena en una instalación carcelaria de Kylmäkoski, cerca de Tampere; mientras Sosa y Uriarte lo hacían en Turku, a 230 kilómetros de distancia entre sí.
Entrevistados por Stefano Arcobelli, cronista del diario italiano La Gazzetta dello Sport, los voleibolistas afirmaron haber recibido la visita del embajador de Cuba en Finlandia y del presidente de la Federación Cubana de Voleibol, Ariel Saínz. Además, coincidieron en que han enfrentado “un ambiente hostil”, con “prejuicios”, y reconocieron que lo sucedido aquella noche de julio les arruinó la vida.
Arcobelli, quien fue a verlos personalmente a Finlandia, dijo en marzo al periodista Miguel Hernández que “ser cubano ha influido negativamente con ellos”. En su opinión, el ADN resultó una “prueba crucial” en contra de los acusados junto al testimonio de la demandante, quien acorde a la reconstrucción de la policía finlandesa fue forzada a tener sexo con los cinco.
Uriarte, quien fue el primero en conocer a la mujer, recalcó entonces al cronista italiano que no tuvo relaciones sexuales con ella y deseó “que la apelación nos dé la posibilidad de aclarar lo sucedido”.
Por su parte, Sosa lamentó a Arcobelli la manera en que se desarrollaron los acontecimientos. “Estábamos comenzando otra historia para el voleibol caribeño –dijo–. Ahora estamos sepultados, abandonados”.
Los cinco jugadores formaban parte del equipo cubano de voleibol clasificado a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Por esta razón, el elenco de la Isla debió acudir a la cita con una plantilla forzosamente renovada y con un nuevo director técnico, tras la destitución de Rodolfo Sánchez y su cuerpo de entrenadores luego de los sucesos de Finlandia.
EFE / OnCuba