Yarisleidis Cirilo y un deseo dorado en París

Yarisleidis Cirilo ha cumplido con la mayoría de sus metas a sus escasos 22 años. Ha ascendido paso a paso a un ritmo vertiginoso de paletadas que le ha abierto el camino a múltiples podios en las competencias de mayor caché a nivel mundial y ahora, para completar la lista de deseos, queda la conquista de la medalla olímpica, la de oro.

El estadio náutico de Vaires-sur-Marne es el escenario en el que la guantanamera lucha por completar el ciclo, pues los retos en Copas del Mundo, Juegos Panamericanos y Campeonatos Mundiales ya los ha vencido con creces.

Fue en 2021, en Copenhague, cuando Cirilo y su compañera de entonces, Katherin Nuevo, se convirtieron en las primeras piragüistas de la isla en subirse a un podio de Campeonatos Mundiales. En esa cita se hicieron con el bronce en los 500 metros y la plata en los 200.

Al año siguiente, como muestra de su crecimiento, se coronaron en las aguas de Halifax, Canadá, en los 200 metros. A esas alturas, el sexto lugar de lid olímpica de Tokio sabía a poco, pero lamentablemente la dupla se disolvió y Cirilo tuvo que consolidarse en la canoa monoplaza, en la que se centran sus mejores posibilidades en París.

Así lo demostró hoy al surcar como un torbellino las aguas de Vaires-sur-Marne, donde lideró su heat eliminatorio y avanzó directo a semifinales con el segundo mejor tiempo de todas las competidoras. La cubana marcó territorio y se postuló entre las favoritas a vencer en la eléctrica prueba.  

Reconocida como la mejor atleta de 2022 en Cuba, desde hace bastante tiempo la chica del Guaso viene dando señales de consolidación en el C-1, aunque fue en 2023 cuando logró consagrarse monarca del orbe en Duisburg, Alemania, donde superó en la regata decisiva, entre otras, a la campeona olímpica estadounidense Nevin Harrison.

Semanas después subió a lo más alto del podio en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023 y culminó el año repitiendo como la mejor atleta de Cuba.

2024 no ha sido prolífico en cuanto a competencias y lo que más resalta es la medalla de bronce en la Copa del Mundo de Szeged, Hungría, celebrada en mayo.

Allí la campeona mundial dominó la clasificatoria, otra vez por delante de la titular olímpica Harrison, pero en la final se vio superada por las canadienses Katie Vincent y Sophia Jensen, quienes estarán también en París.

No obstante, a pesar del poco bagaje competitivo, los canoístas cubanos han realizado distintas bases de preparación en el extranjero y, según declaró en televisión nacional el comisionado de canotaje Alejandro Hamze, Cirilo “ha mejorado en todos sus indicadores, en especial la fuerza máxima, que es fundamental para su evento, y el índice de desplazamiento de su embarcación es de los mejores del mundo”.

Evidentemente, la porfía por el título en París no será fácil. Vuelven a perfilarse como aspirantes representantes de Canadá, Estados Unidos, China, España, Chile… que centran las esperanzas en atletas que la cubana ya conoce muy bien.

La estadounidense Harrison (22 años al igual que Cirilo) arrancó fuerte la defensa del trono con el mejor tiempo de los heats eliminatorios. En su palmarés destaca un bicampeonato mundial (2019 y 2022), así como un cetro panamericano alcanzado en Lima.

Tras su victoria en Tokio afrontó problemas físicos y personales que la hicieron perder algo el norte e incluso necesitó ayuda especializada. Sin embargo, ahora con un nuevo entrenador, aspira a retener su título, y ya demostró en el estadio náutico de Vaires-sur-Marne que está en perfectas condiciones.

“Si continuaba en ese espacio mental negativo y realmente era un completo desastre, no iba a alcanzar mis objetivos. Y luego iba a desperdiciar todo este tiempo persiguiendo algo que estaba arruinando por mí misma.

“Creo que un buen motivador es conocer la sensación de ganar un oro…  Sé exactamente cómo se sintió eso, y eso es exactamente lo que quiero sentir de nuevo. Entonces es como saber el sentimiento que estoy buscando, lo cual es útil”, dijo Harrison.

Por otro lado, están las fuertes piragüistas canadienses Katie Vincent y Sophia Jensen, quienes comenzaron pisando el acelerador en París para dominar sus regatas preliminares. Vincent, oro panamericano y un bronce olímpico en la biplaza a 500 metros, exhibe nueve títulos mundiales, aunque solo uno, en Copenhague 2021, fue en el C-1 a 200 metros.

Jensen, con una trayectoria más discreta, fue bronce en los juegos continentales de Santiago de Chile en los 200 metros y ya sabe lo que es ser campeona y subcampeona mundial, pues en Halifax 2022 se hizo con el oro en el C-4 a 500 metros y la plata en el C-1 en la misma distancia.

Otras rivales de renombre son las ibéricas Antia Jácome y María Corbera, y la chilena María Mailliard, todas ya con puesto seguro en las semifinales de París. Por otra parte, la china Wenjun Lin, quien tendrá que competir en cuartos de final, es otra rival de consideración.

Jácome escoltó a Cirilo en Duisburg (2023) y repitió el subtítulo mundial logrado en Copenhague (2021). Junto a Corbera, subcampeona de los 200 metros en Halifax (2022) y los 500 en Duisburg, conforma una dupla de cuidado en el C-2.

Entretanto, la china Wenjun Lin fue la medallista de bronce en la canoa monoplaza a 200 metros en Halifax y Duisburg, al tiempo que exhibe par de títulos en el C-2 a 200 y uno en el C-4 a 500.

Por último, no se puede descartar a la chilena Mailliard, quien posee dos oros mundiales, aunque se destaca en distancias más largas. En la canoa monoplaza a 200 metros la sudamericana secundó a Harrison en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y a Cirilo en la cita continental celebrada en su país, en 2023.

Ante tal panorama, la cubana sabe que a día de hoy lidera las apuestas para adelantar a todas estas laureadas contrincantes, pues en la distancia olímpica pocas cuentan con el aval para causarle problemas.

Cirilo ha repetido en numerosas ocasiones que no hay presión y así ya lo demostró en la Ciudad de la Luz. Con una arrancada potente y un remate todavía más sólido, la guantanamera comenzó esta nueva experiencia olímpica en calma y con una sonrisa dibujada en su rostro. Si logra sacar su bote a toda máquina, el próximo sábado pudiera sumar a su palmarés la presea olímpica que le falta.

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