Trató de levantar 160 kilogramos en el envión, y perdió el control de la pierna y se le dislocó el hombro. Luego no pudo más, aunque intentó dos veces alcanzar el oro. El esfuerzo le bastó para el bronce, pero no se conforma con aquel resultado en el mundial de Levantamiento de Pesas celebrado en Francia en 2011, ni la discreta actuación en los Juegos Olímpicos de Londres 2014, cuando estuvo enfermo y terminó séptimo. Yoelmis Hernández Paumier, quiere más.
Al muchacho se le nota la ambición (en el buen sentido) de los deportistas. No le son suficientes las tres medallas del orbe (Plata, Turquía 2010; Bronce, Francia 2011; y Bronce, Polonia, 2013). Consciente de su capacidad para alcanzar un título, así se proyecta para este ciclo olímpico, aunque reconozca que este año no ha empezado al 100 por ciento.
Y es realmente difícil mantener un nivel deportivo, cuando escoges una disciplina como la halterofilia, aún con limitaciones que reducen el resultado de Cuba en competiciones internaciones.
“Nos faltan condiciones, topar más. Al año son pocas las competencias dentro del territorio nacional y mucho menos en el extranjero. Entonces esperamos a que otras naciones nos inviten para poder chocar con otros pesistas. Las bases de entrenamiento se caen porque no hay presupuesto y entonces la preparación no es la mejor. Al mundial de este año debe ir el equipo completo, y ojalá alguna vez también podamos participar todos en algunos Juegos Olímpicos”.
Tal vez a esta altura, Yoelmis hubiera sido uno de los integrantes de la nómina de los Piratas de la Isla de la Juventud, subcampeones en la más reciente Serie Nacional, o estuviera en el banco si no hubiera cambiado de deporte.
“Yo era pelotero cuando jovencito. Pero entonces el entrenador se va del país y nos quedamos sin alguien que preparara. Mis compañeros me embullaron a cambiarme de área, pero al principio no quería. Veía que ellos se iban en las tardes a levantar pesas y yo me quedaba repasando en el aula. No me gustaba aquello y como yo también quería salir en las tardes de la escuela, me fui para las pesas. Y desde entonces amo este deporte, y sin embrago, ya no me gusta el béisbol, aunque defiendo a Los Piratas y tengo una hermosa amistad con Michel Enríquez”.
Con siete plazas para hombre y dos para mujeres a los próximos Juegos Panamericanos de Toronto, en julio próximo, Yoelmis es el único que tiene un cupo asegurado.
“Hay muchos muchachos jóvenes a quienes hay que apoyar, y el que me vean como una de las principales figuras es también un compromiso con ellos. Por eso en estos meses intensifico mi entrenamiento para llegar a los Panamericanos en óptimas condiciones y que el resto del team haga lo mismo”.
Pero más que ese trabajo colectivo, su principal propósito es alcanzar un título mundialista o subirse al podio de unos Juegos Olímpicos, metas que le apuran, teniendo en cuenta sus 28 años.
“Me falta esa medalla de los JJOO y creo que en este ciclo he comenzado bien. El campeonato mundial a efectuarse en Houston, Texas, en noviembre de 2015, es el último clasificatorio a las competencias de Brasil 2018. Tengo una beca que me posibilita participar en esos certámenes, pero primero hay que hacerlo bien en el mundial. Una presea en los JJOO sería un sueño hecho realidad, y creo que puedo obtenerla”.
Yoelmis Hernández, así lo dice, no siente tener rivales de cara a los Panamericanos de julio próximo en Toronto, Canadá.
“Yo no tengo rivales. Creo que mi principal rival es la plataforma y las pesas, aunque si hablamos de atletas, los pesistas de Colombia están bien preparados y junto a mi compañero de equipo Yadiel Núñez Quesada son los más fuertes en mi división (85 kg)”.
Seguidor de Idalberto Aranda, porque “él hacía una ‘salvajá’ en envión, y ese es el ejercicio que más le gusta, quiere que los cubanos confíen en él, aunque la halterofilia no sea una disciplina de gran popularidad, a no ser en aquellos amantes del fisiculturismo.
“Queremos que el pueblo confíe en los pesistas cubanos, que siempre hacemos todo lo posible para alcanzar un lugar en el podio”.