Una de las emblemáticas Leonas del Caribe del voleibol mundial ya terminó con Rusia. Su rodilla izquierda se hizo añicos por nuevas y viejas lesiones, pasó factura y no habrá más contratos con el Uralochka-NTMK que capitaneaba desde 2012.
Su segundo retiro, después de jubilarse de la selección nacional tras los Juegos Olímpicos de Beijing, es el definitivo. Yumilka Ruiz, la que tomó el batón de Mireya Luis como timonel del equipo cubano, y sumó a su palmarés las medallas de oro olímpicas de Atlanta-1996 y Sydney -2000, el bronce de Atenas-2004 y el poco deseado cuarto lugar de Beijing-2008, se operó en La Habana en diciembre último.
“Va muy bien el proceso de recuperación, pero ya, sí, es mi adiós a la cancha como jugadora y estoy lista para lo que mi país me necesite”, estima la relevante atacadora camagüeyana de 37 años, poco después de asistir a la Sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) en Kuala Lumpur.
Tiene la experiencia de haber jugado bajo la tutela de dos eminentes profesores de escuelas y estilos diferentes: el cubano, y flemático, Eugenio George y el ruso, y temperamental, Nikolai Karpol.
En el diálogo con OnCuba, breve pero abarcador, pasó revista, por supuesto, a la crisis del voleibol nacional en este caso el femenil potenciada, según ella, por un relevo que no supo aprovechar la base creada por sus antecesoras, la influencia perjudicial de “factores externos” (que no identificó) vinculados directamente a este deporte y la emigración de jugadoras por diferentes razones.
El panorama muestra voleibolistas diseminadas en ligas por el mundo. Algunos casos:
Liana Mesa (37 años) en Alemania,
Kirenia Reyna Martinez (27), Egli Sabin (24), Yanisei González (27), Rachel Sánchez (26) y Lisbet Arredondo (29) en Kazajstán,
Daymí Ramirez (32) en Turquía,
Yusidey Silié (31) en Azerbaiján,
Yusleni Herrera (31) en Brasil,
Regla Bell(45) en Filipinas,
Marta Sanchez Salfrán (36) y Zoila Barros (39) en Rumania,
Rossir Calderón (31) y Nancy Carrillo (29) en Rusia,
Kenia Carcacés (29) en Suiza,
Yaremis Mendaro (21) y Dayesi Massó(24) en Indonesia y
Dulce María Téllez (32) en Puerto Rico.
Claro que Yumilka también habló del panorama de hoy, con una selección carente de banquillo. Abordó el papel protagónico de la bisoña Melissa Vargas, un desafío para técnicos y médicos deportivos en la perspectiva de preservar su talento ante la sobrecargada exigencia actual. Pero también ruega porque la espectacular joven sepa consolidar una disciplina integral ahora que algunos se atreven a considerarla una presunta sucesora de la Luis o Regla Torres en medio de la sangría que afectado a los equipos criollos.
La estelar deportista, integrante de la Comisión de Atletas del COI desde 2008 y único miembro cubano de ese organismo olímpico en este momento, hizo una reflexión llamativa: nunca ninguna de las que formaron parte de lo más alto del podio olímpico del voleibol cubano han asumido como directores técnicos, comisionados o federativos.
La observación pudiera despertar criterios disímiles.
La primicia, por encima de cualquier consideración, siempre debería ser la del talento, no sólo en la esfera del voleibol, o del deporte, sino en la sociedad en general. Sería descabellado reemplazar a alguien con meritorios resultados olímpicos o mundiales, o que demuestra ir camino a ellos, sólo por cumplir dogmáticamente con normativas de ciertos equilibrios de géneros o procedencias territoriales o razas. Sin olvidar que hoy en el orbe hombres han comandado exitosamente selecciones nacionales o clubes, de mujeres.
Pero sí en el espectro nacional debería ser ley inexcusable encauzar el desarrollo de glorias con el carisma y la autoridad moral necesarias para que en un momento determinado puedan demostrar su competencia, más en situaciones en que los experimentos siguen fallando y la crisis galopando en disciplinas que no acaban de levantar cabeza y viven de pronósticos eternos, u otros que fueron príncipes y hoy “mendigos” en el ranking.
Tampoco se trata de una foto. Sí, porque en nuestro país hay quienes gustan resolver con fotos realidades inexistentes no sólo en el mundillo del deporte.
Años atrás por ejemplo recuerdo una gráfica en un importante diario nacional de algunas personalidades del deporte, creo recordar a Mireya Luis, al entrenador Gilberto Herrera, al boxeador Jorge Hernández, entre ellos, tras concluir un curso de comentaristas deportivos en un Instituto capitalino. ¿Y en qué paró todo? ¿En qué programa de radio o televisión hemos visto el fichaje de estas estrellas o de otros ex seleccionados nacionales? ¿Dónde los lees? Son numerosos los influyentes medios de comunicación en diversos países que cuentan en sus nóminas a grandes estrellas.
Hubo un tiempo, marcado sobre todo en los finales de los años 70, que un grupo de atletas no apostó por la Licenciatura en Cultura Física y Deportes –como abrumadoramente ocurre hoy– y se vieron figuras como el corredor Alberto Juantorena graduarse en Ciencias Económicas, los basquetbolistas Tomás Herrera en Ciencias Políticas y Jimmy Davies en Medicina; como también el garrochista Roberto Moré, el gimnasta Roberto León Richard en Psicología, mientras las puertas de la Facultad de Periodismo abrió sus puertas al futbolista José Francisco Reynoso, a los beisbolistas Pablo Díaz y Gabriel Ventura, al judoca Ricardo Lamas, al saltador de triple salto Juan Velázquez y a la esgrimista Irene Forbes, quizás la primera mujer del alto rendimiento dedicada al periodismo, por ilustrar con algunos ejemplos.
Época en la que hubo que sufrir la prematura muerte en un accidente de buceo en condición de pescador obligado por las circunstancias, tras ser apartado del mundo del deporte, de otro gran campeón internacional del sable, Francisco de la Torre, que vio así frustrado su título universitario y sus sueños de triunfar también en la prensa deportiva. Años después la estelar voleibolista Mercedes “Mamita” Pérez incursionó igualmente en esta carrera. Fue la prensa escrita la que acogió a los nuevos colegas.
“No sé cuál es el problema de que ninguna de nosotras dirige, ni es jefa técnica, ni entrenadora”, advierte Ruiz en alusión a las llamadas ‘espectaculares morenas’ sin dejar de reconocer los cargos de la Luis en la esfera del voleibol de playa; su toque de atención parece dirigido a nivel de federación nacional. “A lo sumo, Regla Torres llegó a tercera entrenadora del equipo nacional… y punto”, asevera.
Por primera vez, figura una dama en el cargo de vicepresidenta del INDER para ocuparse de la Educación Física en el sitio que ocupaba Alberto Juantorena. Pueden contarse con los dedos de una mano las que fungen como comisionadas nacionales y entrenadoras al máximo nivel. Federativas sólo hay dos: las ex deportistas Cecilia Juara, en gimnasia rítmica, y Carmen Aizpurúa, en kárate. En boxeo, si bien sobresale el número de 37 mujeres árbitros –aún sin categoría internacional–, sigue prohibido la práctica del pugilismo femenino, algo que pudiera ser tema de debate parlamentario. Nos preocupamos muchos, con razón, por beisbolistas que pasan de 30 años y merecen la oportunidad legalmente de probar sus virtudes en escenarios de mayor nivel y sin embargo a una chica que retorna de los Estados Unidos y quiere boxear por su país antes de cumplir 40, no le hacemos el menor caso.
En los deportes de conjunto, con la excepción de la Luis en el voleibol de arena, ninguna mujer dirige. Días atrás en una entrevista por la televisión, un hombre era presentado como el responsable del fútbol femenino dentro de la comisión nacional. No creo recordar a ninguna señora como directora técnica en deportes olímpicos como el voleibol, el baloncesto, el balonmano, el balompié, el polo acuático y hockey sobre césped. La indagación podría alcanzar a cuántas aparecen como entrenadoras en otras modalidades individuales. No cito al béisbol de mujeres porque no es olímpico ni creo lo sea en un futuro, y también me parece improbable que aparezca en el programa de los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
Pero también es un desafío para la propia fémina demostrar que puede en su radio de acción. Como asimismo podrían existir casos de ex deportistas que hayan rehusado altas responsabilidades por tener en sus proyecciones otros planes personales.
De cualquier forma, Yumilka Ruiz está de vuelta. Y se me antoja que cuenta también con condiciones para, en un futuro, entrar en la lista de candidatos para encabezar el Comité Olímpico Nacional.
los que dirigen en cuba las distintas federaciones o son entrenadores de equipos ,muchos no practicaron esos deportes ,son graduados? de cultura física, que por cierto según los comentarios que hay por ahí,dicen que se gradúan sin mucho rigor en sus exámenes ,sera verdad?y entonces dirigen mas por el librito que por experiencia,y muchas veces lo hacen mal
Yumilka, la mejor de todas, mi favorita. Pronta recuperación y éxitos.
Regla Bell con 45 anos todavia jugando cuando deberia estar dirigiendo o entrenando algun equipo ,pero con lo que les pagan en cuba ,es mucho mejor estar por tierras del mundo sacando algunas monedas
Si si si…”estoy lista para lo q mi pais necesite”..y porque no regresaste antes a la seleccion cubana q tanta falta le hacias…ahh no es mejor jugar en rusia y cuba q se las arregle….ahora ya no puedes jugar mas y quieres un puesto como “jefa” para segui comoda…
Muy buen artículo-entrevista. Debe prestarse especial atención al llamado de alerta que hace Yumilka sobre varios aspectos de nuestro movimiento deportivo. En lo que no coincido en lo absoluto, con el periodista, es en su defensa del boxeo femenino, por aberrante que me resulta esta disciplina para las mujeres; no se me ocurre otro calificativo… Por cierto, también me lo parece las Pesas femeninas y lamentablemente ya está oficializado en Cuba; por aquello de tratar de alcanzar todas las medallas posibles…