El director principal para el hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y asistente del presidente Joe Biden, Juan González, ha dado dos entrevistas recientemente en las cuales ha hablado sobre el estado actual y el posible futuro de las relaciones Cuba-EEUU. La primera vez con Juan Carlos López de CNN en español y después con Andrés Oppenheimer para The Miami Herald. Las dos veces ha sido un cubo de agua fría para quienes esperaban que con un triunfo demócrata se volvería fácilmente a la política de Obama con la Isla.
Lo que dijo Juan González fue tajante: Biden no es Obama respecto a Cuba. Pero Biden había asegurado antes de las elecciones que volvería a la política hacia Cuba de Obama. ¿Por qué esta posición ahora?
Porque, en primer lugar, y como siempre: Cuba no es algo central ni fundamental en la política de Estados Unidos, a diferencia de Estados Unidos que sí ocupa un lugar relevante dentro de la política cubana. El diferendo Cuba-EEUU es real, pero no igual para ambas partes. Solo hay que notar cuántas veces los altos dirigentes cubanos aluden a Estados Unidos y cuántas los estadounidenses mencionan a Cuba. Eso no quiere decir que “el diferendo” no afecte mucho a la Isla, sino que para Estados Unidos la inquietud es muchísimo menor. Casi siempre se relacionan con las elecciones en la Florida o con los juegos del poder en el congreso norteamericano, donde existen diez cubanoamericanos: tres senadores y siete representantes a la cámara federal. Y entre ellos, todos archienemigos del gobierno cubano, algunos actualmente muy poderosos, como el demócrata Robert Menéndez, miembro prominente del comité de relaciones exteriores del senado. Menéndez tiene la llave para que varios proyectos legislativos, domésticos e internacionales de Biden lleguen a buen fin. Y ya sabemos el lugar que lo “correcto” o lo “justo” ocupa en las prioridades de los políticos: siempre a la zaga de sus propios objetivos. El apoyo de Menéndez, junto a otros tres senadores también en contra del acercamiento Cuba-EEUU, como Marco Rubio, Ted Cruz y Rick Scott, es crucial para la política de consenso bipartidista que Biden dice que desea conseguir en la legislatura.
La primera señal de que las cosas no irían muy bien con Biden no me llegó por una “fuente confiable”, o el responsable análisis de algún columnista. Y me llegó muy pronto, apenas a los dos días de la victoria demócrata. Y vino desde La Habana. Fue el mensaje de “no felicitación” enviado por el presidente cubano Miguel Diaz Canel a Joe Biden, donde decía textualmente: “Reconocemos que, en sus elecciones presidenciales, el pueblo de EEUU ha optado por un nuevo rumbo. Creemos en la posibilidad de una relación bilateral constructiva y respetuosa de las diferencias. #SomosCuba #SomosContinuidad”. Ni un guiño, ni una carantoña.
Sin embargo, el anterior presidente cubano, Raúl Castro sí felicitó a Donald Trump cuando había ganado las elecciones, cuatro años antes. Qué cosas tiene la vida, ¿verdad? Porque Trump ha sido el presidente más agresivo contra el gobierno cubano después de Kennedy y su invasión de Bahía de Cochinos en 1961. Y se esperaba que Biden fuera el más comprensivo con Cuba, después de Obama, quien provocó un fenómeno mediático y político de entendimiento con Cuba que lamentablemente jamás se repetirá.
Biden no tiene ningún apuro por remediar las relaciones con la Isla, es más, posiblemente ni intención, porque desde que llegó a la Casa Blanca no ha hecho más que desactivar decenas y decenas de políticas de Trump, pero de las relacionadas con Cuba, ni una. A pesar de que lo prometió en su campaña electoral, Biden parece estar de acuerdo con la política hacia Cuba de su antecesor. La Isla se encuentra en una situación socioeconómica más dura que antes del deshielo con Obama, en que las reformas adelantadas por el estado cubano ya inspiraban un sereno optimismo y la apertura de las relaciones entre los dos países parecían bendecir ese optimismo… y como ahora la situación es más dura, el gobierno Biden decide esperar. No es la táctica de simplemente posponer lo menos importante por un interés nacional, es la táctica del sitio a una ciudad. Mientras peor están adentro las cosas, más calma, más excusas.
Y será cierto que Cuba no es importante para Estados Unidos, sino al revés. Que el problema no es de los americanos, sino de los cubanos. Juan Gonzáles también le dijo a Oppenheimer que estaban dispuestos a hablar con Cuba, pero que debían ver “cosas concretas” por parte del gobierno cubano antes “de perder el tiempo” en conversaciones “para volver completamente a la política de Obama”. ¿Cuáles son las cosas concretas que esperan escuchar del estado cubano? Hablando se entiende la gente, cuando hablan el mismo lenguaje. Y hasta ahora no ha habido ninguna noticia de que existan o vayan a existir dichas conversaciones. Nada raro por otra parte en el intrincado mundo diplomático.
Nosotros no hablamos el mismo idioma que los gobiernos norteamericanos, ni lo hablaremos. Si de eso dependenlas buenas relaciones, pues no las habrán. Si buenas relaciones implica hacer lo que ellos quieren, entonces no las habrán. Nosotros no tenemos que ceder en nuestros principios. Llevamos muchos años enfrentando la presión para que cambiemos y eso es lo que esperan. Todo el sacrificio, las dificultades, las carencias y hasta las muertes, no pueden ser en vano. No vamos a traicionar.
“…….. la actual administración estadounidense destina nuevos y mayores fondos a la subversión y pide a quienes desean acceder a los cotos privilegiados del imperio que rindan cuenta de cuanto hacen o dicen en las redes sociales. Por lo que callan y por lo que dicen algunos contra sus propios compatriotas, es fácil colegir quiénes aspiran a ganarse el penoso boleto. Apóstatas les llamaría Martí. Me pregunto si alguien cree que servir al que nos bloquea, ataca y obstaculiza nuestro desarrollo le abrirá por largo tiempo la pequeña puerta por la que les dan acceso a quienes reniegan de su raíz.
No vamos a limitar la creación, pero la Revolución que ha resistido 60 años por haber sabido defenderse, no va a dejar sus espacios institucionales en manos de quienes sirven a su enemigo, sea porque denigran cualquier esfuerzo por sobreponernos al cerco económico o porque se benefician de los fondos para destruir a la Revolución”
Díaz-Canel
Biden no ha hecho nada como tampoco lo hizo Clinton porque justamente apuestan a “cuánto peor, mejor”. Cuba representa poco económicamente, pero tiene valor simbólico: nos atrevimos a tratar de hacer algo diferente e independiente (que no lo hayamos conseguido es otra discusión). Por lo tanto, para ellos lo importante es derrotar al símbolo.
Por otra parte, el gobierno de Cuba, equivocadamente, apostó demasiado al entendimiento con Estados Unidos. En lo que hay que trabajar es en el desacople total, producir comida, mejorar el transporte, mejorar la distribución de agua y trabajar en otros modelos de felicidad que no pasen por consumir más porque del calentamiento global vamos a ser de los más perdedores.
Tienes toda la razón
Muchas personas votaron en la pasada elección creyendo en la promesas del señor Biden, que no es más que otro político que pinta villas y castillas con tal de ganar. Ya en el poder, las prioridades son otras y si queda en sintonía con la anterior administración en el tema Cuba, poco le importa. Termina bailando al son de los 10 anticubanos del Congreso que hicieron lo indecible por desacreditarlo (y ya vemos que lo merecía) y hacerse el gracioso con los votos de Florida que jamás se los va a ganar.
Pero bueno, así es la política norteamericana que tanto entusiasma a los que la ven como paradigma de democracia, no importa que bajo su zapato tengan a un pueblo noble como el cubano y que ni siquiera se dignen a reconsiderar las políticas criminales que mantienen.
Si Cuba no le interesa al gobierno de los Estados Unidos, o a esta nueva administración, por qué en los más de dos siglos del diferendo no han dejado de pensar en obtener la “fruta madura”, por qué desde el triunfo de la Revolución no han faltado de hostigar y promover el normal desarrollo del pueblo con un cruel y dañino bloqueo/embargo. Por qué apoyaron la invasión de Bahia de Cochinos, secuestraron pescadores, asesinaron jóvenes. Por qué inventan historias de ataques que la ciencia niega. Por qué persiguen bancos de otros países que propician el mercado internacional y los multan. Por qué existe una Ley Helms-Burton o Torricelly, o una de Ajuste Cubano. Por qué,hoy no se levantan las más de 240 sanciones adicionales al bloqueo, o se elimina la aplicación del Título III de la H,B. Es USA el pais poderoso, es quien daña, entonces, ¿es Cuba quien debe pedirle al amo que le perdone querer vivir libre, darle a su pueblo derechos a educación, salud y acceso a la cultura y el deporte? Raúl, quizá, saludo la llegada al poder de un gobierno que supuso mantener una relación “normal” después del deshielo. ¿Qué diferencias puede tener en lo que está haciendo hoy esta administración de haber recibido la salutación y parabienes del gobierno de la Isla? ¿Sus acciones de no cumplir promesas electorales es que se sienten “dolidos” por ese desplante? Considero que lo que está sucediendo respecto a Cuba, está más directamente ligado a la necesidad de no contrariar a Bob Menéndez, para poder llevar adelante sus agendas que le garantizarían un segundo mandato y mejorar la correlación en las próximas elecciones de medio término. Pero decir que Cuba no es de interés para Usa, entonces esto último qué es, además de lo expuesto antes.
Hace un par de meses, cuando los Bidenistas cubanoamericanos nos decían ¨Give the man a chance,¨ había que reconocer que había pasado poco tiempo en la Casa Blanca. Pero ya con las últimas señales queda claro: a este anciano, producto de la Guerra Fría, a este war hawk que siempre ha dicho que sí a la guerra, a este artífice del ¨Zunzuneo¨que en 2014 pretendía dar pie a una primavera árabe en la mayor de las Antillas, no le importan los cubanos de a pie, no le importa que las sanciones produzcan el ¨hambre y desesperación¨ que siempre fue su propósito. Ya es hora de que los que vivimos en EEUU nos demos cuenta de la realidad y que pongamos el grito en el cielo. A este veterano de la Guerra Fría hay que torcerle el brazo YA. Hay que crear la presión política que lo obligue a hacer lo humanitario y levantar las sanciones en época de Covid. Porque ya está clarísimo que el sufrimiento del pueblo cubano no le importa un bledo.
Para q una ideología triunfe lo primero es q su pueblo sea feliz, y lo segundo es q ese mismo pueblo feliz este viendo constantemente el sufrimiento del pueblo q tiene una ideología diferente. Por tanto Cuba es ese ejemplo al q los americanos mantienen por q a los precidentes de EEUU no los eligen los cubanos por lo q no tienen ninguna responsabilidad con nosotros. Lo q mas roña me da es q nuestro propio gobierno prefiere vernos sufrir heroicamente q ver a nuestro pueblo feliz.
¿y que ud quiere ser o k seamos,adulones .Voy a su casa a mandar y que ud me adule recuerde a MACEO.NO NOS ENTENDEMOS.
No no nos entendemos!!! Guarde usted ese documento y con el todos sus argumentos implantado y pience libremente. Tanta culpa piene el q mata la vaca como el q aguanta las patas. Cuando un pueblo emigra los gobernantes sobran. No sigan defendiendo los males de cuba detras de el boqueo de los hijos de putas millonarios de usa mantienen. Si estudiaste deberías saber q Alemania luego de perder la primera guerra mundial fueron sometidos a un boqueo Económico Político y Social terrible y ningun país en su sano juicio quería tener relación ni política ni económica con Alemania. Aún así se las arreglaron para convertir el país en la primera súper potencia mundial y causar la pesadilla a todo el mundo. Cuando se quiere se puede!!! No defiendo ni el comunismo, ni el capitalismo, ni mucho menos cualquier otro tipo de gobierno del cual mas del 50% de su población aborrece. Los gobiernos y gobernantes son un mal necesario q tenemos q tolerar los ciudadanos para no caer en la anarquía. Exigir a mi gobierno es mi derecho porque mis gobernantes deberían estan en su cargo por q yo quiero o por q quiere mas de el 50% de mi población hasta q eso no suceda en cuba de mi boca sale Viva Cuba pero jamás Viva la Revolución
Yo estoy totalmente de acuerdo con las promesas falsas que hizo Biden para lograr votos y se pasaba el tiempo llorando en los discursos sobre sus tragedias personales para dar lástima el dijo que iba a seguir la política de Obama y por eso ganó y después no habla de los pobres cubanos es un hipócrita como Trump en el año 1998 trato de illegalmente poner hoteles en Cuba el Quinta Avenida en Miramar y el Inglaterra campos de golf en Varadero ahora usan la excusa que Biden con la CÍA van a investigar la mentira de de Trump con la CÍA un pretesto desde 2017 no encontraron nada ademas de ser los responsables de las torturas en la base de Guantánamo cuando Buch esta es otra lección de vida