La noche después de aceptar la nominación republicana, Donald Trump reanudó la campaña para la reelección como si la pandemia de coronavirus no estuviera ahí. Reunió a cientos de partidarios en un hangar de un aeropuerto. Pero reconoció por primera vez la posibilidad de una derrota.
“Si Biden gana, lo que honestamente no puedo creer que suceda, habré perdido ante un individuo de bajo coeficiente intelectual”, dijo Trump a una multitud de fanáticos reunidos en el Aeropuerto Regional Manchester-Boston. Lo había dicho por primera vez en 2019, pero como posibilidad. Ahora fue categórico.
Su posición ha consistido en afirmar que “la única forma en que vamos a perder esta elección es si está amañada”.
Sus partidarios estaban en el lugar hombro con hombro, la mayoría sin nasobucos, esos que, según los expertos en salud, pueden ayudar a prevenir la propagación de la COVID-19, que ya ha causado la muerte de más de 181.000 estadounidenses. Ayer viernes se reportaron en el país más de 45.000 casos nuevos.
Sin embargo, Trump parecía ansioso por reunir a más personas en su evento, y se jactaba de que al acercarse al aeropuerto había visto a “miles y miles” de partidarios, a los que se les negó la entrada por problemas de salud.
Trump dedicó buena parte de sus comentarios al tema que su campaña identifica como la mejor apuesta para ayudarlo a superar las desventajas en las encuestas, deschabando a las “ciudades controladas por demócratas en las que las protestas a veces se han vuelto violentas”. “Las diez ciudades más peligrosas de Estados Unidos están dirigidas por demócratas”, dijo Trump.
Una de esas ciudades es Washington, D.C., donde los manifestantes interrumpieron a los partidarios de Trump que abandonaban la Convención Nacional Republicana, celebrada esta semana.
El presidente, sin embargo, estaba en Manchester por una razón. Un promedio de encuestas recientes muestra que Biden lo aventaja por 9,7 puntos en New Hampshire, aunque los republicanos han expresado su confianza en poder ganar en noviembre.
Este McDonald Trump-o-Loco es tan, pero tan estúpido que no se da cuenta que el que tiene un bajisimo coeficiente mental es el, un perfecto anormal. Pobre pueblo estadounidense si lo vuelven a reelegir.