CBS y otras cadenas proyectaron hoy viernes que el presidente electo Joe Biden ganó Georgia, convirtiéndose así en el primer candidato demócrata que triunfa en ese estado desde que Bill Clinton lo logró en 1992. Esta victoria le da a Biden 16 votos electorales más, con lo cual llega a 306.
Los candidatos presidenciales demócratas han estado acortando la brecha con sus rivales republicanos en las últimas elecciones. Pero ninguno, en efecto, había repetido la hazaña de Clinton de hace casi 30 años cuando derrotó a George Bush. Barack Obama estuvo cerca de lograrlo. En 2016 Hillary Clinton se acercó un poco más. Biden llegó a la meta.
En Georgia, Trump había alcanzado una ventaja temprana, pero Biden se adelantó a medida que se contaban los votos de Atlanta y sus suburbios, una de las constates en un país partido en dos.
La victoria del demócrata en este terrritorio constituye un caso similar al de Arizona, si bien con características específicas. El corrimiento hacia el lado opuesto significa que el presidente electo no solo recuperó los estados de la llamada Pared Azul, que Hillary Clinton perdió en 2016, sino que también le añadió dos tradicionales bastiones republicanos: Arizona y Georgia. Trump no pudo lograr nada igual en estas elecciones.
Analistas y expertos varios coinciden en señalar que la victoria de Biden la determinó su dominio en Atlanta, Savannah y los suburbios crecientemente favorables a los demócratas. Biden fue impulsado por la alta participación de los votantes negros en Atlanta y de los blancos en los condados suburbanos.
El éxito histórico de la candidatura demócrata también lo ha determinado un renacimiento de la base, un electorado que se diversifica rápidamente.
Hace dos años, durante las elecciones de medio término, la demócrata Stacey Abrams se quedó corta en su candidatura a gobernadora al perder ante el republicano Brian Kemp por 1,4 puntos porcentuales. Su campaña, y el trabajo que ha realizado desde entonces se ha centrado en sacar a las urnas a los votantes demócratas indiferentes al voto en ciclos anteriores.
“Hemos estado trabajando en esto durante más de una década. Y ha habido docenas de organizaciones y cientos de personas que han hecho de esta tarea su misión principal”, dijo Abrams a Jake Tapper de CNN. “He tenido el privilegio de poder aportar recursos, tanto antes de las elecciones de 2018 como luego de los 40 millones de dólares que pudimos gastar en 2018 para construir una infraestructura demócrata que puede que no me haya dado la victoria en 2018, pero que ciertamente arrojó una victoria esta semana”.
Por su parte, el presidente Trump logró imponerse en Carolina del Norte y obtener sus 15 votos electorales. Con ello suma 232.
En ese estado los votantes afroamericanos rompieron los récords de votación anticipada semanas antes de las elecciones. Pero a pesar de un impulso significativo y tardío de los demócratas para motivar a afoamericanos y latinos, Trump fue más eficaz a la hora de motivar a su base de votantes rurales y de la clase trabajadora blanca.
El margen de Biden en Georgia se sitúa en poco más de 14.000 votos, o sea, 0,3 puntos porcentuales. El de Trump en Carolina del Norte es de más de 73.000 votos, es decir, 1,3 puntos porcentuales.