En el auto de Edith Massola llegamos al Hotel Nacional. En el asiento trasero hay varias revistas y tres paquetes de galletas saladas. En el cristal de atrás hay pegado un cartel que dice Sí…Soy yo. Según Edith, cuando compró ese auto (carta de autorización mediante) todos los que estaban destinados a trabajadores del ICRT eran iguales. A ella le venía bien tener un cartel así, para reconocer en el parqueo cuál era el suyo.
Cuando llegamos al Hotel, Edith ve a los valet parking con sus uniformes, y le da por hacer lo que la gente de caché hace en las películas cuando llega a un hotel: saluda a uno de los parqueadores y le entrega las llaves para que sea él quien lo lleve a estacionar. Salimos del auto entonces. El señor se monta y desaparece.
Como Edith Massola conoce a tanta gente, no es raro que también conozca a alguien en el Hotel Nacional. Después de dar un paseíto por los jardines, agarra su Iphone 6 y hace algunas llamadas. A los poco minutos aparece una mujer en uniforme. Edith la saluda y le dice:
–Hemos elegido tu hotel para hacer esta entrevista. Y tú nos vas a elegir a nosotros para un cafecito, ¿verdad?
Lo dice con una sonrisa. Medio en broma, medio en serio. De cualquier forma en menos de 20 minutos ahí están los cafés. Edith Massola, actriz, presentadora de televisión, 47 años, fumadora compulsiva, parece ser una mujer agradable.
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Estudió Danza. Su debut en el cine sucedió cuando Orlando Rojas hacía el casting para el largometraje Una novia para David, y necesitaba una bailarina. Hasta el último momento compitió por el papel con la hermosa Jackeline Arenal, entonces estudiante de ballet. Después trabajó, entre otro filmes, en Nada, La noche de los inocentes, El cuerno de la abundancia, Contigo pan y cebolla.
Ha incursionado en el teatro musical. De vez en cuando ha cogido un micrófono y ha cantado. En la televisión se le recuerda en novelas como El año que viene, Al compás del son, Salir de Noche, y muchas otras. El público cubano la vio trabajar en shows populares como Sabadazo. Pero el programa 23 y M es el que la ha consagrado como personaje popular en Cuba. 23 y M, desde 1998 el espacio de la farándula en la Isla, “la esquina de la fama”; un show de sábado en la tarde donde Edith es la anfitriona. Por ahí pasa “todo el mundo”.
Tuvo que sustituir de un día para otro al popular presentador Carlos Otero, que a los tres meses de iniciado el proyecto había decidido no seguir con él. Tenía 29 años, y acababa de parir hacía dos meses a la más pequeña de sus dos hijas.
En 23 y M Edith ha creado su estilo personal de conducir. Mucha risa, mucha soltura, mucha confianza con el artista invitado. Dicharachos. A unos les gusta, a otros no. A unos les parece la mujer más natural del mundo, a otros, la más montada.
–¿Por qué hay gente en Cuba sigue teniendo la impresión de que eres una persona “plástica”?
–Por lo general, lo que en realidad creen que soy es lo opuesto a “plástica”. La palabra “plástica” es para quienes siempre están en una pose. Yo sería (según la creencia popular) lo opuesto: payasa, vulgar. Esas son cosas con las que arrastro, porque la gente te pone etiquetas sin conocerte. Pero no me importan. No me detengo en ellas.
Un sábado que coincidía con el Día de los Niños, a Edith se le ocurrió vestirse de payasa en el programa. Con colorines y nariz roja y todo.
“Era para hacer algo diferente en esa fecha. Por poco se muere la gente del ICRT. ¿Cuándo tú has visto a una presentadora de televisión que es “plástica”, acceder a vestirse de payasa?”
–¿Tu intención era decirle simbólicamente a alguien que eras payasa si querías serlo?
–No. No me detengo en eso. Pero cuando ya estaba vestida así, me dije: “Bueno, ya que yo soy una payasa para muchos, hoy voy a realizar sus sueños”.
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Edith Massola siempre llega tarde a los lugares porque piensa que el tiempo le va a alcanzar para todo. Los recordatorios pegados en el refrigerador no le funcionan. Duerme poco y tiene ojeras, por eso ha venido con unos espejuelos oscuros.
Como a todo el que no le alcanza un solo salario, además de su trabajo fijo en el ICRT como conductora de 23 y M –y cualquier otro trabajo que cae en el cine o el teatro–, anima shows en el Salón Rojo del Hotel Capri en las madrugadas. A las 12 de la noche se levanta y sale a trabajar. No es ni remotamente lo farandulera que parece en su programa.
–No tengo tiempo de ocio. Cuando no tengo nada que hacer, lo único que quiero es dormir, y casi no lo logro.
Criada en Centro Habana hasta los doce años, específicamente en el barrio de Los Sitios, Edith hacía lo que cualquier niño de su edad.
–Me decían biyaya. Yo era de jugar juegos de varones. De treparme en las matas, de hacer competencias de carrera. En las piernas tengo las huellas.
Sus padres, profundamente comprometidos con el proceso revolucionario, trabajaban en Propaganda y Publicidad en el Partido Comunista, y eso los mantenía bastante ocupados. Por eso Edith cree que si le hubieran dedicado más tiempo a guiarla hacia una vocación, habría comenzado desde más pequeña a perseguir algo concreto en su vida.
–Quizás por eso es que ahora quiero hacerlo todo, para recuperar el tiempo.
Un día abrió el periódico, cree que el Juventud Rebelde, y vio la convocatoria para estudiar Danza en la Escuela Nacional de Arte. Como su vocación de bailarina ya había tenido una feliz primera etapa en las fiestas del CDR y algunas Casas de Cultura, se presentó a los exámenes. Su segundo apellido, Mederos, la ayudó a entrar a la escuela.
–Hay un bailarían cubano de apellido Mederos, y en la escuela pensaron que yo era familia suya.
–¿Y eso te ayudó a entrar?
–Claro que me ayudó. Ernestina Quintana, una bailarina que estaba allí, me preguntó si yo era sobrina de Mederos y yo respondí que sí. Me preguntó cómo estaba mi “tío” Mederos, y yo dije que estaba de lo más bien. Parece que entre ellos llegaron al acuerdo de que a la sobrina de Mederos había que ayudarla.
Excepto su papel en Una novia para David, la mayoría de los trabajos que más han satisfecho a Edith, los ha obtenido porque la persona que estaba falló a última hora, o porque se enojó con el director de la obra a última hora, o por razones similares.
–¿Eso no te ha hecho sentir plato de segunda mesa?
–Para nada. A mí lo que me interesa es hacerlo. Demostrar que puedo hacerlo, que fue un error no haber pensado en mí antes.
–Tengo la impresión de que como actriz le gustas más a la gente que como cualquier otra cosa en la que has incursionado. ¿A ti qué te gusta más hacer?
–Actuar. Eso es lo que realmente exige de mí. Lo demás no es otra cosa que conversar. Ser yo misma.
–¿La Edith que vemos en 23 y M es entonces tu verdadera personalidad?
–Sí. Por lo general. Trato de hacerlo de esa manera. No desprecio el trabajo que hago en el programa, pero es más bien la necesidad la que me ha llevado a estar ahí. ¿Cuántos actores hay que no tienen nada más que hacer?
Cuando Edith Massola se mudó de Centro Habana para el Vedado, ya había empezado a sentir la necesidad de hacer algo concreto con su vida.
–Recuerdo Los Sitios con tremendo agrado, pero decidí que quería salir, que no estaría sentada ahí mirando la vida pasar. A veces, si ando por La Habana y voy a la tienda Ultra, por ejemplo, bajo hasta el barrio y me encuentro a las mismas personas en la misma postura de cuando me fui hace más de 30 años. Es como si el tiempo no hubiera transcurrido. Están con la misma lycra, el mismo cerquillo, los rolos. La vida para ellos no cambió porque eligieron quedarse ahí.
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Muchos se han roto la cabeza durante años intentando saber, con el problema tan grave que es en Cuba comprar ropa, de dónde saca Edith Massola tanto trapo para no repetirse en los casi 60 programas que se graban al año.
–La gente no se ha fijado bien, pero yo me hice durante mucho tiempo como una especie de uniforme, con una base negra. Lo demás era lo que me podían dar mis amigas, que me lo ponía arriba. Para mí el color negro era algo neutro, de modo que la ropa no destacara, y no supieran que eso ya me lo había puesto. Entonces me regañaron por vestirme siempre de negro. Como aquí vivimos con tanta preocupación, quizás pensaron que eso era un signo de protesta o algo así. No se les ocurrió pensar que era porque como nadie me daba ropa y yo tenía que inventar.
–¿Son muy feos los vestuarios del ICRT?
–No hay vestuarios en el ICRT. Si además de todo lo que yo tengo que asumir en la semana, tengo que tener un espacio para buscar una ropa que me acomode, esa no soy yo. No me puedo detener en la ropa. Quizás si yo tuviera un cuerpo espectacular, dedicaba dos días de la semana a buscar el vestido con que causar sensación, porque no dejo de tener esa vanidad femenina. Pero yo sé el cuerpo que tengo. No soy ciega. Sé que la ropa ajustada no me va a quedar tan bien, que deberé tener mucho cuidado al sentarme. Eso me desespera. Y prefiero vestirme con lo que es cómodo.
Edith cuenta la historia de una fanática suya que vino a La Habana a conocerla desde un pueblito del interior. La muchacha, de unos 17 años, llegó a La Habana acompañada por su madre.
–No se me olvida que se desmayó cuando me vio en vivo en la peluquería del Hotel Habana Libre, donde yo me arreglaba el pelo.
–¿Cómo que se desmayó?
–Sí
–¿Al verte?
–Sí. Yo pensé que era una broma, que se estaba burlando de mí.
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Probablemente Edith Massola sea la única presentadora con un espacio fijo en la Televisión Cubana que ha podido hacer un programa en Miami, sin tener grandes complicaciones por eso. En junio de 2015 Carlucho, un humorista cubano radicado en Miami, tomó unas vacaciones como presentador del show El Happy Hour, del Canal 41, América Tevé.
El productor de El Happy Hour es Julio César Leal, el primer director que tuvo en 23 y M. Según Edith, fue a Carlucho a quien se le ocurrió que ella podía sustituirlo temporalmente.
–Imagino que fue una elección inteligente, porque si él sabe mi modo de pensar y actuar como persona, podía confiar en mí antes de elegir a alguien de Miami, con quien quizás sí estaba corriendo un riesgo.
Algunos dicen que Edith puso como condición que no se le abordara sobre temas de política, tan sensibles en el exilio cubano en la Florida y tan frecuentes en programas humorísticos como ese. Durante 15 días consecutivos Edith condujo el programa, y compartió con los actores y el equipo técnico, en su mayoría de cubanos radicados en Miami y con los que ya había trabajado antes en Cuba. El rating de audiencia del programa subió durante esas 10 emisiones.
–Creo que me fue bien porque no jugué con dobles intenciones. Respeté lo que creía cada cual, sin imponerme. Mi objetivo no era hacer campañas ni sindicatos. Hubo quien pensó que yo quería ir a “serrucharle” el piso a Carlucho. Yo solo iba a sustituirlo en unas vacaciones, y eso fue lo que hice. Trabajé muy cómodamente y fue fácil la inserción.
–¿Te gustó?
– Claro. Sobre todo por la facilidad de que, si tienes una idea, la puedes ejecutar inmediatamente. Es un estudio con otras condiciones. Te puedes mover de un lado al otro. Bailar, caminar, correr. Después Carlucho me dijo que quería venir a hacer mi programa en Cuba. Yo le dije que en cuanto pudiera, yo lo esperaba.
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Hay un spot de televisión en el que aparece Edith entrando a hurtadillas en la peluquería del Habana Libre, escondiéndose de los fanáticos, y después de peinarse, sale reluciente, agita el pelo, y tropieza con la señalización que dice 23 y M. Este es uno de los tantos que ella misma inventa para su programa. Le gusta la parodia y la ironía.
–Hay momentos en que he estado muy triste. Y me doy cuenta de que hay que reírse, porque la risa es capaz de sustituir cualquier amargura. De verdad. Esas cosas me divierten. Disfrazarme, reírme.
–¿Qué cosas te deprimen?
– Todo lo que ataña a mi familia para mal me aplasta. La imposibilidad de realizar algo de mis hijas, de ayudar a alguien. Lo que no está en mis manos, lo que no depende de mí, me mata.
–Uno de esos spots tiene una cancioncita que dice: “Mejor andar con Edith Massola, que andar mal acompañado”. ¿Eres una buena compañía?
–Eso dicen. Tiene que ver con mi carácter. Me gusta que todo lo que me rodea sea armonía.
–¿Tienes muchos amigos?
–Muchos.
–¿Y enemigos?
–Debo tener un montón. Desde el momento en que alguien me califica de “plástica” sin conocerme, es un poco como si me hiciera la guerra. Hay personas con las que actualmente me llevo, y me han dicho que antes de conocerme no me soportaban. También tengo amigos que me han llamado para preguntarme: “¿Ya quemaste la blusa?”. Y yo: “¿Qué blusa?” Y ellos: “La que te pusiste el sábado, Edith”. Me regañan y me mandan a quemar esas cosas delante de ellos, para tener la certeza de que no me las voy a poner más.
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La última vez que Edith invitó al conocido músico David Calzado a su programa, los medios se le echaron encima a la Massola por reírse de un comentario de su invitado, según el cual ninguna cantante cubana estaba en condiciones de ser parte de su banda. Los medios dijeron que Edith era antifeminista, etcétera.
–¿Estuviste al tanto de todo lo que se publicó sobre eso?
–A mí me hicieron llegar una entrevista ficticia súper divertida a David Calzado, parodiando el asunto de las mujeres en su orquesta. Esa entrevista fue la que me gustó. Qué buena estaba. Ese era el criterio de David Calzado y tengo que respetarlo. Si él no ve a una mujer en su orquesta, quién soy yo para decirle que está equivocado.
De cualquier forma, para Edith ese asunto no fue de los peores por los que ha tenido que pasar en su vida laboral. Una vez llegó a la vicepresidencia del ICRT una carta anónima diciendo que hasta cuándo el nepotismo con sus hijas, que habían comenzado a obtener cada vez más seguido papeles secundarios en algunos filmes, shows y espacios televisivos sobre todo de farándula.
–En ese momento tuve una seria discusión con un asesor de la Televisión. Le pregunté si ellos se iban a hacerse eco de cosas como esa.
La gente imprimía la carta y abordaba a Edith con cara de circunstancia y le preguntaba: “Edith, ¿cómo estás?”. Y Edith: “Yo estoy bien”. Y ellos: “¿Sabes que me llegó una carta? Yo quería imprimirla y dártela para que la leyeras”. Y Edith: “Si tú eres mi amigo, ni imprimes la carta ni me la das.”
–Como madre no es solo mi deber, sino mi obligación, decirles a mis hijas lo que está bien. No es lo mismo lo que van a sentir en la escuela de Economía que en la escuela de Arte. Ni el mundo que les va a regalar esa educación artística. Ese es mi punto de vista. ¿Cómo no voy a tocar una puerta si necesito ayudar no ya a mis hijas, sino a cualquier persona cercana? Así hemos vivido y crecido aquí. Viendo cómo nos ayudamos, porque de otra manera no lo vas a alcanzar. Eso es una cosa. Y lo otro es que en el arte no existe el nepotismo, porque depende de una condición, de una vocación, de que seas capaz de hacer las cosas.
–¿Te llamaron a contar por el asunto de la carta?
–No. Pero desde el momento en que alguien, teniendo un puesto en la vicepresidencia de la Televisión, es capaz de decirme que le llegó una carta… ¿Qué es eso?
–¿Cuál es el talento de tus hijas? ¿En qué son buenas?
–La actuación. Son diferentes, porque genéticamente cada una trae una información distinta, pues son de padres distintos. Natalia es mucho más versátil. Ella tuvo la posibilidad de crecer yendo conmigo al teatro y a todas partes. Era muy tímida, hasta que sintió que podía asumirlo. Paula es muy buena actriz y tiene la suerte de tener un buen físico para eso.
–Si dirigieras el ICRT, ¿qué le cambiarías a la programación de la Televisión Cubana? ¿Qué harías?
–Tendría que hacer primero una investigación para saber lo que quiere ver la gente, y así no errar. A partir de ahí diseñaría. Los tiempos han cambiado, y la gente ha sustituido la televisión por otras alternativas. Por alguna razón es.
–¿Tú vas al agro?
– Ve a 19 y B y pregunta por mí. Mi proyección me hace popular. No yo como persona, sino mi proyección, es lo que me hace más cercana a la gente. Ahí está la influencia del barrio de Centro Habana. Pregunto, “¿Como está este mamey?” Y me responden que está buenísimo, que deja que lo pruebe. Yo les digo: “Saben que si está malo vengo para acá mañana y armo un escándalo”. Se empiezan a reír. Eso a mí me satisface.
–Antes de tener el carro, ¿en qué te movías?
–En “botella”, en boteros.
–¿Cómo te iba?
– Normal, aunque a veces he lamentado haberlos cogido, porque me bajo con peste a luzbrillante.
***
A Edith Massola no le gusta su nariz. Le preocupa el físico. Dice que un artista debería preocuparse por eso, y también dice que no se le ocurriría hacer un desnudo a estas alturas.
–Quizás si tuviera el físico de Luisa María Jiménez, que es una mujer que sí vive para eso. Yo le digo: “Luisa, ¡qué envidia de tu físico!”.
–¿Haces ejercicio?
–Una vez que engordé mucho me sentía mal físicamente, y no quería renovar el ropero. Me dolían las piernas. Y lo hice por mi salud. En 16 sesiones combinadas con una dieta y una crisis del estómago (por el descontrol con las comidas) bajé 8 kilos.
–Ahora la cirugía estética resuelve mucho. ¿Has pensado en ella?
–Claro que lo he pensado, si ya estoy llegando a los 50.
–¿Qué te harías, por ejemplo?
–Me pondría mamas. Eso es un atributo femenino muy bonito. Una simple camiseta adornada por una buena copa es diferente. Esas son cosas que te preocupan a esta altura de la vida. Ahora estoy preocupada con mi nariz, porque estoy viendo a mi madre, y yo soy su vivo retrato. Me he tirado fotos al lado de ella y veo que para allá voy. Le digo a un amigo mío que es cirujano estético que estoy preocupada al ver la nariz de mi mamá. Él me dice que la nariz no para de crecer. Ni las orejas. Los cirujanos estéticos siempre tienen soluciones estéticas. Él dice que yo estoy bien. Yo tengo de negros y de chinos en mi familia. Le pregunté qué creía él que yo necesitaba. “Date un «toquecito» en el cuello”, me dijo. Pero tengo miedo de hacerme algo y perder mi identidad.
–¿Has visto como quedaron Nicole Kidman y Courtney Cox después de las cirugías? Parecen muñecas inflables.
–Fatal. Yo nunca me haría eso de inyectarme nada. Una amiga mía me estaba enamorando para que yo me pusiera el botox con ella. “Compartimos el bulbo”, me decía. Eso es lo nuevo ahora. Bueno, yo quería que ella se lo pusiera primero para ver. Quedó como María Félix. ¡Con una prestancia!
Y ella estaba feliz. Pero le pedí que hiciera muecas con la cara. Hicimos la prueba y no podía ni tirar un beso. Empezó a reírse porque no podía botar bien el agua cuando se enjuagaba los dientes. Entonces me di cuenta de que yo no puedo hacerme eso, porque yo hago muchas muecas a la hora de hablar.
La conocí cuando era la lindura que hizo Una novia para David, lindura por dentro y por fuera. ¿Plástica? que pena que alguien pueda pensar eso, se ve que nunca fue a su casa de Maloja, con su familia sencilla y cubanisima. Edith es una excelente profesional, buenisima actriz, madre y amiga. Un encuentro con ella es siempre tener frente a frente al alguien natural y sencillo, sigue siendo una lindura, madura. Mamita no te hagas nada, lo mas lindo de ti eres tu misma,, con todo lo malo y lo bueno, como todo el mundo. Te quiero y admiro y eres uno de los recuerdos más lindos de mi juventud.
Faltó que aclarara rumores sobre el cobro “por la izquierda” que Edith y su equipo exigirían a los artistas noveles sedientos de apoyo y promoción. Dicen que manejan una empresa por cuenta en las propias narices del ICRT. Qué puede decir sobre esto la Sra. Massola???
ASI ES NUESTRO PAÍS, MILES DE MÉDICOS .CIRUJANOS INCLUSO ,VAN EN BICLETA AL TRABAJO,Y ELLA QUE NI PINTA NI DA COLOR ,LE DIERON UN CARRO.QUE BUENO ES EL SOCIALISMO , COMO DISTINGUE A LAS GENTES QUE MENOS HACEN.
PLÁSTICA NO ,ES PLASTIQUISIMA,
Muy buena la entrevista, me divertí mucho… A Edith hay que reconocerle su trabajo en 23 y m, ella conduce como nadie, es original, cierto que a veces tiende a lo vulgar, pero ella misma lo declara y esta consciente de eso. Ahora su trabajo como actriz… mejor no hablamos de ello… carisma tiene y eso es induscutible. No me imagino “la esquina de la fama” sin Edith.
Valet parking, vallet no es nada!!! Parece mentira!!
me encanta su programa y como actua , es muy profesional, que siga asi
Es agradable leer entrevistas como esta , con preguntas interesantes y de lo cotidiano , Edith es una excelente actriz , mientras viví en cuba era mi programa preferido, era el único que salia de de las normas de digamos ” No era politizado” un espacio para relax algo diferente fresco, ella como conductora siempre poniéndole el sello natural , como si estuviera entre amigos , dejar de lado el protocolo que estas en tv y disfrutar de el momento. A esas personas que la calificaban de “plastica” digamos mas bien que es parte del oficio , siempre hay quien le gusta y a quien no, pero la mayoría le encantaba el programa , nunca he tenido la oportunidad de conocerla , pero el día que me la tope por la calle como decimos en buen cubano , ese día le haré saber de como alegraba mis tardes de sábado y de mis respeto por su trabajo.
Eres bella Edith, soy admirador tuyo desde niño, para mi de lo mejor que hay en Cuba, un beso.
Deberían prohibirle a Jorge Carrasco hacer entrevistas. Entre esta y la de Baby Lores… No sé como aprobó primer año de la carerra, la verdad
Bella entrevista,así se conocen a las personas,eres muy buena en todo lo que haces,tu programa es uno de mis favoritos, nunca me lo pierdo ,ahora no lo veo porque estoy cumpliendo misión en Angola y es una pena que no se pueda ver,sigue así tan cubana como las palmas,tu programa relaja mucho y nos mantiene al tanto de todo lo que ha cultura se refiere en nuestro país,el toque de humor es espectacular,es una pena que personas que no te conocen tengan una opinión fea de ti ,y no saben apreciar lo auténtico, lo nuestro, yo no te conozco personalmente pero te admiró mucho,y reconozco tus cualidades como actriz y hasta como cantante ,nunca dejes de ser tu ,digan lo que digan ,eres muy original con buen carisma, ya no tenemos en Cuba presentadores así ,te después mucha suerte y que siga el programa por muchos años más ,muy bueno y entretenido,muchos te queremos ,y admiramos,Besos amiga
Muy buena entrevista, felicidades Lázaro 😉
No la ruedo, es una cosa que no està en mi.
Me Encanta esta Actriz Cubana!!!la difrute mucho e Cuba y aqui no tuve la oportunidad,tritemente porque me hubiese encantado!!!!!!
Felicidades a Edith por tu carrera que has sabido llevar al éxito y muy inteligente de tu parte saber llevar los comentarios con mucha ética sean buenos o malos siempre va a ver alguien que salga a cortarse las venas cuando vena a personas como tu subir en la vida ….
Para mi maravillosa imagínate si me gustaba su programa k a esa hora yo paraba de hacer lo k estuviera haciendo al extremo de k estoy viviendo aquí en Miami y mi esposo esta en Cuba y cuando llega el sábado el se sienta haber su programa porque el sabe k ella y su programa eran mis favoritos felicidades Edith y sigue así como eres trabajas muy bien y esos k te critican por supuesto cada cual tiene su criterio pero te aseguro k no hacen lo k tú haces porque tu programa sigue ahí entonces k insidiosos k son ,Edith sigue hasta k se seque el Malecón DONDE SINO Saludos una que esta acá pero le encanta tu programa
Socio… qué entrevista más mala…. De verdad, qué manera de hacer preguntas “desencajadas”…. Pobre de ti Edith, tenías la posibilidad de salir bien parada en una entrevista desprejuiciada, y te han tirado fango arriba.
¿Valet Parking? ¿Café a la orden? ¿En serio fue eso lo que más te llamó la atención?…. Anda ya…
Univisión supo exactamente en qué momento debía salir de Cristina Saralegui, Fernando del Rincón y Mirka Dellano. CNN supo el momento preciso para decir adiós a la inefable Glenda Umaña. Televisa también supo darse cuenta en qué momento debían cancelar el show de Verónica Castro, la madre de Christian. TVE, televisión española, supo salir elegantemente de Ana Pastor, sin que pareciera un despido, pero la despidieron. En fin, en castellano y en lengua inglesa se sobran los ejemplos de “grandes” presentadoras de las cuales se ha sabido salir sin que representara el fin de sus respectivos canales o corporaciones.
Entonces: ¿Hasta cuándo María Remolá? Mejor dicho: ¿Hasta cuándo la reina del cliché, la chusmería y las muecas? Señores: Ya Edith Massola y 23 y M no dan más. ¿O acaso alguien en el ICRT ha pensado que quitarla va a promover una problema político en la Isla?
Edith tiene un talento inmenso.. Para mi es la mejor presentadora de Cuba, muy original y no tiene nada de plastica ni payasa. Todo lo que ha hecho, incluyendo cantar o las actuaciones en TV o cine son expectaculares. Eres grande y eres bella, firma aqui..
Pues yo tuve el gusto de conocerla, en ciego de avila unos años atrás , y vida esa misma mujer a la que ella se refiere en la entrevista , a mi me critican mucho pq dicen que a mi me gustan las gente plástica, y si es verdad en ciego hablan mucho de ella y de haila , pues para mi son unas bellas mujer y las defiendo a capa y edpafa , mis favoritas , pra siempre , un abraso desde ecuador , ALBIS
Quien dijo que “payasa” es lo contrario de “plastica”? No, payasa, vulgar y ademas plastica! Solo mira las fotos estas: pose y mas pose. Por eso nunca nadie la toma en consideracion a la primera, ella misma lo dice, que la mayoria de sus trabajos son porque alguien fallo. No te dice algo esa señal tan clara? Lo siento Jorgito, de ahi para abajo no quise seguir leyendo.
Quizá es tremenda persona cuando la conoces, pero para muchísimos que no tenemos la oportunidad es una personita bastante vulgar. Lo primero que ví de ella en TV fué su trabajo en Algo mas que soñar, en medio de una generación de jóvenes actores de los cuáles casi todos fueron estrellas de 1er nivel después, entre ellos César Evora, Luis Alberto García Hijo, Isabel Santos, Beatriz Valdés, Rolando Brito (el de los hermanos Iznaga) entre otros. Pq tuvo un camino diferente?…
Eres bella, simpática, quien si no tu!!, tuve la oportunidad de verla en Miami, fue la misma persona que en Cuba, sigue así, no hagas caso a las criticas, el que dice que en USA han cambiado a locutores, que recuerde que eso es capitalismo, no les interesa que sean bueno, saludos
Disfrut’e mucho de edith en este articulo, muy bueno. Solo no me pareció totalmente innecesario especificar la marca del telefono de edith.
Hay que ver como los envidiosos y resentidos se agarran de cualquier cosa para hacer leña a cualquiera. Que si tiene carro, que si es plástica, que si esto o lo otro. Déjenla como le dé la gana. Eso en mi pueblo se llama envidia, y mucha comezón por el éxito ajeno.
Para mi nunca fue ni plastica ni payasa, lo que siempre escuché es que era una pesá… asi mismo.
Ahora sigo pensando que es una pesá… pero que a fuerza de constancia y voluntad a sabido ganarse el corazón de muchos, entre ellos el mio, la conduccion excelente, te parece que esta en la sala de la cas conversando y la actuacion tambien a un nivel aceptable… sigue asi Edith que estas hermosa mamazota!!!
El periodista no sabe que para que Massola te entreviste en 23 y M hay que entregar una cuota de CUC. Eso lo saben todos los músicos. No vale el talento, si la plata. Como presentadora nada de nada, nunca se ha leído un libro. Nos mata la ignorancia. Hay Pinelli que estás en los cielos.
Para mi Edith es una plastica y payasa , una ves estuve en su programa junto con mis demas compañeros ,soy musico de la Orquesta de santiago de Cuba, Chepin Choven , y durante los momentos en que estabamos tocando nuestar musica , sentia una especie de burla hacia nosotros , se reia y todo , ademas de todos los camarografos y equipo , será por que no eramos la Charanga Habanera , no estamos en el Top 10 de Cuba o somos orientales cheos y sin gracia , la verdad esome desagradó de ella , nos desavalorizó por completo nuestra estancia en su programa ,
Dios mío! Quién contrató a este “improvisado periodista”. Ni Perez Hilton hace un trabajo tan mediocre y banal como el de Jorge Carrasco. Dios mío de verdad! Qué mediocridad de trabajo. No era que hiciera una entrevista a profundidad pero tampoco esta frivolidad de “trabajo”. Iphone 6, Courtney Cox, Nicole Kidman? Como a todo el que no le alcanza un solo salario, además de su trabajo fijo en el ICRT como conductora de 23 y M –y cualquier otro trabajo que cae en el cine o el teatro–, anima shows en el Salón Rojo del Hotel Capri en las madrugadas, en serio? esto es nuevo? Ni hablar de esto otro: Edith ve a los valet parking con sus uniformes, y le da por hacer lo que la gente de caché hace en las películas cuando llega a un hotel: saluda a uno de los parqueadores y le entrega las llaves para que sea él quien lo lleve a estacionar ¡por favor! En el mundo entero se hace eso. Hay que leer más… me parece estar “leyendo” el trabajo de alguien que por vez primera conoce la ciudad…Para ser sincera, creo que ningún trabajo peor he visto en mi vida… qué pasa con el periodismo? Pónganse las pilas en FCOM que cada día vamos para atrás…
Para decir q por muy buena que seas a las escuelas de arte se entra por palanca o enchufe y ella fue una de esas pq sus padres se lo consiguieron además los hay q les gusta el arte otros sin economistas ..ademas ese programa era de. HILDA RAVILERO….q luego se fue de Cuba .en fin que .ella es una pesada y payasa ..y¿ con q dinero se compro la casa del vedado ? Con el salario de 23 y M….
Para mi ella es magnífica como presentadora y actriz, como humorista ,no la creó plástica sino cubana 100%
Ella la verdad no es mala, es muy buena actriz, muy buena conductora y muy natural, pero el tema de sus hijas es complicado, porque la verdad ninguna a demostrado el talento al que se hace referencia. Deberían estudiar más para lo que hacen hoy en día, por que el público cada día exige más y sinceramente no son buenas.
¿Entonces, aprobamos el nepotismo y el trafico de influencias? si quiere ayudar a sus hijas que las haga estudiar más y superarse profesionalmente, no influir en los directores para que la pongan en sus programas. Y por que el periodista no le preguntó lo que muchos afirman de que hay que pagarle para aparecer en 23 y M ? Era una buena oportunidad para que ella lo desmintiera CATEGORICAMENTE . El que calla OTORGA.
La conocí con mucho gusto, por su actuación en “Una novia para David”, me sigue gustando allí, se nota que es única y buena. La reencontré como animadora o conductora. No la soporto, no la ruedo, en esa faceta. Sé que es “icónica” para mucha gente en 23 y M, por lo que he observado para descubrir lo bueno que tiene, para disfrutar también yo, pero no he podido seguir mirando. Puede ser que yo no acepte, que discrimine, lo que su lenguaje, su gestualidad, su comportamiento significan en Cuba: la llegada de la vulgaridad a los medios de comunicación donde reinan y se ofretan como indicador de cultura cubana. Pero ni remotamente sería una “responsabilidad personal”, la sociedad cubana, con más fuerza durante el periodo especial, comenzó a ridiculizar a los cultos, a los educados, a los formales, a quienes escondían lo vulgar(populachero, barriotero) en público. Por el contrario, se decía que eso populachero era lo genial, lo nuevo, lo tocao, lo relajao. Edith en todo caso, si, es una obra de arte mejorada de este estilo. Me identifico, disfruto, reflexiono con su papel en la novela o dramatizado de los domingos. Si solo viera de Edith Masola cosas así, tendría una imagen radicalmente opuesta. Creo que ella se debe sentir incómoda con alguna de estas dos caras, creo que una es auténtica y la otra es un empleo, una forma de tener trabajo. Sé que una actriz puede interpretar muchos personajes, pero luego cuando la ves siendo ella si encuentras un hilo común o coherencia. Aquí no. No obstante, prefiero que se quede y que esté. La felicito porque trabaja y propone. A la sociedad nos toca moldear, influir.
por dios !!! cuanta mediocridad y subdesarrollo. edith donde quiera que se pare es una mujer vulgar, poco instruida y sin clase. sus hijas, lo mismo, aunque el amor de madre la ciegue. Cuando fue que perdimos el bueno gusto a adoptamos el culto por la frivolidad? y sobre el entrevistador … ni hablar. no me cabe duda de que es el peor periodista que ha tenido la suerte de publicar. seguro fue plato de segunda mesa como edith. por dios cuanta banalidad. sin dudas memorias del subdesarrollo sigue siendo una pelicula muy actual…
A mi en lo particular me gusta mucho Edith, 23 y M es uno de los programas que mas dicfruto por la originalidad que ella le sabe poner, es más, no me cabe la menor duda de que ese programa sin ella no me apetecería verlo jamás, y creo y opino además que todo el que dice cosas tan terribles de ella como las que acabo de leer es porque para mi juicio no sabe nada de buen gusto. A ella le digo que continúe de esa manera porque al que no le gusta tambien ve el programa aunque sea para criticar, y la crítica positiva y negativa en este caso es sinónimo de fanatismo.
Arletis, ese programa fué todo un éxito cuando lo dirigió y animó Hilda Ravilero que además fué su fundadora con un estilo cubanísimo sin caer en las vulgaridades en las que cae esta persona. Lamento que no le apetezca verlo sin ella, pero créame que a muchos nos gustaría un cambio. En cuanto a las críticas, claro que las va a tener siempre que continue el programa. El programa es público, no privado y la critica buena siempre lo puede mejorar. La verdad es que desde que salió Hilda hasta ella, la calidad del programa ha caído en un 500% y todo no se debe al “período especial”. Plus, esas historias de apalancamiento y nepotismo familiar que cuenta como gracia, hablan muy mal de su persona. Al final de toda la palanca, ni bailarina, ni actriz y presentadora mediocre.
Ella es muy original,una mujer luchadora, por sus hijas,por salir alante.la admiro y me gusta todo lo que hace…
ñoooo…! han hecho trizas al entrevistador y a la entrevistada.
Lo peor que tiene ella es que NO SE DETIENE EN NADA. ¿No se detendrá delante de la roja en el semáforo tampoco?
Este Jorge Carrasco sabe de periodismo lo que yo de peluquería y maquillaje. Que extranno que una revista tan buena como OnCuba se deje caer con estos pésimos trabajos. El embullo que tuve al ver la presentación de la entrevista fue directamente proporcional a la decepción luego de la PRIMERA pregunta, y algunos numeritos como: “Saco su Iphone 6”. XD
Para mí ella es genial,he crecido con ella en 23 y M y siempre hago tiempo para ver al menos uan parte del programa,porque me gusta y considero que es muy buena en su trabajo,he visto sus trabajos en el cine y lo hace muy bien al igual que sus actuaciones en las telenovelas,su interpretación es mucho mejor que varias de las que vemos día a día en las telenovelas que se transmiten, nada que es una de las grande el la televisión cubana.
Para mi es una cubana 100%, como caulquiera de nosotras que sabe porque lo ha dicho que lo unico que existe y te puede ayudar en esta vida, es trabajar y trabajar bien. En este mundo donde la sociedad nos exige ser buenas madres, buenas profesionales, etc y ella lo ha demostrado. De todos formas en este mundo tiene que haber de todo, porque sino seria muy aburrido, asi que disfruta lo que tienes que estoy segura que muchos (as), quisieran estar en tu lugar, pero te toco a ti. Felicidades
Yo considero que Eddith tiene un talento magistral ,es de esas artistas en su amplio sentido de la palabra que tiene los recursos y posibilidades de abordar diferentes escenarios en cuanto a versatilidad se refiere,en la vida de los seres humanos y en todo proceso social siempre van a existir personas que quizás no estén de acuerdo con algo o alguien,es el caso de los comentarios poco profesionales aunque muy personalizados de aquellos individuos cuya opinión no es la más positiva por llamarle de alguna manera,eso puede tener muchos nombre(envidia,resentimiento,complejo de inferioridad,mediocridad entre muchas otras cosas más),la realidad en que se manifiesta como una cubana genuina,con una proyección escénica magnífica y esas condiciones estéticas las cuales adorna con pinceladas muy propias en cada rol que desempeña,desde el punto de vista artístico,para mi y reitero es mi criterio, respetando la eterogeneidad de puntos de vistas que puedan existir ,creo que es la mejor conductura que tiene la televisión cubana ,fuera de conceptos técnicos y profesionales ella tiene condiciones reales y naturales para desdoblarse en cualquier área,lo cual se agradece infinitamente en cada una de sus presentaciones,siempre van a exitir aquellos que no les gusta algo de alguien,pero eso no constituyen obstáculos todo lo contrario,eres bella ,talentosa y única,lo digo con toda la sinceridad del mundo,deseo muchos más exitos que los que has obtenido,gracias por existir.
Edith se puede catalogar como una conductora o actriz legítima, eso nadie puede quitárselo. La vulgaridad que irradia es un fiel reflejo de la sociedad en que vive.
Una conductora refinada y delicada que irradie buenas maneras no concuerda con la sociedad cubana actual. Edith es un producto más que fiel en ese sentido, vulgaridad y chusmería le sobran.
En mi opinion es una de las mejores actrices de la TVC. Como madre y amiga se aferra duro a tu mano y no te suelta por cualquier cosa.Imagino que hablar sin saber y con muchos fracasos personales viendo que proyecto que hace ella proyecto que lo peta, entonces vienen las criticas del el sofa ….. Son tan faciles. Un beso y ojala pronto nos veamos.Tania Curbelo Miranda.
Perdón, pero no fue una carta anónima, fue un artículo que escribió una estudiante de periodismo, hoy ya graduada. Y todas las madres claro que apoyamos a nuestras hijas, eso es una cosa y la otra es intentar meterlas en todo, cuando se carece de talento, como es el caso de sus hijas, hay que sencillamente tener un mínimo de ojo para identificar lo que es buen arte, de lo mediocre que hacen sus hijas. A ella la considero algo vulgar para ser una presentadora de TV, pero al final eso es lo que le gusta al pueblo cubano lamentablemente.
Q evento preparas ahora o feria !!?
Plástica, Payasa y Vulgar…sé de muchos artistas que jamás irían a su programa por la forma e la que lleva las entrevistas, aunque a veces quiere disimular de fina pero al final siempre se le sale la vulgaridad
En cuanto a la entrevista, pésima…
en mi opinion es una de las mejores actrices de la tv
Seguro q no tiene cirugía plástica? Y esos ojos, pómulos, glúteos, cinturita y abdomen tan plano? Ella q es de un cuerpo horrible y desnalgada como decimos los cubanos. Perdón pero hay q tener la cara dura
Y lo principal tiene un amigo coronel.js.js.js