En una de las sorpresas de su gira latinoamericana y primera internacional, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció este lunes que es el nuevo jefe interino de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), prometiendo que pondrá fin a la “insubordinación” en esa entidad federal.
“Soy el director interino de Usaid”, dijo Rubio a los periodistas en su visita a El Salvador, al señalar que el nivel de “insubordinación” que hay en esa agencia “hace imposible efectuar una especie de revisión seria”, reportó la agencia francesa de prensa (AFP).
“Cada dólar que gastamos, cada programa que financiamos debe estar alineado con el interés nacional de Estados Unidos, y la Usaid tiene un historial de ignorar eso y decidir que, de alguna manera, son una organización benéfica global separada del interés nacional”, afirmó Rubio ante la prensa que lo acompaña en su periplo, refirió un despacho de la agencia española EFE.
El jefe de la diplomacia de Washington dijo estar “muy preocupado” por informaciones de que los empleados de la Usaid se están “negando a cooperar” con el nuevo gobierno de Donald Trump que investiga los perfiles de cada programa de asistencia y el destino de los fondos.
Un pilar del Soft Power
Fundada en 1961 por el Gobierno del presidente John F. Kennedy, en el año fiscal 2023 la agencia distribuyó aproximadamente 43,4 mil millones de dólares en ayuda, beneficiando a más de 180 países en áreas como gobernanza, salud, y asistencia humanitaria. Ucrania el principal receptor con más de 16 mil millones de dólares.
“Así, no es solo una agencia de ayuda humanitaria, sino también un pilar del soft power (o poder blando, en español) de Estados Unidos, utilizada para fomentar las relaciones de Washington con comunidades en todo el mundo, apuntó un artículo de la página web de CNN en español.
Escala salvadoreña
En la segunda escalade su primer viaje como jefe de la diplomacia estadounidense, Rubio podría comunicar al presidente Nayib Bukele la eventualidad de que El Salvador reciba a criminales deportados, dada su experiencia carcelaria con este tipo de población.
“Hace apenas una década San Salvador era la capital mundial del crimen, y hoy es una de las ciudades más seguras del mundo”, dijo recientemente Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Estados Unidos para América Latina, quien elogió a Bukele también como “un gran aliado en materia de migración”.
La pequeña nación centroamericana, donde han sido detenidas 83 mil personas por presuntos delitos comunes, recibió en el año fiscal de 2023 unos 140 millones de dólares de Estados Unidos para respaldar diversos programas y hasta el momento, la administración republicana ha respetado el estatus que protege de la deportación a unos 232 mil salvadoreños.
Más de medio millón de venezolanos en medio de la nada
Las gestiones de Rubio tienen lugar cuando Trump puso fin al estatus de protección temporal del que disfrutaban más de 600 mil venezolanos en Estados Unidos, lo cual impedía deportarlos a su país de origen por la crisis política imperante en Venezuela, según Washington.
Un enviado de Estados Unidos se reunió la semana pasada con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y le exigió que reciba a los venezolanos deportados, incluidos los miembros del Tren de Aragua, una banda criminal de origen venezolano que Trump ha designado como grupo terrorista.
Por su parte, Panamá, visitada este domingo por Rubio, también prometió una mayor cooperación en la deportación de migrantes de otras naciones, un esfuerzo que espera le sea útil para bajar la tensión provocada por la amenaza de Trump de apoderarse por la fuerza del canal de Panamá.
El domingo, cuando partía de regreso a Washington desde su mansión privada en Mar-a-Lago, en Florida, el mandatario reiteró que piensa “recuperar el Canal de Panamá, o algo muy gordo va a pasar”.
Antes de partir hacia El Salvador, Rubio observó en Ciudad de Panamá un vuelo de deportación de colombianos detenidos cuando cruzaban la selva del Darién rumbo a Estados Unidos.
“Si llegan a la frontera sur de Estados Unidos, nos crean graves problemas”, dijo a los periodistas mientras las autoridades panameñas embarcaban a 32 hombres y 11 mujeres en el avión con destino a Colombia, reportó EFE.
La gira de Rubio, que finaliza el jueves 6 de febrero, aún comprende Guatemala y República Dominicana, con una agenda que va desde la migración ilegal, el crimen organizado y el narcotráfico hasta el fortalecimiento de acuerdos económicos en la región.