La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, definió este martes a Andrés Manuel López Obrador como el mandatario más querido y el dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna del país latinoamericano, resumió un despacho de la agencia Prensa Latina.
“Hoy lo decimos con certeza y sin temor a equivocarnos, la historia y el pueblo lo han juzgado: Andrés Manuel López Obrador, uno de los grandes”, afirmó Sheinbaum, a su vez, la primera mujer en conseguir la presidencia de México, un país con una raigal tradición patriarcal.
Sheinbaum enalteció el legado de López Obrador, quien finalizó su sexenio con cerca de 70% de aprobación, todo un record histórico.
“El presidente más querido, solo comparable con Lázaro Cárdenas. El que inició y termina su mandato con más amor de su pueblo y para mí, aunque a él no le guste que se lo digan, el mejor presidente de México”, afirmó la presidenta, quien también elogió los resultados de “la revolución pacífica de la cuarta transformación de la vida pública de México”.
Sheinbaum, quien obtuvo una arrolladora votación en las urnas, destacó que durante la anterior administración se logró sacar a 9,5 millones de mexicanos de la pobreza, se redujeron las desigualdades, al mismo tiempo que mejoraron las inversiones extranjeras y los salarios.
“La respuesta es que cambió el modelo de desarrollo del país, del modelo neoliberal y el régimen de corrupción y privilegios a uno que surgió de la fecunda historia de México, del amor al pueblo y de la honestidad, lo llamamos el humanismo mexicano”, manifestó entre aplausos y vítores de la Cámara de Representantes, donde tuvo lugar el traspaso de poder.
La presidenta prometió salvaguardar todas las libertades, ya sea la de expresión, de prensa, de reunión, o de movilización. “Es un principio democrático y somos demócratas. Se respetarán los derechos humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo”, prometió.
“No es casualidad, sino una armonía de la historia, que ayer se haya publicado en el Diario Oficial de la Federación la reforma de la Constitución, que otorga derechos plenos a los pueblos indígenas y afromexicanos”, señaló.
No injerencia y solución pacífica de los conflictos
Durante su discurso de investidura, Sheinbaum defendió la reciente reforma judicial de México, que instaura la elección de jueces por voto popular y que ha sido criticada por Estados Unidos y otras naciones, al tiempo que negó que tenga un carácter “autoritaria”.
En el plano internacional, Sheinbaum remarcó que tal y como marca la Constitución, México seguirá con su política de no intervención, solución pacífica de los conflictos y el derecho de los pueblos a la autodeterminación.
En la sesión solemne la mandataria realizó el juramento establecido y recibió de manos de la presidenta del Congreso, Ifigenia Martínez, la banda presidencial, entregada previamente por el dignatario saliente, López Obrador.
Con motivo de la investidura viajaron al país gobernantes y otros altos funcionarios de más de 100 países y 23 organismos internacionales; entre ellos, los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Colombia, Gustavo Petro; Gabriel Boric, de Chile; Xiomara Castro, de Honduras y Miguel Díaz-Canel, de Cuba.
Estados Unidos, una relación especial
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, felicitó este martes a Claudia Sheinbaum y le expresó su deseo de trabajar con el país vecino para un futuro “democrático, próspero y seguro” para los pueblos de las dos naciones.
En un comunicado, Biden dijo que él y la primera dama, Jill Biden, que estuvo presente en la toma de posesión de la presidenta mexicana, consideran que “México y Estados Unidos son socios fuertes y vecinos cercanos” y que comparten “profundos lazos políticos, económicos y culturales”.
En el primer semestre de 2024 México se consolidó como el primer socio comercial y principal proveedor de servicios de Estados Unidos, según informó en agosto la Oficina del Censo del Departamento estadounidense de Comercio.
En la primera mitad del año el comercio bilateral entre ambos países ascendió a 415 mil 400 millones de dólares, equivalente a 16 % de los 2 billones 594 mil millones de dólares que Estados Unidos comerció con el mundo.
Por debajo quedaron Canadá con 382 mil 500 millones de dólares, que representaron 14.7 % del comercio global de Estados Unidos, y China, con 269 mil 200 millones de dólares, equivalentes a 14.7 % de la principal potencia económica del mundo.