La ex presidenta provisional boliviana, Jeanine Áñez, fue sentenciada a diez años de prisión por participar en un golpe de Estado contra su predecesor Evo Morales.
Áñez estuvo en el cargo en 2019-20, y fue encontrada culpable de tomar “decisiones contrarias a la Constitución”.
Como senadora de más alto rango, Áñez se convirtió en presidenta interina después del golpe de Estado. Los miembros del partido Mas la acusaron, en connivencia con figuras de la policía y el ejército y de diseñar su derrocamiento.
El Mas obtuvo una victoria aplastante en las elecciones presidenciales y legislativas de 2020, allanando el camino para que Morales volviera a Bolivia desde Argentina.
Añez fue detenida el 13 de marzo de 2021 en su ciudad natal, Trinidad, y llevada a La Paz luego de emitirse una orden de arresto acusándola de terrorismo y sedición.
El tribunal anunció que cumpliría su condena en una prisión de mujeres en La Paz. La ex presidenta ha sostenido que es objeto de persecución política por parte del partido Mas y que es víctima de una vendetta.
También fueron condenados a diez años de cárcel el ex jefe de las fuerzas armadas, William Kaliman, y el ex jefe de la policía, Yuri Calderón, ambos prófugos.
La acusada aún tiene un caso judicial pendiente por sedición y otros cargos relacionados con su período presidencial.
Había anunciado que apelaría si era declarada culpable: “No nos detendremos allí, iremos ante el sistema de justicia internacional”.
Su defensa lo acaba de ratificar.