La caravana de migrantes centroamericanos que intenta llegar a la frontera de Estados Unidos tomó un descanso el domingo en Tapanatepec, Oaxaca. Jim Mattis, el secretario de Defensa, anunció que el ejército ya había comenzado a aplicar contramedidas en la frontera sur. El Pentágono va a desplegar tropas en servicio activo.
Durante una comparecencia en “Fox News Sunday”, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, dijo que la caravana “no está llegando”. “Hay una manera legal de entrar a este país”, continuó.
“Quienes decidan ingresar ilegalmente serán detenidos. Estamos trabajando con nuestros socios en México. Han realizado esfuerzos sin precedentes dentro de su territorio para garantizar un flujo ordenado, para que quienes no tienen el derecho legal de estar allí sean eliminados.”
Nielsen se dirigió al convoy: “Mi mensaje general a esta caravana es: No vengas. No te van a permitir entrar. Hay una forma correcta de emigrar a los Estados Unidos. Y no es así”.
La caravana, de unas 7,000 personas, se ha convertido en un problema candente menos de dos semanas antes de las elecciones del 6 de noviembre. El grupo ha recorrido cerca de 30 millas por día desde que salió de Honduras.
Según el gobierno mexicano, más de 1,700 personas han solicitado asilo. Otras han regresado a sus casas, informó Reuters el sábado. Honduras asegura que 4,500 de sus ciudadanos han regresado recientemente al país.
Esta semana Trump se dirigió a los miembros de la caravana. “Para aquellos en la Caravana, cambio de sentido, no estamos permitiendo que personas ingresen ilegalmente a los Estados Unidos”, escribió.
La gran mayoría de los caravanistas proceden de Honduras, pero personas de otros países centroamericanos se le han unido. Hay salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses e incluso mexicanos.
Huyen de la violencia y el desempleo. Las tasas de homicidios per cápita en Honduras, El Salvador y Guatemala se encuentran entre las más altas del mundo. Más de la mitad de la población en los tres países vive en situación de pobreza.
¿“Estás en tu casa”?
Cientos de policías antimotines mexicanos suspendieron el sábado un bloqueo que implementaron en un puente, permitiendo que una caravana de migrantes centroamericanos siga avanzando hacia Estados Unidos.
Los agentes federales concluyeron el operativo después de que representantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos le dijeron a la policía que un tramo rural de carretera sin sombra, baños ni agua no era un sitio adecuado para que los migrantes sopesen una oferta gubernamental de asilo en México, la razón del bloqueo policial.
Los policías abordaron autobuses y siguieron avanzando por la carretera, mientras que los migrantes estallaron en vítores y se comprometieron a seguir avanzando hasta Estados Unidos a pesar de que el presidente estadounidense Donald Trump advirtió que no les permitirá ingresar.
El presidente Enrique Peña Nieto lanzó el viernes el programa “Estás en tu casa”, que ofrece albergue, atención médica, escuelas y empleo para los centroamericanos que accedan quedarse en los estados sureños de Chiapas y Oaxaca.
El jefe policial Benjamín Grajeda dijo que las autoridades sólo bloquearon la carretera el sábado para informarle a la gente acerca de la oferta.
“Nosotros lo que queríamos sería… decirle a la gente: ‘aquí está el ofrecimiento, aquí está listo, aquí en este camión en este momento te puedes ayudar’, nada más. Es lo único que haríamos”, afirmó.
Miles de migrantes en la ciudad de Arriaga rechazaron el plan el viernes por la noche, pero dijeron que podrían estar dispuestos a sopesarlo otra vez cuando lleguen a la Ciudad de México. Algunos temen que serán deportados si aprovechan el programa.
Dos semanas viajando
Muchos de los integrantes de la caravana llevan más de dos semanas viajando.
Orbelina Orellana, una migrante de San Pedro Sula, Honduras, dijo que ella y su esposo dejaron a tres hijos atrás y habían decidido continuar hacia el norte de una forma u otra.
“Nuestro destino es llegar a la frontera”, afirmó.
Desconfiaba de la propuesta del gobierno, y dijo que algunos hondureños que solicitaron obtener la residencia legal ya habían sido deportados. No fue posible verificar sus afirmaciones, pero los representantes de los migrantes en el diálogo le pidieron al gobierno mexicano que les proporcionara una lista de los que habían sido obligados a regresar.
Aparentemente las autoridades mexicanas han aplicado un enfoque contradictorio hacia los migrantes, al recibirlos con una mezcla de hospitalidad y hostilidad.
La Secretaría de Gobernación informó que se les habían dado números temporales de identidad a 111 migrantes bajo el programa “Estás en tu casa”. Con las identificaciones, conocidas como Clave Única de Registro de Población (CURP), se les autoriza a los migrantes a permanecer y trabajar en México. La secretaría dijo que las mujeres embarazadas, los niños y los ancianos están entre los que se habían adherido al programa y ahora recibían atención en albergues.
Varios alcaldes le han dado una cálida bienvenida a los migrantes que llegaron a sus poblados, organizándoles lo necesario para que recibieran alimentos y pudieran dormir.
Trescientos hondureños y guatemaltecos que cruzaron la frontera ilegalmente han sido detenidos, dijo el viernes un funcionario del Instituto Nacional de Migración. El grupo caminaba a plena luz del día, pero lejos de la caravana principal.
A la caravana aún le faltan unos 1.600 kilómetros para llegar al paso fronterizo más cercano, en McAllen, Texas, pero el recorrido podría duplicarse si los migrantes se encaminan al paso de Tijuana-San Diego, el destino al que llegó una caravana más pequeña a principios de año. En esa ocasión sólo unas 200 personas lograron su objetivo.
OnCuba / AP