Unos 100 soldados y agentes de migración de México detuvieron el jueves a decenas de migrantes centroamericanos en el estado sureño de Chiapas que viajaban de polizones en un tren de carga.
Este tipo de redadas eran poco comunes desde las efectuadas en 2014. Sin embargo, debido a las mayores presiones de Washington para que México reduzca el tránsito de cientos de miles de centroamericanos por su territorio, el gobierno ha intensificado los operativos policiales.
Al menos algunos de los efectivos llevaban alrededor de los brazos bandas que los identificaban como miembros de la recién formada Guardia Nacional. El gobierno dice que ha emplazado a miles de efectivos de esta fuerza policial en todo el país para reforzar el control de la inmigración.
En una escena grabada por periodistas de The Associated Press, el tren paró en una zona rural y los soldados, que subieron por las escalerillas de los vagones, gritaron: “Es el Ejército, están rodeados”.
Muchos de los migrantes intentaron huir corriendo por arriba de los vagones, mientras que otros descendieron y se ocultaron entre la maleza.
Un soldado fue visto intentando meter a un joven agitado a una camioneta de inmigración, agarrándolo del cuello. Tres vehículos similares fueron llenados de migrantes, pero centenares más al parecer consiguieron escapar.
Se calcula que unos 400 migrantes estuvieran viajando en el tren. El Instituto Nacional de Migración dijo que detuvo a 40.
La redada más reciente se efectuó el 1 de mayo en el estado de Oaxaca. Los centroamericanos han utilizado durante años los trenes cargueros para desplazarse, a los que se conoce colectivamente como “La Bestia”.
Redadas anteriores han servido para desalentar temporalmente a los migrantes de subir a los trenes, una práctica prohibida oficialmente pero tolerada.
La redada fue efectuada el mismo día que autoridades en el estado de Veracruz detuvieron a más de 450 migrantes en una serie de operativos, incluidos casi 260 en hoteles, moteles y la principal estación de autobuses en el puerto homónimo de Veracruz.
“Hemos estado haciendo aseguramientos en todo el estado”, dijo Edgar González Suárez, delegado del INM en Veracruz. Dijo que las redadas en la ciudad han sido “quizás el operativo más grande en el puerto de Veracruz”, e indicó que la mayoría de los migrantes eran hondureños y guatemaltecos.
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Por otro lado, 134 migrantes fueron rescatados de un atestado tractocamión abandonado en una carretera en otra región del estado, indicaron varias agencias federales el jueves en un comunicado conjunto.
Soldados y policías federales descubrieron el vehículo cuando las personas intentaban romper las cerraduras desde el interior para poder salir, se indica en el texto. Algunas estaban deshidratadas y con lesiones menores.
El INM determinó que 71 de los migrantes eran menores de edad. No informó cuáles eran sus nacionalidades.
En una fotografía difundida por el gobierno podía apreciarse la caja del camión con las puertas traseras abiertas, así como ropa, alimentos y bultos desperdigados en el interior y en el piso.
México ha dicho que una piedra angular de sus esfuerzos para controlar la inmigración es desbaratar las redes de tráfico de personas.
Hace unos días este mes, las autoridades interceptaron cuatro camiones que transportaban a casi 800 migrantes, una cifra inusualmente elevada para un solo operativo, aunque ese tipo de hallazgos son relativamente rutinarios.