El presidente peruano Pedro Castillo anunció hoy miércoles la disolución del Congreso y que se instalaría un gobierno de emergencia.
En un mensaje televisivo el mandatario dio a conocer que se iba a convocar a la mayor brevedad posible a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes, y que este debería elaborar una nueva carta magna en un plazo de nueve meses.
El anuncio se produjo cuando Castillo se encontraba en medio de un tercer intento de destitución en un año y medio de su gestión, impulsado por un Parlamento listo para sacarlo de su cargo por “permanente incapacidad moral”.
Pero después del anuncio, el Congreso peruano terminó declarando la destitución del presidente por la misma razón –es decir, “permanente incapacidad moral“– con 101 votos a favor, y decretó que estuviera al frente del ejecutivo la vicepresidenta Dina Boluarte, como lo establece la Constitución.
De acuerdo con trascendidos, Castillo perdió el respaldo de varios integrantes de su gobierno que poco después renunciaron luego de su anuncio, entre ellos el jefe del ejército, Walter Córdova, y cuatro ministros, incluidos el canciller César Landa y el ministro de Economía, Kurt Burneo.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional indicó en un comunicado: “cualquier acto contrario al orden constitucional establecido constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo dijo otro comunicado que Perú se enfrentaba a un quiebre constitucional “que no tiene otra denominación que un golpe de Estado”.
La entidad demandó la renuncia de Castillo y ponerlo a disposición de la justicia por incumplimiento de la Constitución “al haberse arrogado el poder que solo pertenece al pueblo”.
“El señor Castillo debe recordar”, subrayaron sus miembros, ”que no solo fue elegido como presidente de la república, sino que el pueblo también eligió a representantes para la función pública. Los actos de Castillo desconocen la voluntad del pueblo y son nulos”.
Según medios peruanos, Castillo se presentó después ante la prefectura de la Policía Nacional de Perú (PNP), donde fue puesto bajo custodia.
Entre las primeras reacciones regionales a la crisis peruana estuvo la del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO). “Es un principio fundamental de nuestra política exterior la no intervención y la autodeterminación de los pueblos”, dijo en su Facebook. “A eso nos ceñimos en el caso de lo sucedido en Perú”.
Y añadió: “Sin embargo, consideramos lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas, desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución con el sui géneris precepto de ‘incapacidad moral’.
“Ojalá se respeten los derechos humanos y haya estabilidad democrática en beneficio del pueblo”, concluyó.
Al cierre una abogada de 60 años, Dina Boluarte, se convirtió en la primera mujer en llegar a la presidencia en más de doscientos años de república peruana. Bilingüe en español y quechua, Boluarte fue elegida vicepresidenta en la misma boleta que llevó al poder a Castillo en 2021.
Se trata de la sexta vez que Perú tiene un nuevo presidente en menos de cinco años. Boluarte encabezará el gobierno hasta que concluya el periodo presidencial en julio de 2026.