Gustavo Petro hizo historia al convertirse en el primer presidente de izquierda en Colombia, un país tradicionalmente gobernado por elites politicas. De inmediato prometió tender la mano a la oposición y llevar adelante una lucha contra el cambio climático que incluya un diálogo con Estados Unidos sobre las altas emisiones de gases efecto invernadero.
En su primer mensaje como presidente electo, el ex guerrillero buscó alejar los temores sobre su futura administración al asegurar que “vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia, no porque lo adoremos sino porque tenemos primero que superar la premodernidad en Colombia, el feudalismo en Colombia, los nuevos esclavismos”.
El hombre que durante la campaña prometió ambiciosas reformas en materia de pensiones, impuestos, salud y agricultura, dijo que “solo sobre la base de crecer económicamente, de producir, es que podremos también redistribuir”.
“Los 10 millones y pico de electores de Rodolfo Hernández son bienvenidos en este gobierno. No vamos a utilizar el poder en función de destruir al oponente”, dijo Petro, quien aseguró que durante su mandato la oposición será siempre bienvenida “para dialogar sobre los problemas de Colombia”.
El exguerrillero Gustavo Petro gana las elecciones presidenciales en Colombia
Petro llamó a un gran acuerdo nacional que incluya “no simplemente a quienes han levantado armas sino a esa mayoría silenciosa de campesinos, de indígenas, de mujeres, de jóvenes”.
La de Petro es la más reciente victoria política de la izquierda en América Latina, alimentada por el deseo de cambio de los votantes. Chile, Perú y Honduras eligieron presidentes de izquierda en 2021 y en Brasil el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva lidera las encuestas para las elecciones presidenciales de este año.
En su juventud Petro militó en la extinta guerrilla M-19. Entregó las armas en 1991, cuando el movimiento insurgente firmó un acuerdo de paz con el Estado. Petro prometió que no expropiará bienes, respetará la propiedad privada, las creencias religiosas y las pensiones.
En sus primeros cien días Petro pretende enfocar sus esfuerzos en un plan de emergencia contra el hambre, impulsar un ingreso vital de medio salario mínimo (128 dólares) para las madres cabezas de hogar, suspender las pruebas de fracking (una técnica utilizada para sacar gas y petróleo de rocas profundas) y condonar los créditos de 10 mil jóvenes en el Icetex, la entidad estatal que financia la educación superior.
Petro también buscará impulsar una rápida transición energética, porque considera que Colombia debe pasar de una “economía depredadora” a una para “la vida”. Durante la campaña aseguró que no emitiría nuevas licencias de explotación petrolera, lo cual golpearía una industria que representa casi el 4% del Producto Interno Bruto.
El nuevo presidente electo está dispuesto a reanudar las relaciones diplomáticas con Venezuela, rotas desde 2019 por Duque y Maduro. También haría cambios en las relaciones con Estados Unidos buscando una renegociación del tratado de libre comercio que firmaron ambas naciones hace una década y nuevas salidas en la lucha contra el narcotráfico.
Petro tendrá dificultades para cumplir sus promesas ya que no tiene mayoría en el Congreso, lo cual es clave para llevar a cabo las reformas prometidas.