El banco británico Standard Chartered fue sancionado por el Departamento del Tesoro de EE.UU, por violaciones al embargo estadounidense a Cuba y sanciones a Irán, Siria, Sudán y Myanmar.
La institución con sede en Londres deberá pagar 1,100 millones de dólares, más de 900 de ellos a entidades estadounidenses, incluidos 639 millones a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), de acuerdo con la agencia Prensa Latina.
Además, el banco también deberá cumplir con una multa de 133 millones de dólares impuesta por la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido, por infracciones de lavado de dinero que incluyeron deficiencias en sus controles financieros antiterroristas en el Medio Oriente.
Standard Chartered aceptó “la responsabilidad total por las violaciones y las deficiencias de control”, y explicó que ninguno de estos hechos ocurrieron después de 2014.
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Según el Departamento del Tesoro, desde junio de 2009 hasta mayo de 2014 el banco británico procesó 9,335 transacciones por un total de 437.553,380 dólares a través de EE.UU, las que “involucraron personas o países sujetos a programas de sanciones integrales administrados por la OFAC”.
Las multas se apoyan en que, para las leyes estadounidenses, estas transacciones constituyeron en su momento violaciones a los reglamentos de sanciones a Myanmar y Sudán, ambos derogados en la actualidad. También, al Reglamento de Control de Activos Cubanos, el Reglamento de Transacciones y Sanciones a Irán y el Reglamento de Sanciones Sirias, que sí permanecen vigentes.
Estas nuevas sanciones de Washington contra una entidad de un tercer país por violar la política del embargo a Cuba, así como sanciones contra otros países, ocurren luego de que en noviembre pasado el banco francés Société Générale S.A. fuera multado con 1,340 millones de dólares por motivos similares.
Con anterioridad, el grupo financiero Credit Suisse, de Suiza, fue multado con 536 millones de dólares en 2009, mientras el BNP Paribas de Francia pagó una suma cercana a los 9,000 millones de dólares en 2014 –la más alta abonada hasta la fecha– y un año después el Credit Agricole, también francés, acordó pagar 787 millones.