El presidente estadounidense Donald Trump contrató al abogado que representó a Bill Clinton durante su proceso de impugnación, un anuncio que revela que la Casa Blanca se inclinó por un enfoque más duro y audaz frente a la investigación del fiscal especial Robert Mueller, que ha alcanzado un nivel crítico.
La Casa Blanca anunció la contratación del abogado Emmet Flood este miércoles tras confirmar la renuncia de Ty Cobb, quien durante meses fue el hombre de punta del gobierno en su trato con el fiscal Mueller.
Se trata del cambio más reciente en un equipo legal que busca elaborar una estrategia para proteger al presidente de los peligros legales y políticos que lo acechan cuando la investigación de Mueller sobre la injerencia rusa en la campaña de Trump está a punto de cumplir un año.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo que Cobb analizó su decisión durante semanas y que se retirará a fin de mayo, en tanto que Flood se sumará al equipo que “representa al presidente y al gobierno contra la cacería de brujas rusa”.
“Agradezco profundamente al presidente y el jefe de despacho por esta oportunidad de servir a mi país”, dijo Cobb a The Associated Press el miércoles por la noche. “Ha sido un honor y confío en que el asunto quedará en buenas manos con Emmet Flood”.
La sustitución de Cobb por Flood sería reflejo de una posición más enérgica hacia el equipo de Mueller. Los abogados de Trump debaten si conviene que el presidente acepte voluntariamente someterse a una entrevista con el procurador o bien se niegue, lo cual crearía la posibilidad de recibir una orden de comparecencia ante un jurado investigador.
Aunque no representa personalmente al presidente, Cobb ha sido el hombre de punta frente a los pedidos de documentos y entrevistas por parte del fiscal especial. Además, ha coordinado las negociaciones con los fiscales en colaboración estrecha con los abogados de Trump y ha exhortado a cooperar con la investigación con la esperanza de llevarla a un fin rápido.
No obstante, considera que su función está agotada tras las entrevistas de funcionarios activos y en retiro de la Casa Blanca con el equipo de Mueller.
En cambio Flood, que participó en la enconada batalla por la impugnación de Clinton hace 20 años, podría abogar por un enfoque más activo. Su firma, Williams & Connolly, una de las más prominentes de Washington, es famosa por el dinamismo con que defiende los intereses de sus clientes y tiene experiencia en batallas contra el gobierno.
Emmet Flood ha representado a presidentes y altos funcionarios. Todo indica que conoce bien los poderes de la presidencia y que podría invocarlos a medida que avanza la investigación de Mueller.
AP / OnCuba