Las agencias a cargo de la protección fronteriza entre Estados Unidos y Canadá temen enormes retrasos en los trámites debido a que muchos agentes están siendo transferidos a la frontera sur.
El cambio ocurre justo en el ajetreado inicio de la temporada de turismo de verano, lo que preocupa a quienes a lo largo de la frontera norte dependen del comercio transfronterizo.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos dijo que 731 agentes de la frontera norte están en proceso de ser enviados a la frontera con México, donde ayudarán a colegas a lidiar con el arribo de familias y niños no acompañados que vienen de Centroamérica.
Esto sucede mientras los negocios se preparan para la temporada de verano, cuando decenas de miles de turistas canadienses reaniman las economías en los estados fronterizos y en otros lugares dentro de Estados Unidos.
Dado que la seguridad fronteriza entre Estados Unidos y Canadá se incrementó poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, ahora funcionarios locales y estatales temen que el endurecimiento de las medidas pueda afectar el comercio y el libre flujo de personas de un lado a otro a lo largo de la frontera de 5 525 millas (8 891 kilómetros).
Garry Douglas, de la Cámara de Comercio North Country en Plattsburgh, Nueva York, dijo que el comercio con Canadá es la “fuerza motriz más grande” en la economía regional y que se necesitaron años para obtener niveles adecuados de personal en la frontera norte, por donde cruzan diariamente unas 400 000 personas y 1 600 millones de dólares en bienes.
En un correo electrónico, dijo que todavía no había visto ningún problema, pero advirtió que la temporada alta de viajes comienza el fin de semana feriado del Día de la Victoria en Canadá, del 18 al 20 de mayo.