Coronavirus: El aislamiento, la paradójica manera de ser solidarios

¿Cuánto va a durar esta situación? ¿Cómo continuará esta película? Nadie lo sabe.

Foto: Lucía Guevara.

España aplaude cada noche a sus médicos desde las ventanas; en Italia los balcones se llenaron de músicos entre los cuales hasta una cubana interpretó a la “Cecilia Valdés” habanera; en tanto, una abuela llamaba a la policía desde un campo remoto de Lombardía.

La abuela no necesitaba auxilio, apenas quería preguntar por su estado a los hombres y mujer que se encargan de velar por el cuidado ciudadano, mientras el resto permanece recluido por la pandemia o la padece; muchos han perdido algún familiar o conocido.

“Solo quería saber cómo estás allí”, dijo la mujer, según ha reportado el diario La Repubblica.

La cubana que le cantó “Cecilia Valdés” a sus vecinos en Italia

El encierro se vuelve duro, los niños se aburren, el temor se apodera de la sociedad, pero la solidaridad no se detiene y aparecen mensajes para iluminarnos o, al menos, hacernos sonreír en el peor momento.

Alguien intenta llamar la atención sobre quienes todavía no han tomado conciencia de la salud colectiva. El presidente de Argentina se enfada: “No damos licencia para que vayan a pasear. Quédense en sus casas”.

Avisos sobre cualquier soporte, casi siempre echándole mano al humor o apelando a la sensibilidad recuerdan que, si estás enfermo, si tienes catarro o sientes que no estás del todo bien, lo mejor es que te quedes en tu hogar y te comuniques con los teléfonos dispuestos por el personal médico para asistir a quienes lo precisen.

Igual si has llegado de uno de los países donde la situación se ha vuelto más tensa, ahora mismo: China, Italia, Irán, España, Corea del Sur, Alemania, Francia…

Una niña pinta un cartel y lo coloca en la ventana de su cuarto con el afán de que los vecinos comprendan la realidad de que, cuidándose uno, cuidará a los demás. Un grupo de músicos realiza un performance educativo y rápidamente recorre las redes. El dueño de un bar avisa que viene la cuarentena.

El respaldo a quienes pasan lo peor ha llegado al punto de lo increíble.

Pornohub, el portal pornográfico más visitado, o al menos uno de los más demandados en el mundo, anunció la semana pasada que abría su servicio Premium a los italianos en cuarentena.

En su cuenta de Twitter el músico español Pancho Varona dice con humor que en nueve meses habrá una nueva generación de bebés llamados “Cuarentena”, o “Cuaren”, en honor a esos días en que fueron gestados o gestadas, durante el encierro obligatorio de los ciudadanos por culpa de unos virus. “Cuaren, cariño, ven a casa a comerte el bocadillo”, dirán. Sus seguidores celebran la ocurrencia.

Ni siquiera las redes se han librado del COVID-19. No hace mucho algunos usuarios de twitter se alarmaron al descubrirse perseguidos por la pandemia. El virus real había llegado a las redes de manera piadosa. En Twitter la cuenta se llama Coronavirus y avisa “soy pandemia”.

Pero CoronaVid19 no es solo una cuenta de humor, es también el lugar donde se visibilizan preocupaciones. De hecho ha lanzado esta interrogante con doble sentido, porque “¿quién está demostrando que necesitáis un buen sistema público?”

Músicos de todo el mundo se suman a lo que es una necesidad, por extraña, insólita, chocante que nos parezca.

Quedarse en casa, cuidarse uno es la manera más efectiva de luchan contra un enemigo invisible hasta que se constata en un laboratorio.

¿Cuánto va a durar esta situación? ¿Cómo continuará esta película? Nadie lo sabe.

Esta semana, a la idea de llevar música al público desde sus propias casas se suman Chucho Valdés y Fito Páez.

Cada uno de ellos es consecuente ante la necesidad del momento y ya “calientan” sus redes sociales con el aviso. Y ya quienes los admiran se preparan para tener, en medio del caos, treinta minutos de un concierto vastate poco usual.

Pero, también en España los médicos nos recuerdan algo: después de todo, merecemos un aplauso todos nosotros por seguir sus consejos y cuidarnos.

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