El senador Bob Menéndez negó este lunes haber actuado de manera fraudulenta y prometió permanecer en el Congreso después de que los fiscales lo acusaran a él y a su esposa de aceptar sobornos de tres empresarios de Nueva Jersey.
La decisión de permanecer en el Senado, apunta el reporte de Reuters, puede complicar los esfuerzos de su partido por mantener su estrecha mayoría de 51-49 en esa cámara, aunque Nueva Jersey no ha elegido a un republicano para el Senado desde 1972.
Menéndez había renunciado temporalmente a su cargo al frente del poderoso Comité de Relaciones Exteriores del Senado, cuyas reglas demócratas exigen que cualquier miembro acusado de un delito grave renuncie a su puesto de liderazgo, aunque puede recuperarlo si es declarado inocente.
“Creo firmemente que cuando se presenten todos los hechos, no solo seré exonerado, sino que seguiré siendo el senador principal de Nueva Jersey”, dijo Menéndez, de 69 años, en sus primeras declaraciones públicas desde que fue acusado.
Lingotes de oro y dólares
Fiscales estadounidenses notificaron la semana pasada una acusación basada en el hecho de que Menéndez aceptó lingotes de oro y cientos de miles de dólares en efectivo a cambio de ejercer su influencia para ayudar al gobierno egipcio e interferir con las investigaciones policiales sobre los tres empresarios.
Los fiscales quieren que Menéndez pierda activos, incluida su casa, un Mercedes-Benz convertible 2019 y 566 000 dólares en efectivo, lingotes de oro y fondos de cuentas bancarias, apunta la agencia.
Esta es la tercera vez que Menéndez es investigado por fiscales federales, aunque nunca ha sido condenado.
Se espera que Menéndez, su esposa y los empresarios comparezcan ante el tribunal federal de Manhattan el miércoles. Los cargos que enfrentan el senador y su esposa conllevan una pena de hasta 45 años de prisión, pero en este tipo de casos los jueces suelen imponer penas inferiores a la máxima posible.
Menéndez, hijo de inmigrantes cubanos, ha sido una voz poderosa en política exterior y a veces ha estado en desacuerdo con su propio partido, criticando las medidas como las de Obama para facilitar las relaciones con Cuba y el acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán, recuerda Reuters.