Bomberos y medios aéreos de 10 estados comenzaron a llegar a California este viernes para ayudar a los agotados efectivos locales a combatir algunos de los incendios más grandes en la historia de la región. La previsión meteorológica para el fin de semana amenaza con renovar el avance de unas llamas que se han cobrado ya la vida de seis personas y arrasaron cientos de viviendas.
En todo el estado había unos 560 fuegos activos, pero muchos de ellos eran pequeños y remotos. La mayor parte de los daños fueron provocados por tres grupos de incendios que arrasaban bosques y zonas rurales en la región vinícola y en la zona de la bahía de San Francisco.
El tamaño de estos frentes, formados por docenas de fuegos, aumentó el viernes. En conjunto, han calcinado al menos 2.566 kilómetros cuadrados y destruyeron más de 500 casas y otros edificios, según funcionarios.
Al menos 100.000 personas estaban bajo órdenes de evacuación.
Los dos incendios de la bahía, el LNU Lightning Complex y el SCU Lightning Complex, se convirtieron, respectivamente, en el segundo y tercero más grandes en la historia reciente del estado, según los registros de los bomberos de California.
El tercero, el CZU Lightning Complex, afecta a los condados de San Mateo y Santa Cruz.
Los fuegos estuvieron provocados por rayos causados por un clima inestable a principios de semana. Un tiempo más húmedo y frío durante la noche ayudó a los bomberos a lograr avances frente a las llamas, pero el Servicio Nacional de Meteorología emitió una alerta por incendios desde el domingo por la mañana hasta el martes para toda la zona de la bahía y la costa central del estado.
Los meteorólogos dijeron que es posible que las tormentas provoquen más rayos y rachas de viento erráticas.
Más de 12.000 efectivos luchaban contra el fuego en todo el estado ayudados por flotas de helicópteros y aviones.