Corte Suprema de EEUU escuchará argumentos orales sobre la inmunidad de Trump

Encabezados por el fiscal especial Jack Smith, los fiscales federales sostienen que los presidentes, como otros ciudadanos, deben rendir cuentas ante la ley si cometen delitos.

Donald Trump habla a la prensa después de dejar la Corte el 23 de abril. Foto: Yuki Iwamura/POOL/EFE/EPA.

La Corte Suprema escuchará hoy jueves los argumentos sobre la inmunidad presidencial en un caso histórico y sin precedentes, con implicaciones significativas para el expresidente Donald Trump, sus rollos legales y la carrera por la Casa Blanca en 2024.

Trump impulsa un argumento ya rechazado por dos tribunales federales previos: que incluso como expresidente es inmune al procesamiento legal por acciones oficiales que tomó mientras ocupaba el cargo.

Los fiscales consideran que, de aceptarse, dicho argumento pondría a los presidentes fuera del alcance del sistema de justicia penal después de abandonar el cargo.

Será la primera vez que los jueces se reúnan para considerar una apelación derivada de una de las cuatro acusaciones criminales de Trump.

El peso de una decisión a favor

Los críticos del expresidente dicen que una decisión a favor suyo cambiaría la estructura del poder, dando demasiado poder a los presidentes dentro y fuera del cargo.

“Es fundamental para la presidencia, un presidente realmente está tratando de corromper el sistema y perpetuarse en el cargo”, dijo John Dean, exasesor del presidente Nixon. “Si Trump puede salirse con la suya haciendo lo que hizo, no tenemos una democracia”, advirtió.

Trump, por su parte, ha insistido en que la presidencia no puede funcionar sin inmunidad, sugiriendo que dejaría a los presidentes expuestos a la extorsión y a represalias injustas.

“Sin inmunidad, la presidencia, tal como la conocemos, ya no existirá. Muchas acciones en beneficio de nuestro país no se tomarán. Esto no es de ninguna manera lo que los fundadores tenían en la mente”, escribió Trump en Truth Social el lunes pasado.

Encabezados por el fiscal especial Jack Smith, los fiscales federales sostienen que los presidentes, como otros ciudadanos, deben rendir cuentas ante la ley si cometen delitos.

“El funcionamiento eficaz de la presidencia no requiere que un expresidente sea inmune a la responsabilidad por estas presuntas violaciones del derecho penal federal. Por el contrario, un principio fundamental de nuestro orden constitucional es que ninguna persona está por encima de la ley, incluido el presidente”, escribieron los fiscales en documentos judiciales.

 “Nada en el texto constitucional, la historia, el precedente o las consideraciones políticas respalda la inmunidad absoluta que busca el peticionario”.

Los argumentos orales del jueves se llevarán a cabo mientras se efectúa el juicio por dinero secreto de Trump en un tribunal estatal de Nueva York, un caso único en la historia de Estados Unidos.

El primer presidente estadounidense que se enfrentará a un juicio penal lo hará mientras algunos de sus abogados defienden su inmunidad ante la Corte Suprema. El juez en su juicio penal de Manhattan no autorizó a Trump a ausentarse. “Se le exige que esté aquí, no que esté en la Corte Suprema”, dijo el juez Juan Merchán.

Trump estará representado por D. John Sauer, quien se ha convertido en una pieza central del equipo de apelaciones en sus diversos enredos legales.

Con el caso Nixon v. Fitzgerald en la cabeza

Sauer es el exprocurador general de Missouri y el jueves será su segunda presentación ante la Corte Suprema. Al fiscal Smith lo representa Michael Dreeben, quien ha defendido más de 100 casos en el tribunal superior y también formó parte de la investigación sobre Rusia del fiscal especial Robert Mueller.

Los abogados de Trump citan en gran medida el caso Nixon v. Fitzgerald, en el que la Corte Suprema determinó que los expresidentes tienen inmunidad frente a reclamaciones por daños civiles derivadas de sus actos oficiales en el cargo.

Trump sostiene que la misma doctrina debería aplicarse en el contexto penal.

“La amenaza de un futuro procesamiento y encarcelamiento se convertiría en un garrote político para influir en las decisiones presidenciales más delicadas y controvertidas, quitándole fuerza, autoridad y decisión a la Presidencia”, escribieron los abogados de Trump.

En tanto, el expresidente ha argumentado que a los presidentes solo se les debe permitir ser procesados si primero son acusados y condenados por el Congreso, lo contrario de lo que argumentó cuando enfrentó su segundo juicio político.

¿Acciones “oficiales” o privadas?

Los tribunales inferiores fueron muy críticos con los argumentos de Trump, un hecho que los expertos legales suelen ver como una señal de que la Corte Suprema, de mayoría conservadora,  podría hacer lo mismo.

La mayoría de los expertos legales dudan de que el tribunal dictamine que los presidentes tengan inmunidad absoluta para cualquier cosa que hagan mientras estén en el cargo.

Algunos, sin embargo, creen que una mayoría de jueces podría dictaminar que los presidentes no pueden ser procesados por actos oficiales y luego enviar la pregunta de regreso a la jueza Chutkan, del DC, para celebrar una audiencia y determinar si las acciones de Trump fueron “oficiales” en nombre del país o privadas.

“Usted está perdiendo toda credibilidad ante este tribunal”, le dijo el juez Merchán al abogado de Trump

Pero los jueces darán una idea de su forma de pensar cuando ocupen sus puestos este jueves.

“A los efectos de este caso penal, el expresidente Trump se ha convertido en ciudadano Trump, con todas las defensas de cualquier otro acusado penal. Pero cualquier inmunidad ejecutiva que pueda haberlo protegido mientras sirvió como presidente ya no lo protege contra este procesamiento”, escribió la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito de D.C. al rechazar el reclamo de Trump.

“No podemos aceptar que la oficina de la presidencia coloque a sus antiguos ocupantes por encima de la ley para siempre”. La jueza Tanya Chutkan, a cargo del juicio federal de Trump en el DC por sus esfuerzos por mantenerse en el poder después de las elecciones de 2020, dijo que el papel de presidente “no le confiere un pase vitalicio para salir libre de la cárcel”.

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