El FBI y la Patrulla Fronteriza desmantelaron una red que introducía ilegalmente inmigrantes a Estados Unidos desde México.
Según el departamento de Justicia, la red estaba compuesta principalmente por ocho coyotes activos, traficantes de personas, y un número indeterminado a colaboradores. A través de ella se transportó a cientos de indocumentados dentro de maletas, cajas de madera y camionetas, los que eran recogidos en territorio mexicano y enviados hacia Estados Unidos, donde eran escondidos en casas de seguridad, principalmente en Texas.
Una característica del trasiego de esta banda fue la adaptación del interior de camiones cisterna para ocultar los migrantes clandestinos.
El departamento de Justicia no precisó cuántas personas fueron llevadas de contrabando a Estados Unidos y en qué fechas, pero detalló que la banda cobraba 2.500 dólares por cabeza.
La mayoría de los inmigrantes transportados eran oriundos de México, Guatemala, Cuba, Venezuela y Colombia.
Los detenidos hacían viajar a los migrantes “en espacios reducidos, peligrosos, con ventilación limitada, a altas temperaturas, arriesgando sus vidas y seguridad por dinero”, afirmó en rueda de prensa Kenneth A. Polite, fiscal general adjunto de la División de lo Penal del Departamento de Justicia.
Durante el arresto de dos de los traficantes se encontró a 12 migrantes irregulares, dos de ellos menores, precisó.
Las autoridades también han incautado tres propiedades y casi 2.3 millones de dólares. “Cientos, sino miles” de migrantes, según Polite, han sido transportados y alojados por esta red en todo Texas y en otros lugares de Estados Unidos.
La operación corrió a cargo de la Fuerza de Tareas Conjunta Alpha, creada en junio de 2021 para combatir el creciente tráfico de migrantes procedentes de Centroamérica. Desde entonces, detuvo a unas 120 personas, de las cuales 50 fueron condenadas, confirmó Polite.