Dos policías de Hialeah reciben fianza tras propinarle paliza a desamparado

Los dos hombres, de origen cubano, dejaron abandonada a la víctima en una región boscosa. Nunca informaron el incidente a sus superiores.

Los dos policías detenidos, Rafael Otano, a la izquierda, y Lorenzo Orfila. | Foto: Dept. de prisiones de Miami-Dade.

Dos policías de la ciudad de Hialeah lograron este martes que un juez les otorgara fianza después de que agredieran a un desamparado e intentaran ocultarlo, delito que provocó rechazo en la opinión pública.

Los dos hombres de origen cubano, Rafael Quiñones Otano (27 años) y Lorenzo Rafael Orfila (23), recibieron una fianza de 10 000 dólares, el primero, y de 20 000 el segundo. En Florida los acusados solo necesitan depositar el 10 % de las fianzas para salir.

El delito fue cometido el 17 de diciembre, cuando la pareja fue a un establecimiento en Hialeah, Los Tres Conejitos. Un cliente se quejó de supuestas molestias provocadas por un desamparado que deambulaba en el local, identificado como José Ortega Gutiérrez.

Según una investigación de la policía de Hialeah, los dos policías lo conminaron a abandonar el lugar, a lo que el hombre se resistió. Entonces le propinaron una golpiza que lo dejó inconsciente. Y en vez de conducirlo a un hospital, lo abandonaron en un área boscosa a casi siete millas de distancia, cerca de la avenida 94 y la calle 174 del Noroeste, según determinaron los investigadores a través del GPS del patrullero y el video de vigilancia del establecimiento. Otano y Orfila nunca informaron del incidente.

Los oficiales fueron acusados de secuestro y agresión en primer grado. El pasado 26 de enero otro juez les negó la fianza y desde entonces han estado detenidos. Este martes, el juez Robert Watson les impuso la fianza y los puso en arresto domiciliario mientras esperan el juicio.

Durante los argumentos finales, el fiscal estatal Shawn Abuhoff argumentó que Quiñones y Orfila podrían haber arrestado a Gutiérrez, pero optaron por secuestrarlo y golpearlo sin notificarle a sus supervisores que lo tenían bajo su custodia.

También mantuvieron apagadas sus cámaras corporales. “Han demostrado que traicionaron su placa”, dijo Abuhoff. “Traicionaron a su departamento. También han traicionado a la comunidad”.

Solo por el cargo de secuestro ambos enfrentan cadena perpetua.

Salir de la versión móvil