Mientras la Cámara de Representantes de EE.UU. sigue con las investigaciones del ataque al Capitolio el 6 de enero del año pasado, el Departamento de Justicia acaba de anunciar la creación de una nueva unidad para contrarrestar el terrorismo interno, ya que enfrenta una creciente amenaza de supremacistas blancos y activistas antigubernamentales, reveló un funcionario de la entidad.
La medida refleja una fuerte noción por parte de los funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos de que los extremistas nacionales representan una amenaza a la par de la que plantean los grupos militantes extranjeros como el Estado Islámico.
“Enfrentamos una amenaza elevada de extremistas violentos domésticos, es decir, personas en Estados Unidos que buscan cometer actos delictivos violentos para promover objetivos sociales o políticos domésticos”, dijo Matthew Olsen, fiscal general adjunto de la División de Seguridad Nacional del departamento, en una audiencia ante el Comité Judicial del Senado.
Es más, “hemos visto una creciente amenaza de aquellos que están motivados por animosidad racial, así como de otros que se adhieren a ideologías extremistas antigubernamentales y antiautoridades”, agregó Olsen.
En mayo pasado, el secretario de Justicia, Merrick Garland, dijo a los legisladores que los grupos extremistas violentos domésticos, en particular los supremacistas blancos, representan “una amenaza creciente” para Estados Unidos.
Olsen enfatizó que la nueva unidad será parte de la División de Seguridad Nacional y trabajará para “garantizar que estos casos se manejen adecuadamente y se coordinen de manera efectiva” en todo el Departamento y el país.
El Departamento de Justicia ha presentado cargos penales contra más de 725 personas derivados de los disturbios del 6 de enero de 2021, cuando los partidarios del entonces presidente Donald Trump intentaron evitar que el Congreso certificara su derrota ante Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020. Algunos de los acusados son miembros o están asociados con grupos de extrema derecha, incluidos los Proud Boys, Oath Keepers y Three Percenters.
Un alto funcionario del FBI también informó al Congreso en noviembre de que la oficina estaba realizando alrededor de 2.700 investigaciones relacionadas con el extremismo violento doméstico.
Jill Sanborn, subdirectora ejecutiva de la Rama de Seguridad Nacional del FBI, dijo a los legisladores que la oficina está particularmente preocupada por los extremistas violentos motivados por el odio racial y los que son antigubernamentales.
“Los extremistas violentos por motivos raciales o étnicos que defienden la superioridad de la raza blanca y los extremistas violentos antigubernamentales o antiautoridades representan la amenaza más letal”, testificó.
Según la directiva del FBI, los extremistas motivados por el odio racial y étnico “tienen más probabilidades de realizar ataques masivos contra civiles”, mientras que las milicias antigubernamentales son más propensas a atacar a las fuerzas del orden o a los empleados del gobierno.