De acuerdo con The New York Times, los abogados del presidente Donald Trump rechazaron las últimas preguntas del asesor especial Robert Mueller y su equipo para entrevistarlo a propósito de la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016. Jay Sekulow, uno de sus abogados, confirmó que ya se le había enviado una respuesta al Departamento de Justicia, pero sin hacer comentarios adicionales. El principal abogado del presidente en el caso, Rudolph W. Giuliani, dijo: “Reiteramos lo que hemos venido diciendo durante meses: es hora de que la oficina del asesor especial termine su investigación. Sin más demora”.
Se cierran así, aparentemente, ocho meses de negociaciones entre los abogados de Trump y Mueller. La semana pasada este propuso un formato ligeramente cambiado para la entrevista con el presidente. Sus abogados no rechazaron una entrevista en directo, pero la recortaron y limitaron, según una fuente no identificada por el periódico que habló a condición de anonimato. Los abogados no quieren que Trump responda preguntas acerca de si obstruyó o no la justicia.
Mueller quiere interrogarlo sobre una serie de temas, en especial los contactos de sus asociados con Rusia, la posible coordinación entre su campaña y Moscú, así como las conductas de Trump que pudieran interpretarse como intentos de obstruir la justicia, incluyendo el despido del director del FBI, James Comey.
Según el diario, otra de las cosas que reocupan a los abogados es que Donald Trump podría ponerse a sí mismo en peligro legal si es entrevistado. Sin embargo, el presidente cree que puede convencer a Mueller de su inocencia, y ha presionado a sus abogados para que continúen las negociaciones. Al hacer otra contrapropuesta, los abogados de Trump corren el riesgo de que Mueller pueda concluir que están negociando de mala fe para prolongar la investigación. Según trascendidos, durante una reunión con los letrados, Mueller amenazó con citar al presidente para testificar ante un Gran Jurado si no se presentaba a una entrevista de manera voluntaria.
Personal que ha trabajado con Mueller afirma que intentará utilizar todas las herramientas a su alcance para que el presidente responda sus preguntas, y que probablemente lo citará para testificar en caso de que no acepte ser interrogado.