El incendio forestal más grande de California en la historia registrada continuó creciendo hoy miércoles después de destruir más de 1 000 edificios, casi la mitad hogares, mientras las autoridades de Montana ordenaron evacuaciones cuando un incendio impulsado por el viento se internó en varias comunidades remotas.
Los peligrosos incendios se encontraban entre unos cien que ardían en 15 estados, sobre todo en el Oeste, donde las condiciones de sequía han sido muy duras. El extremo este del enorme incendio Dixie, en el norte de California, empeoró el martes a medida que aumentaban los vientos de la tarde, dijeron los bomberos.
Ardiendo a través de árboles secos, matorrales y césped, el fuego ha destruido al menos 1 045 edificios, incluidas 550 casas, en el norte de Sierra Nevada. Imágenes satelitales mostraron la magnitud de la destrucción en la pequeña comunidad de Greenville, incinerada la semana pasada durante una explosión de las llamas.
El incendio de Dixie, llamado así por la carretera donde comenzó el pasado 14 de julio, hoy miércoles por la mañana cubría 783 millas cuadradas (2 027 kilómetros cuadrados) y estaba contenido en un 30%, según el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California.
Su causa estaba bajo investigación. Pacific Gas & Electric ha dicho que pudo haber surgido cuando un árbol cayó sobre una de sus líneas eléctricas. Las autoridades de California arrestaron a un hombre el fin de semana pasado que se sospecha haya provocado el incendio en áreas boscosas.
En el sureste de Montana se ordenó a las comunidades de la Reserva Indígena Cheyenne del Norte evacuar esos territorios. También se les ordenó evacuar a unas 600 personas en los alrededores de Ashland, una pequeña ciudad a las afueras de la Reserva con un nudo de negocios a lo largo de su calle principal y rodeada de pastizales y bosques.
Las olas de calor y la sequía, ligadas al cambio climático, han hecho que los incendios forestales sean más difíciles de combatir en el oeste de Estados Unidos. Los científicos han dicho que el cambio climático ha determinado que la región sea mucho más cálida y seca durante los últimos treinta años y continuará haciendo que el clima sea extremo y los incendios forestales más frecuentes y destructivos.