El martes el Senado iniciará el histórico segundo juicio político a Donald Trump. Los abogados del expresidente insisten en que no es culpable de incitar a una multitud a invadir el Capitolio con el objetivo de revocar el resultado de las elecciones. Los fiscales, por el contrario, alegan que debe ser declarado culpable del “delito constitucional más grave”, a pesar de que ya no está en la Casa Blanca.
Trump enfrenta un solo cargo: incitar a la insurrección por el asalto al Capitolio el 6 de enero, un acto terrorista que conmocionó al país y al mundo, y llevado a cabo después de que el presidente alentara a la multitud en un mitin a “luchar con todas sus fuerzas” por su mandato. Los asaltantes allanaron el edificio federal para tratar de detener la certificación de la victoria del presidente electo, Joe Biden.
No se anticipa que se convoque a ningún testigo, en parte porque a los senadores juramentados como jurados se les presentarán videos explícitos de las escenas de ese día en que se vieron obligados a huir por su propia seguridad. Desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida, Trump rechazó la solicitud de testificar.
Se trata del primer presidente de Estados Unidos en enfrentar cargos tras dejar el puesto y el primero en ser sujeto a un juicio político en dos ocasiones. Sigue desafiando las normas y tradiciones de la presidencia incluso desde la derrota. Aunque es altamente probable que sea absuelto, el juicio pondrá a prueba la actitud nacional hacia su estilo presidencial, la determinación de los demócratas para enjuiciarlo y la lealtad de los aliados republicanos para defenderlo.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el lunes que Biden estará ocupado con las tareas de su presidencia y que no dedicará mucho tiempo a ver el proceso por la TV. “Se lo dejará a sus excolegas en el Senado”, dijo.
En documentos presentados el lunes, los abogados del expresidente lanzaron un ataque contra la Cámara de Representantes y describieron el juicio como un “teatro político”.
Los defensores de Trump se están preparando para impugnar tanto la constitucionalidad del juicio como cualquier insinuación de que es el culpable de la asonada. Alegan que, simplemente, estaba ejerciendo sus derechos garantizados por la Primera Enmienda cuando alentó a sus partidarios a protestar en el Capitolio. Y afirman que el Senado no tiene derecho a enjuiciarlo una vez que dejó el cargo.
“Aunque nunca están dispuestos a permitir que una ‘buena crisis’ pase sin ser aprovechada, los líderes demócratas son incapaces de comprender que no todo puede siempre ser achacado a sus adversarios políticos”, dicen los abogados de Trump.
Los fiscales del juicio político presentaron su propio documento hoy lunes afirmando que Trump había “traicionado al pueblo estadounidense” y que no hay ni excusa ni defensa válidas.
“Su incitación a la insurrección contra el gobierno de Estados Unidos —que trastocó la transferencia pacífica del poder— es el delito constitucional más grave jamás cometido por un presidente”, dijeron los demócratas.
El juicio comenzará el martes con un debate y una votación sobre si la Constitución permite enjuiciar al expresidente, argumento que podría tener eco en los republicanos deseosos de votar para absolver a Trump sin dar la impresión de que están condonando su comportamiento.
Según un acuerdo entre el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, y el líder republicano Mitch McConnell, la presentación de los argumentos iniciales comenzará el miércoles al mediodía, con hasta 16 horas por bando para exponer sus alegatos.
Associated PressOn/Cuba.