A menos de cien días de las elecciones, más estadounidenses consideran que el país va por la dirección equivocada que en cualquier otro momento durante la presidencia de Donald Trump, dice una encuesta reveladora de las dificultades que aguardan al republicano en su duelo contra el demócrata Joe Biden.
Apenas el 32% de la población aprueba de la gestión de Trump con respecto a la lucha contra el coronavirus, según el sondeo realizado entre la AP y el Centro NORC para Investigaciones Políticas. Incluso la aprobación por el manejo de la economía, que antes era un punto fuerte de Trump, ha estado cayendo.
Las malas noticias han provocado un abrupto cambio de estrategia por parte de la campaña republicana y de la Casa Blanca. Luego de meses en que desestimó el coronavirus y el resurgimiento de la enfermedad, la semana pasada Trump advirtió que las cosas probablemente empeorarán antes de mejorar. Tras minimizar la importancia de usar mascarillas para protegerse del virus, súbitamente Trump llamó a la población a hacerlo.
Y tras insistir en que realizará una gran convención partidista en agosto, eventualmente tuvo que cancelar esos planes.
Esos súbitos repliegues reflejan la difícil situación en que se encuentra el mandatario a tres meses de las elecciones. Aunque ahora está tratando de definir la contienda como una guerra entre el caos y “la ley y el orden”, sus perspectivas reeleccionistas dependen de su manejo de la crisis del coronavirus y de si el electorado cree que el país avanza en la dirección correcta bajo su conducción.
La encuesta deja claro que las cosas se ven mal para el mandatario: ocho de cada diez estadounidenses opinan que el país va en la dirección equivocada, más que en cualquier punto de la presidencia de Trump. Y apenas el 38% de los encuestados opinan que la economía va por buen camino, un pronunciado descenso con respecto al 67% visto en enero.
La campaña de Biden está decidida a dejar los reflectores enfocados directamente sobre el presidente en los meses que faltan para los comicios, confiada en que el ex vicepresidente ganará si la campaña se convierte en un referéndum sobre la gestión de Trump.
“La gente está harta de un gobierno que está paralizado y dividido y no es capaz de hacer que las cosas funcionen”, observó Kate Bedingfield, subdirectora de la campaña de Biden. “Lo que la gente dice percibir de Trump en estos momentos es una mezcla incoherente de retórica arrogante y egoísta”.