Las deportaciones del presidente Donald Trump ya han comenzado a tener sus efectos en un gran número de trabajadores agrícolas que se mantienen alejados de sus trabajos por temor a ser atrapados en una redada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Si esta tendencia continúa, podría conducir potencialmente a precios más altos para los alimentos, así como a escasez de cultivos clave. 1
En una entrevista con The New Republic, el profesor de economía de Cal State-Bakersfield, Richard S. Gearhart, advirtió que la pérdida de trabajadores agrícolas podría presagiar una “devastación económica absoluta” en los próximos meses.
“Estamos hablando de un evento de nivel de recesión si esta es la nueva norma a largo plazo”, dijo.
Durante la campaña presidencial de 2024, Trump prometió que reduciría el precio de los alimentos, que se había disparado al principio de la administración Biden debido a un rápido aumento de la inflación.
A pesar de que la inflación había vuelto a estar por debajo del tres por ciento al final del mandato de Biden, muchas de las políticas propuestas por Trump, que incluyen no solo deportaciones masivas sino también fuertes aranceles a todos los bienes importados, podrían hacer que los costos se disparen de manera brutal.
Según The Fiscal Policy Institute and the Immigration Research Initiative, los inmigrantes más vulnerables son aquellos que no tienen documentos, pero el impacto de esa política no termina ahí.
Trump planea detenciones y deportaciones masivas de inmigrantes si regresa a la Casa Blanca
Las personas que tienen visas temporales pueden verlas canceladas o no renovadas. Las personas con estatus de protección temporal, los solicitantes de asilo, los beneficiarios de DACA y muchos otros también se encuentran en una posición precaria.
Este tipo de régimen de aplicación de la ley, subrayan, tiene implicaciones sociales y humanitarias de gran alcance, pero también impactos económicos que se pueden cuantificar.
Hay 4,5 millones de inmigrantes en el estado de Nueva York, incluidos 1,8 millones que no son ciudadanos, y entre ellos se estima que 670 000 son indocumentados. En 2022, las personas indocumentadas pagaron aproximadamente 3 100 millones de dólares en impuestos estatales y locales.
La economía de Nueva York depende de los inmigrantes, incluidos los indocumentados. La deportación de estos trabajadores reduciría drásticamente la asequibilidad y la disponibilidad de alimentos, viviendas y atención, todas ellas necesidades básicas para los neoyorquinos.
Los sectores que tienen más probabilidades de sufrir consecuencias negativas son los restaurantes, los trabajadores de cuidados, de la construcción y la agricultura.
En cuanto a los primeros, se estima que en el estado de Nueva York hay 7 000 chefs, 17 000 cocineros, 9 100 trabajadores de preparación de alimentos y 9 200 camareros indocumentados.
También 20 900 empleadas domésticas, 16 800 asistentes de salud a domicilio, 7 000 trabajadores de cuidado infantil y 6 500 asistentes de cuidado personal indocumentados.
Asimismo, 29 500 trabajadores de la construcción, 12 800 carpinteros y 6 200 pintores de brocha gorda indocumentados.
En la agricultura, más de la mitad de todos los trabajadores agrícolas de Estados Unidos son inmigrantes. La gran mayoría de los inmigrantes son indocumentados o trabajadores temporales con visa H-2A.
“Los inmigrantes son una parte vital de Nueva York, por lo que no es sorprendente ver el impacto drástico que las políticas propuestas por la Administración Trump tendrán en nuestro estado”, dijo David Dyssegaard Kallick, director de la Iniciativa de Investigación sobre Inmigración. “Ya están surgiendo historias desgarradoras de inmigrantes que están siendo separados de sus familias y sus comunidades, y esas separaciones tendrán consecuencias negativas para todos”.
“Los líderes estatales y municipales deben oponerse a la implementación de políticas de deportación que podrían tener un impacto devastador en las comunidades inmigrantes de Nueva York y su economía”, dijo Nathan Gusdorf, director del Instituto de Política Fiscal.
“Además de su costo humano, estas políticas podrían eliminar a cientos de miles de inmigrantes de la fuerza laboral, lo que provocaría que los neoyorquinos perdieran el acceso a servicios esenciales como el cuidado infantil y el cuidado del hogar, y aumentaría el costo de la construcción durante una escasez histórica de viviendas”.