El Departamento de Justicia de EE.UU. presentó un causa judicial este jueves contra cinco residentes de Florida, a los que acusa de atacar al menos a siete agentes de policía durante el asalto al Capitolio de Washington DC, el 6 de enero pasado.
Los fiscales aseguran que los acusados, todos del área de Tampa, al noroeste del estado, atacaron repetidamente a miembros de la policía, con escudos antidisturbios y mástiles de bandera robados, y les golpearon la cabeza y el cuello, y luego recurrieron a puñetazos, patadas y codazos contra los agentes.
La acusación contiene 19 cargos criminales, e incluye algunos de los más serios que el Código Penal autoriza, como el de sedición.
Cuatro de los acusados fueron detenidos la semana pasada y se declararon inocentes el jueves en un Tribunal Federal de Washington DC. Sin embargo, tres fueron liberados y un cuarto permanece arrestado mientras un juez valora la solicitud de los fiscales para mantenerlo detenido antes del juicio. Mientras, un quinto acusado “sigue prófugo”, dijo el Departamento de Justicia en un comunicado de prensa.
Según los fiscales, Jonathan Pollock agredió a los policías con un asta de bandera, arrastró a dos agentes por unas escaleras, inmovilizó a otro agente en el suelo, golpeó a dos en el rostro, agarró a uno por el cuello y embistió la garganta de un oficial con un escudo policial robado. Además, portaba equipo táctico y un atuendo militar.
Pollock participó en los disturbios junto a su hermana Olivia, quien propinó un codazo a un oficial de policía y trató repetidamente de arrancarles los bastones a los agentes.
A su vez, el acta de acusación señala que Michael Perkins arrojó un asta de bandera a la barrera policial y luego “la lanzó contra el pecho de otro policía”. Acto seguido, Perkins supuestamente levantó el asta por encima de su cabeza y la arrojó hacia otro agente, al que golpeo la cabeza y la espalda.
En el caso del tercer acusado, nombrado Joseph Hutchinson, los fiscales sostienen que este ayudó a romper una cerca metálica y pateó a los agentes que intentaban evitar que los atacantes penetraran aún más en los terrenos del Capitolio. Hutchinson también vestía uniforme de corte militar.
Los atacantes, formaban “un grupo coordinado de individuos que se mantuvieron unidos y facilitaron las agresiones mutuas”, precisó la fiscal federal Benet Kearney en la audiencia judicial.
Un quinto hombre, identificado como Joshua Doolin, no está acusado de agredir a nadie sino de haber participado en el fallido golpe de Estado. Según los fiscales, fue visto cerca del Capitolio con “esposas con cierre de cremallera enganchadas en el cinturón” y que tenía una granada de gas, de modelo policial. No está claro como la obtuvo ya que no es un artefacto de venta pública.
Este caso destaca la violencia que enfrentó la policía a manos de la turba pro-Trump, que muchos oficiales han descrito como una angustiosa experiencia de vida o muerte.
No obstante, muchos de los aliados del expresidente Donald Trump han intentado blanquear los eventos del 6 de enero, minimizando la violencia y afirmando que la multitud se parecía básicamente a una visita turística de rutina al Capitolio.
Hasta ahora, alrededor de 530 personas han sido acusadas de delitos relacionados con el ataque a la sede del Congreso Federal. Los cinco acusados en este caso provienen de Florida, que tiene la mayor cantidad de acusados de cualquier estado del país, 62 en total. Le siguen Pensilvania y Texas.
Doolin, Hutchinson y Olivia Pollock se declararon inocentes en la audiencia judicial. Los tres están en libertad. Pero Hutchinson se encuentra bajo detención domiciliaria, mientras a los otros dos se les colocó una monitor de movimientos. Perkins, que también se declaró inocente, todavía está en la cárcel porque los fiscales dicen que es demasiado peligroso para liberarlo. Un juez decidirá la próxima semana si lo mantiene tras las rejas.
A principios del mes pasado fueron acusados formalmente otras cinco personas y un exjefe policial por participar en los disturbios.