El pulso entre el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis y el presidente demócrata Joe Biden, sigue dando que hablar. Ahora el primero ha entablado una demanda por la obligatoriedad impuesta por el mandatario de que todos los empleados federales tengan que vacunarse contra la Covid-19.
DeSantis, también especializado en demandar al Gobierno Federal, nunca fue muy exitoso en este campo y ahora puede correr la misma suerte porque no tiene ninguna ascendencia sobre las obligaciones de los empleados federales.
“Nuestro gobernador lo que está intentando es crear un expediente con sus iniciativas para apaciguar a los empleados federales descontentos en su propio beneficio. Sus planes son claros: dentro de un año lograr la reelección y, dada su impopularidad, conquistar todo voto posible, incluidos, claro está, los de los empleados federales que viven en Florida”, explicó a OnCuba el abogado Carlos Bermello.
Este jueves en una rueda de prensa, DeSantis señaló que la orden federal es “ilegal” y una “extralimitación” que, en el caso de Florida, interfiere con las políticas de empleo, y en general con la economía estatal. “Lo que hace Biden es inconstitucional”, aseguró el gobernador, porque la vacunación es “una opción personal” y ha puesto en riesgo el trabajo de miles de personas.
DeSantis obvió que los empleos federales están bajo reglas federales, no estatales, con su propia disciplina laboral. Y que el pago de los salarios ni siquiera proviene de los estados sino de los presupuestos centrales, barajados en Washington.
La demanda anunciada hoy ocurre luego de que 21 fiscales estatales y republicanos enviaran una carta al presidente Biden criticando la obligación de vacunarse a empleados y contratistas federales.
En los alegatos afirman que las empresas podrían ser incluidas, por parte del Gobierno Federal, en una lista negra para contratos federales si es que no alcanzan a vacunar a sus trabajadores en “un plazo inviable”, abriendo un nuevo capítulo en el pulso que mantienen la administraciónBiden y el gobernador DeSantis, quien se opone a la imposición de mascarillas y a la obligación de vacunarse.
La semana pasada, DeSantis ya había subido la parada cuando prometió promulgar una medida que ofrece un bono de 5 000 dólares a los agentes de policía de otros estados que quieran ir a trabajar a Florida y se encuentren riesgo de perder su trabajo debido de la obligatoriedad de vacunarse.
“Policías de Nueva York, Minneapolis, Seattle: si no los tratan bien, los trataremos mejor aquí. Pueden satisfacer necesidades importantes para nosotros y, como resultado, los compensaremos”, dijo el gobernador en una entrevista que ofreció el fin de semana a la cadena conservadora Fox.
La oferta del gobernador coincide con el reciente anuncio de que convocará una sesión especial del legislativo estatal, posiblemente para noviembre, a fin de combatir la obligatoriedad de las vacunas en los negocios en el estado.