La Asociación de Asiático-Americanos e Isleños del Pacífico (AAPI, por sus siglas en inglés) está demandando al expresidente Donald Trump por difamación y por infligir angustia emocional a los estadounidenses de esos orígenes.
El grupo está formado por miembros del Consejo de Política y Planificación de Asia Pacífico (A3PCON), Chinos por la Acción Afirmativa (CAA) y el Departamento de Estudios Asiático-Americanos de la Universidad Estatal de San Francisco. “Nuestro enfoque reconoce que para abordar de manera efectiva el racismo antiasiático debemos trabajar para poner fin a todas las formas de racismo estructural dirigidas contra las comunidades negras, indígenas y otras comunidades de color”, dice el sitio web Stop AAPI Hate.
El grupo argumenta que el uso de términos despectivos por parte de Trump para designar al nuevo coronavirus ha llevado a un aumento de la violencia contra los estadounidenses de origen asiático e isleños del Pacífico.
El expresidente ha utilizado términos como “virus chino”, “virus de China”, “gripe de Wuhan” y “Kung flu” para aludir a la COVID-19. La demanda asciende a aproximadamente 22,9 millones de dólares o 1 dólar por cada asiático-americano e isleño del Pacífico que vive en Estados Unidos.
El dinero se utilizaría para establecer un museo con las contribuciones de la AAPI a Estados Unidos.
Durante los últimos meses, ha habido un aumento en la violencia contra los estadounidenses de origen asiático. En marzo, un tiroteo en el área de Atlanta dejó ocho muertos, incluidas seis mujeres asiáticas.
En abril, más del 80% de los estadounidenses de origen asiático dijeron que la violencia contra ellos estaba aumentando, según un un estudio del Pew Research Center. Uno de cada cinco de los encuestados culpó a Trump por el aumento de la violencia.
Expertos sostienen que los nombretes irrespetuosos utilizados por Trump perpetúan microagresiones contra las comunidades asiático-americanas.
El jueves, el presidente Biden promulgó la Ley de Crímenes de Odio COVID-19 después de que la Cámara de Representantes votara para aprobarla.
La legislación constituye uno de los primeros esfuerzos del Gobierno Federal para lidiar con el aumento de los ataques contra esas comunidades.
Uno de cada cuatro estadounidenses de origen asiático dice que ha experimentado en carne propia un incidente de odio.