Un exdetective de Nueva York de origen cubano, que laboró tres meses en el World Trade Center tras los ataques de 2001 y murió el fin de semana, será honrado el próximo miércoles en un servicio funerario.
Luis Álvarez fue un líder de la lucha por el Fondo de Compensación para las Víctimas del 11 de Septiembre, que ofrece beneficios de salud a socorristas que prestaron sus servicios tras los atentados.
Álvarez murió el sábado de cáncer colorrectal. Fue admitido a un hospicio días después de comparecer ante el Congreso junto al exanfitrión del “Daily Show” Jon Stewart el mes pasado para pedir extender dicho fondo para los socorristas.
El funeral será en la Iglesia de la Inmaculada Concepción en Astoria, vecindario de Queens, en Nueva York.
Como socorrista, Álvarez estuvo tres meses buscando entre las ruinas de los edificios y las azoteas de los edificios cercanos supervivientes y restos de sus compañeros muertos.
Investigadores siguen estudiando los posibles vínculos entre las enfermedades de los socorristas y las toxinas de los escombros.
El polvo, humo, productos químicos y tóxicos que emanaron en el lugar afectaron a bomberos, policías, obreros de la construcción y otros trabajadores de emergencia que actuaron tras lo ocurrido, de los cuales muchos han sufrido problemas respiratorios, trastornos digestivos y varios tipos de cáncer.
En un principio se establecieron 7.000 millones de dólares como fondo de compensación, pero la cifra se ha quedado pequeña debido a la cantidad de reclamaciones existentes y a que no existe ningún mecanismo para agregar más aportaciones.
Una propuesta de ley para reasignar fondos a la causa socorrista fue aprobada unánimemente por una comisión del Congreso.
AP / OnCuba