La semana pasada la administración Trump indicó que esperaba reabrir la economía tan pronto como el 1 de mayo. Pero opositores demócratas, junto con expertos en salud pública, han argumentado que eso podría conducir a un aumento de los casos.
Varios legisladores demócratas le están solicitando al Congreso crear un plan nacional que decida cuándo reabrir empresas, negocios y escuelas en consulta con agencias como el Departamento de Salud y Servicios Humanos y los gobiernos estatales. Y después de la reapertura, también se requerirían pruebas adecuadas y rastreo de contactos para evitar un segundo brote.
“Básicamente, hemos estado operando sin un plan nacional y la administración simplemente se desvía de un conjunto de puntos de conversación a otro sin darnos un plan”, dijo el representante Jamie Raskin (D-Md.), uno de los copatrocinadores del proyecto de ley.
“Necesitamos una estructura y un proceso serios para instituir una reapertura segura y duradera”, dijo el congresista, quien calificó las esperanzas iniciales del presidente de reabrir el país en Semana Santa de “evidentemente ridículas”.
El proyecto de ley, encabezado por Raskin y los representantes Hakeem Jeffries, Donna Shalala, Anna Eshoo y Peter Welch, es la última forma en que los demócratas han tratado de arrebatarle algo de control a la Casa Blanca, que ha liderado en gran medida la respuesta pública federal a la crisis.
Los legisladores de la Cámara y el Senado, mientras tanto, permanecen aislados en sus distritos, sin un método para votar o celebrar audiencias.
“Está dolorosamente claro que la combinación de ilusiones y elecciones de políticas caóticas nunca terminará la crisis”, escribieron los legisladores mencionados en una carta a los demás demócratas.
Los estados han señalado que se moverán a su propio ritmo.
Hoy lunes los gobernadores de varios estados del este, muy afectados por la pandemia, anunciaron que trabajarán juntos para elaborar planes graduales de reapertura. Esos estados son Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, Pensilvania, Rhode Island y Delaware.
Tres estados de la Costa del Pacífico –California, Washington y Oregón–, también anunciaron que colaborarían en un “enfoque compartido para reabrir nuestras economías”.
Pero Trump también ha tratado de reafirmar su propia autoridad en el asunto.
La Casa Blanca creó un grupo de trabajo para diseñar un plan para la reapertura nacional.
“Es la decisión del Presidente”, tuiteó Trump. Dicho esto, la administración y yo estamos trabajando estrechamente con los gobernadores, y esto continuará. ¡Una decisión mía, de conjunto con los gobernadores y el aporte de otros, se tomará en breve!”.