México aceptó las demandas de Estados Unidos de reforzar sus fronteras a fin de impedir que el flujo de inmigrantes ilegales centroamericanos llegue al país a través de México. El acuerdo cancela los aranceles elevados sobre los bienes mexicanos importados que entrarían en vigencia el lunes.
El anuncio aumentó los temores de que el alza de las tarifas podría paralizar algunas empresas estadounidenses y elevar los precios de una variada gama de productos, desde autos hasta tomates, dada la integración entre ambas economías, en especial después del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que también incluye a Canadá.
El acuerdo se produjo después de tres días de negociaciones para detener el flujo de migrantes, principalmente centroamericanos, a Estados Unidos por la vía mexicana. En una declaración conjunta, México acordó aumentar sus esfuerzos de cumplimiento a lo largo de su frontera sur con Guatemala, incluido el despliegue de sus tropas de la guardia nacional.
Y deja abierta la posibilidad de modificarlo si el progreso no se considera suficiente. “Ambas partes también están de acuerdo en que, en caso de que las medidas adoptadas no tengan los resultados esperados, se tomarán otras”.
Según una declaración conjunta emitida por el Departamento de Estado y México ayer viernes por la noche, México tomará “medidas sin precedentes para aumentar la aplicación de la ley para frenar la migración irregular, para incluir el despliegue de su Guardia Nacional en todo México, dando prioridad a su frontera sur”.
“Las tarifas programadas para ser implementadas por los Estados Unidos el lunes, en contra de México, se suspenden de manera indefinida”, dijo el presidente Trump. “México, a su vez, acordó tomar medidas enérgicas para detener la marea migratoria a través de México y hacia nuestra frontera sur”, dijo.
“Nos gustaría agradecer al ministro de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, por su arduo trabajo para negociar un conjunto de obligaciones conjuntas que beneficien tanto a Estados Unidos como a México”, dijo el secretario de Estado Mike Pompeo. “Estados Unidos espera trabajar junto a México para cumplir con estos compromisos para que podamos detener la marea de la migración ilegal a través de nuestra frontera sur y hacer que nuestra frontera sea sólida y segura”.
“El presidente Trump socavó el rol de liderazgo preeminente de Estados Unidos en el mundo al amenazar temerariamente con imponer aranceles a nuestro amigo cercano y vecino del sur”, dijo en un comunicado la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. “Las amenazas y las rabietas no son una forma de negociar la política exterior”.
Pelosi dijo que los demócratas están “profundamente decepcionados” por la expansión de “Permanecer en México” y que ello viola los derechos de los solicitantes de asilo y no aborda las causas fundamentales de los flujos migratorios procedentes de Centroamérica. También prometió que el Congreso continuaría presionando a la administración sobre el tema de la inmigración.
“El Congreso continuará responsabilizando a la administración Trump por sus fallas en abordar la situación humanitaria en nuestra frontera sur”, dijo. “El presidente Trump debe dejar de sabotear los esfuerzos de buena fe, constructivos y bipartidistas en el Congreso, para abordar este complejo problema de una manera humana que honre y respete nuestros valores nacionales más preciados”.