Las autoridades estadounidenses están investigando dos posibles ataques sónicos, más conocidos como “síndrome de La Habana” en Washington DC, incluido uno cerca de la Casa Blanca, confirmaron este jueves la cadena CNN y The Hill.
Aunque la administración Trump acusó a La Habana de la autoría de los ataques, por lo cual retiró parcialmente sus diplomáticos de Cuba y cerró parcialmente la embajada, el gobierno cubano ha negado responsabilidad alguna en los hechos.
Esos ataques, que supuestamente ocurrieron por primera vez en La Habana en 2016, han sido reportados desde entonces en China, Canadá, Cuba y Estados Unidos, afectando principalmente a varios diplomáticos y analistas estadounidenses con síntomas neurológicos que van desde el vértigo hasta el insomnio.
El gobierno estadounidense ha indicado que estos últimos hechos sucedieron a principios de mes.
Uno de ellos tuvo lugar cerca del famoso Obelisco del DC, afectando a un funcionario del Consejo Nacional de Seguridad.
En 2019 hubo un primer ataque en Estados Unidos en un suburbio de Virginia mientras un funcionario de la Casa Blanca paseaba a su perro.
“La salud y el bienestar de los servidores públicos estadounidenses es una prioridad fundamental para la administración de Biden. Nos tomamos muy en serio todos los informes de incidentes de salud de nuestro personal. La Casa Blanca está trabajando en estrecha colaboración con departamentos y agencias para abordar incidentes de salud inexplicables y garantizar la seguridad de los estadounidenses que prestan servicios en todo el mundo”, dijo un portavoz de la Casa Blanca a The Hill.
Teniendo en cuenta “que todavía estamos evaluando los incidentes denunciados y que necesitamos proteger la privacidad de las personas que los informan, no podemos proporcionar ni confirmar detalles específicos en este momento”, agregó la fuente que no fue identificada.
Este jueves por la mañana el Pentágono, una de las agencias que investiga los posibles ataques, declinó comentar el incidente, pero informó a los comités de Servicios Armados del Senado y la Cámara baja sobre los incidentes a principios de este mes, recalcando a los legisladores que Rusia era uno de los posibles autores.
Los posibles ataques, especialmente los que se encuentran muy cerca de la Casa Blanca, serían una escalada en una serie de eventos que ya han impactado a empleados gubernamentales en el extranjero.
En una audiencia del Comité de Servicios Armados del Senado el jueves por la mañana, la senadora demócrata Jeanne Shaheen preguntó a la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, por qué la comunidad de inteligencia ha mantenido en secreto muchos de los detalles sobre los posibles ataques clasificados.
“Yo diría que con historias como esta, con historias que han aparecido en los últimos dos años, realmente, y esas personas que se han visto afectadas que se han hecho públicas. La información ya está disponible y creo que nos corresponde a todos tratar de asegurarnos de que la información que sale sea precisa y que la gente entienda lo que está sucediendo y que se haga un esfuerzo por responder ”, dijo Shaheen.
La directora Haines contestó dijo que si bien trabajaría para brindar a los legisladores la información necesaria para tomar una buena decisión, “nuestra preocupación con la clasificación es porque creemos que protege fuentes o métodos y es fundamental para nuestra seguridad nacional”.
Unos 40 funcionarios del gobierno han sido afectados por los ataques. Un informe de la Academia Nacional de Ciencias determinó que probablemente fueron causados por radiación de microondas. La mayor parte de las víctimas conocidas han sido empleados del Departamento de Estado o de la CIA.
La CIA puso en marcha un grupo de trabajo para apoyar a las personas de la agencia que pueden haber sido afectadas o enfrentar un ataque similar en el futuro, mientras que el Departamento de Estado en marzo nombró a un asesor principal para supervisar su grupo de trabajo existente.