Un sindicato que representa a los trabajadores y operadores portuarios de Estados Unidos ha llegado a un acuerdo sobre los salarios que pondrá fin a una huelga de tres días que ha paralizado los envíos en la Costa Este y la Costa del Golfo, según informaron el sindicato de la Asociación Internacional de Estibadores y la Alianza Marítima de Estados Unidos.
Una declaración conjunta emitida a última hora del jueves no especificó qué salarios se acordaron, ni los otros términos de la negociación. “Con efecto inmediato, cesarán todas las acciones actuales y se reanudará todo el trabajo cubierto por el Contrato Maestro”, dio a conocer la declaración.
El acuerdo sería por un aumento salarial de alrededor del 62 % en seis años. El sindicato había estado buscando un aumento del 77 %, mientras los empleadores habían elevado su oferta a casi el 50%.
El acuerdo pone fin al mayor paro laboral de este tipo en casi medio siglo, que bloqueó la descarga de buques portacontenedores de Maine a Texas y amenazó con provocar escasez de todo (desde plátanos hasta piezas de automóviles) y causó una acumulación de barcos anclados fuera de los principales puertos.
Huelga de trabajadores portuarios amenaza la economía de EEUU y también la de Cuba
El presidente Biden elogió el acuerdo en un comunicado publicado por la Casa Blanca momentos después de que se anunciara. “Quiero agradecer a los trabajadores sindicalizados, a los transportistas y a los operadores portuarios por actuar patrióticamente para reabrir nuestros puertos y garantizar la disponibilidad de suministros críticos para la recuperación y reconstrucción del huracán Helene”, dijo.
“La negociación colectiva funciona y es fundamental para construir una economía más fuerte desde el centro hacia afuera y desde abajo hacia arriba”.
La administración Biden se puso del lado del sindicato, presionando a los empleadores del puerto para que aumentaran su oferta a fin de asegurar un acuerdo y citando las ganancias extraordinarias de la industria naviera desde la pandemia de COVID-19. “Con la gracia de Dios… se mantendrá”, dijo Biden a los periodistas en la Base Conjunta Andrews en Maryland después de una gira por Georgia y Florida por los daños causados por el huracán.
Biden se resistió a los llamados de grupos comerciales empresariales y legisladores republicanos de usar los poderes federales para detener la huelga, medida que socavaría el apoyo demócrata entre los sindicatos antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Un grupo de comerciantes se hizo eco de los elogios del presidente a raíz del acuerdo tentativo. “La decisión de poner fin a la huelga actual y permitir que los puertos de la costa este y del golfo vuelvan a abrir es una buena noticia para la economía de la nación”, dijo el director ejecutivo de la Federación Nacional de Minoristas, Matthew Shay.
El martes el sindicato lanzó la huelga de 45 000 trabajadores portuarios después de que fracasaran las negociaciones para un nuevo contrato de seis años.
La huelga afectó a 36 puertos, incluidos Nueva York, Baltimore y Houston, que manejan una variedad de productos en contenedores.
De no haberse logrado un acuerdo los precios de los alimentos probablemente reaccionarían primero, según los economistas de Morgan Stanley.
“Después de la primera semana, podríamos esperar algún impacto en productos perecederos como bananas, frutas, mariscos y café, lo que significaría que menos productos llegaran a los consumidores y podría hacer subir los precios”, dijo Tony Pelli, director de prácticas globales de seguridad y resiliencia en BSI Américas.