Trump firmó el lunes un decreto que requiere que las agencias federales adquieran productos que contengan más componentes estadounidenses.
El decreto refuerza los estándares a los que se deben apegar las agencias federales conforme a la Ley Buy American (Compra de Estados Unidos), que crea una predilección por los productos de fabricación estadounidense.
Trump dijo que su decreto impulsará gradualmente el porcentaje de componentes estadounidenses en los productos elegibles a la etiqueta de “Hecho en Estados Unidos”, del 50 al 75%. Dijo que el umbral aumentará al 95% para los productos de hierro y acero.
“La filosofía de mi gobierno es simple. Si podemos construirlo, cosecharlo o hacerlo en Estados Unidos, lo haremos”, comentó Trump.
Un grupo comercial que representa a la industria del acero dijo que la medida de Trump es “otro paso positivo” para garantizar que la industria continúe siendo competitiva.
“Fuertes preferencias de adquisición doméstica para proyectos de infraestructura con fondos públicos son fundamentales para el bienestar de la industria acerera nacional”, dijo Thomas J. Gibson, presidente y director general del American Iron and Steel Institute.
Según los analistas, el decreto requerirá que el gobierno federal pague muchos productos a un precio más alto.
“Aunque para el gobierno pudiera ser una buena noticia, serán los contribuyentes los que terminen pagando esta medida”, dijo Bryan Riley, director del grupo conservador Free Trade Initiative del National Taxpayers Union, un grupo de defensa de los contribuyentes.
“Cuando reducimos de manera artificial las opciones de proveedores calificados o la variedad de proveedores elegibles para satisfacer los requerimientos de adquisición, los proyectos cuestan más, tardan más en completarse, y sufren de menor calidad”, dijo Dan Ikenson, director de estudios comerciales en el Cato Institute, un centro de investigación de corte libertario.
El presidente firmó el decreto durante la exhibición anual “Hecho en Estados Unidos” de la Casa Blanca, que cuenta con la representación de compañías de los 50 estados.
Durante su gobierno, Trump ha dado prioridad al impulso de la manufactura estadounidense. Aun así, el déficit comercial del país ha seguido creciendo durante su mandato hasta alcanzar 621.000 millones en 2018, la cifra más alta de la década.
Trump dijo que durante los gobiernos anteriores se permitió a los países extranjeros “robar nuestros empleos y saquear nuestras riquezas”. También utilizó el evento para resaltar los aranceles que impuso a China, y afirmó que el gigante asiático ha pagado un alto precio económico a consecuencia de las medidas arancelarias.
Sin embargo, se desconoce cómo se resolverá esa disputa comercial.
El mandatario también reconoció que aún no queda claro el destino que tendrá el nuevo acuerdo comercial con México y Canadá en la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata. Los legisladores demócratas quieren reforzar los requerimientos laborales y ambientales establecidos en el pacto.
“Debemos hacer que los demócratas lo aprueben. Pueden o no hacerlo, dependiendo de cómo se sientan políticamente”, dijo el presidente. “Todo es política, desafortunadamente”.
Pienso que este señor es de lo peor que hay en los EEUU,ahora quiere que se consuman productos americanos cuando el mismo tiene negocios en China,en una ocacion David Letterman lo puso contra la pared cuando le pregunto donde se habian fabricado sus corbatas y sus camisas,Letterman mostro que las corbatas se fabicaban en Chiana y las camisas en Bangladesh.