Decretos redactados a las prisas. Declaraciones por tuit. La Casa Blanca del presidente Donald Trump no se ha destacado precisamente por la elaboración cuidadosa de sus proyectos, pero Jared Kushner, yerno y asesor sénior del presidente, ha dedicado meses a la creación de un plan largamente esperado de reforma inmigratoria que la Casa Blanca empezó a presentar el martes.
Exasperado por la falta de acción legislativa y las derrotas republicanas, Kushner se ha reunido con grupos y legisladores del partido para tratar de elaborar un plan detrás del cual puedan unirse el presidente y su partido. Le asiste un equipo que incluye a expertos en redacción de leyes para que no dependa tanto del Congreso, según gente conocedora de sus esfuerzos.
Es un nuevo enfoque para un gobierno que registra escasos triunfos legislativos y que enfrenta el reto de una cámara demócrata hostil, donde muchos legisladores están más empeñados en investigar al presidente que en colaborar con él, sobre todo en un asunto tan contencioso como la inmigración.
“El hecho es que este presidente está tomando la delantera. No espera al Congreso”, dijo el vocero de la Casa Blanca Hogan Gidley a Fox News el martes.
Los funcionarios destacaron que el plan podría modificarse de acuerdo con las reacciones.
Por el momento, es un plan a dos puntas: un proyecto de seguridad fronteriza que contempla, entre otras medidas, la modernización de los puertos de ingreso; y un paquete de enmiendas destinado a crear un sistema basado en los “méritos”, que da prioridad a quienes posean capacitación laboral por encima de los parientes de inmigrantes ya instalados en el país.
Un funcionario del gobierno dijo a la prensa que el plan no modificaría el número, sino el tipo de inmigrantes admitidos.
La Casa Blanca también está colaborando con el senador Lindsey Graham en otro proyecto, referido al sistema de asilo, con la intención de detener el flujo de migrantes a través de la frontera, de acuerdo con el funcionario, que habló bajo la condición de no ser identificado por no estar autorizado a hacerlo públicamente.
No es la primera vez que la Casa Blanca trata de convencer al Congreso que adopte las prioridades de Trump en materia de inmigración, y no está claro si los republicanos- ni qué hablar de los demócratas- adoptarán el plan. Hay grandes dudas en Washington de que existan ganas de un acuerdo amplio.
Trump y Kushner se reunieron el martes con una docena de senadores republicanos, los que parecían receptivos, pero varios dijeron que aguardaban mayores detalles.