Una práctica inicialmente propia de adolescentes aburridos en las redes sociales, de pronto ha cambiado de signo y redundado a favor del medio ambiente. Se le conoce como el Trashtag Challenge y consiste en tomarse una foto en playas y otras zonas llenas de basura y luego otra como evidencia de que se han dejado como nuevas.
El nombre se origina al fundir la palabra trash –basura en inglés– añadiéndole tag, es decir, lo que se emplea para etiquetar a alguien o algo en las redes sociales.
Lo cierto es que se ha viralizado. Así funciona: los participantes van etiquetando a otros, desafiando a que también lo hagan.
De acuerdo con varios reportajes, paisajes naturales de Filipinas, Australia, México y España están recuperando su belleza y limpieza originales, especialmente en sus costas. Pero la práctica también ha llegado a zonas tan remotas de la comunidad global como Nepal, donde se ha recogido basura acumulada en parques y zonas verdes.
“Por fin un reto de redes sociales tiene sentido”, comentó un internauta que funcionó como el traductor de las olas.
La iniciativa fue lanzada por Byron Román al tratar de alentar a “adolescentes aburridos” a que recogieran basura sin apenas anticipar que su gesto marcaria una diferencia.
“Tome una foto de un área que necesite limpieza o mantenimiento, luego tome una foto después de haber hecho algo al respecto y publíquela”, escribió Román el pasado 5 de marzo, compartiendo una foto antes y después de un área sucia que estaba limpiando un joven.
Le declaró a la prensa que un amigo suyo en Guatemala había publicado la imagen junto con un mensaje similar en español. Entonces tradujo el texto al inglés y agregó el siguiente mensaje: “Aquí hay un nuevo desafío para todos los adolescentes que se aburren.”
La respuesta fue inmediata. Cuentan que poco después miles de personas publicaron fotos y videos en Instagram, Twitter, Facebook y Reddit, en las que aparecían limpiando playas, parques, escuelas y calles en todo el mundo. Su publicación original desato más de 323,000 acciones en Facebook solo desde el martes pasado.
Hay quienes dudan que se trate de un reto comprometido y perdurable. Pero, por lo visto, muchas personas alrededor del mundo se han sumado a la iniciativa.
La pregunta maestra, sin embargo, sigue siendo la siguiente: Y tú, ¿estás dispuesto a mancharte por el medio ambiente?