La cuarta ronda de negociaciones entre Cuba y la Unión Europea terminó con resultados concretos. Nada de avances implícitos sin definir, que alguna prensa estadounidense interpreta por su cuenta como fracasos. El viceministro de exteriores cubano Abelardo Moreno regresó a casa con más acumulado para un acuerdo político y de cooperación con los jerarcas diplomáticos de Bruselas. La extensión y riqueza en detalles del comunicado emitido a propósito por la cancillería cubana habla por sí solo.
¿Por qué Christian Leffer, director ejecutivo para las Américas del Servicio Exterior Europeo, obtiene tan deprisa lo que Roberta Jacobson demora en conseguir? En los últimos meses, los diplomáticos enviados por La Habana dieron señales de su completa disposición a una normalización a toda máquina…, con sus contrapartes del llamado Viejo Continente.
El canciller cubano Bruno Rodríguez ha cruzado tres veces el Atlántico durante la primera mitad del 2015, y fue recibido en Roma, Bruselas, París, en una ocasión en compañía del presidente Raúl Castro o de su segundo al mando, el vice Miguel Díaz-Canel.
Ministros de exteriores procedentes de Europa aterrizan uno detrás del otro en la loza del aeropuerto José Martí; en contraste, no es difícil imaginarse a John Kerry, preguntándole a Roberta Jacobson cuándo debería programar su viaje a La Habana, para reinaugurar una embajada que, hasta hace poco, parecía lejos en el horizonte de la diplomacia.
Las dos velocidades en que transcurren, por un lado la normalización con Europa, y por el otro el restablecimiento de las relaciones diplomáticas de Estados Unidos, responden a herencias históricas que no se superan de la noche de la mañana… pero hay un defecto de fábrica en la retórica utilizada por el personal del Departamento de Estado.
En otro ejercicio de fantasía, Jacobson podría haberle pedido unas cuantas pistas a Federica Mogherini, ex ministra de exteriores de Italia y actual Alta Representante del Servicio Exterior de la Unión Europea, o al menos comparar notas, como la publicada por la cancillería cubana tras la cuarta ronda de conversaciones en Bruselas.
“Las reuniones se efectuaron en un clima constructivo y profesional, sobre las bases que ambas partes acordaron en el 2008, que incluyen: el carácter incondicional, recíproco y no discriminatorio, pleno respeto a la igualdad soberana de los Estados, al marco jurídico y al ordenamiento institucional de las partes, así como total apego al principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados.”
Como lograron comprender en esa parte del mundo, la clave para encontrar el acelerador con Cuba es el respeto y la no intromisión desfachatada en sus asuntos internos, como descubrieron los asesores en política exterior del presidente francés Francois Hollande. Solo así el formal apretón de manos se convierte en un abrazo.
Los contactos de Raúl Castro con líderes europeos prueban que Europa está capitalizando mejor que Estados Unidos la apertura iniciada por el presidente Barack Obama. Esa agilidad también demuestra que los cubanos no están cerrados a un entendimiento.
La diplomacia comercial entre Estados Unidos y el país caribeño, uno de los pilares de la nueva política de Obama, todavía es un capítulo pendiente. Y el tiempo transcurre. España enviará el próximo mes a su ministro de Economía y futuro presidente del Eurogrupo, Luis de Guindos, en lo que parece una operación de rescate a la primicia ibérica en la inversión extranjera en la isla que sus antepasados apodaron como “la Siempre Fiel”.
Los españoles siguen marcando paradigmas en ese campo: una empresa de ese país, Hotelsa Alimentación S.A., es la primera en realizar una inversión cien por cien privada y libre de impuestos en la nueva economía cubana.
La historia también está de su lado. Hace décadas, los europeos cobraron sus respectivas indemnizaciones por las nacionalizaciones a sus propiedades en los años de los sesenta. Las compensaciones para las empresas estadounidenses son un tema todavía pendiente en la agenda de conversaciones con Roberta Jacobson…
Avances con nombre y apellidos
La delegación cubana en la cuarta ronda de negociaciones con la Unión Europea regresa a casa con una victoria en el portafolio. El viceministro de Exterior Abelardo Moreno concluyó con Christian Leffer la negociación sustantiva de la parte del Acuerdo correspondiente al comercio y logró resultados significativos en la concerniente a la cooperación, cuya negociación se encuentra en “fase muy avanzada” indica una nota publicada en la página web del cancillería cubana.
Los diálogos continuarán en septiembre de 2015 y ambas partes expresan votos por “concluir las negociaciones a la mayor brevedad posible”, un objetivo que nadie ha visto publicado en las más que sobrias notas emitidas tras los encuentros Cuba-Estados Unidos.
Recuperando —y modificando en su sentido más hondo— la metáfora de la fruta madura, digamos que, luego de los anuncios del 17D el mundo, aletargado y asustado por la tenaza secular del embargo, ha empezado a sacudirse la modorra. En ese escenario, Cuba ha dejado de ser “fruta madura” para, además, jugar con la idea de transformarse en la “fruta madura que desea ser mordida”. Y ya sabemos, quien muerde primero, muerde dos veces. Cuba ha puesto a competir a Europa con los EEUU (y otros potenciales inversionistas de todo el planeta). Diplomacia comercial preactiva (cosa rara en nuestro país, eso de ser proactivos). Bien hecho.
el ministro esta acumulando millas o que ?
creo que EU si sigue como va se quedará sin fruta, coincido con Kyn, EU debe dejar atras un poco de blablabla y concretar cosas si en realidad quiere avanzar, sino estamos perdiendo el tiempo, no pensaron que a esta suppuesta fruta madura nunca tuvo etileno, por eso no ha madurado, ni madurará como ellos quieren