La Corte Suprema de Rusia prohibió hoy las actividades del movimiento internacional LGTB por “extremista”.
El dictamen legal sobreviene en medio de un giro ultraconservador del país, ahora abanderado de los “valores tradicionales” frente al liberalismo de Occidente.
De acuerdo con un despacho de AFP, el juez de la máxima jurisdicción rusa, Oleg Nefedov, decidió que “el movimiento internacional LGTB y sus filiales son extremistas” y dictaminó la “prohibición de sus actividades en el territorio de la Federación de Rusia“.
Precisó, además, que la decisión entraba en vigor “inmediatamente”.
“Los LGTB no son pobres gays o lesbianas contra quienes, como se nos dice, Rusia ha decidido luchar. Se trata de un proyecto bien organizado y planificado para socavar a las sociedades tradicionales desde el interior”, aseguró Piotr Tolstoi, vicepresidente de la cámara baja del Parlamento ruso.
Por su parte, un portavoz de la Iglesia ortodoxa rusa, Vajtang Kishidze celebró la prohibición como “una forma de autodefensa moral”.
“Rusia mostró, una vez más, que ni el Occidente colectivo, ni Estados Unidos nos privarán de lo más importante: ¡una identidad religiosa y nacional!”, dijo Ajmed Dudaev, miembro del gobierno de la república rusa de Chechenia.
Cualquier actividad pública relacionada con lo que las autoridades rusas consideran “preferencias sexuales no tradicionales” podría ahora ser sancionada por “extremismo”, un delito castigado con severas penas de prisión.